Cuando se conocieron, Harry y Draco empezaron con el pie izquierdo, pero aun quedaba mucho tiempo de sobra, Draco conseguiría su amistad, costara lo que costara, tardara lo que tardara, él no se iba a rendir. . . Aunque con el tiempo él quisiera muc...
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Después de unos minutos caminando finalmente llegaron al callejón Knockturn, a pesar de ser medio día el lugar estaba muy obscuro y con un ambiente pesado. Los pisos estaban sucios, y las personas que andaban por ahí no tenian muy buena pinta, definitivamente ese era un lugar de mala muerte.
—No toques nada, Draco —le ordenó su padre cuando iban entrando a Borgin y Burkes.
—Bien —respondió y se dedicó a explorar la tienda sin tocar nada.
Su padre se puso a hablar con el vendedor y Draco siguió curioseando por toda la tienda. Ese lugar vendía cosas bastante raras, las cosas que más le llamaron la atención fue una mano cortada que parecía ser humana, y un collar de ópalos con una tarjeta que decía:
Cuidado: no tocar. Collar embrujado. Hasta la fecha se ha cobrado las vidas de diecinueve muggles que lo poseyeron.
Se dió la vuelta y se encontró con un armario, al verlo sintió una extraña sensación, se acercó más. Harry, otra vez pensando en él, debía estar volviéndose loco como para estar pensando en él sin razón alguna. Algo le decía que debía abrir el armario, como si hubiese un gran tesoro ahí dentro. Así que, guiándose por su presentimiento, alargó la mano para tomar la manilla...
—De acuerdo —dijo de repente su padre— ¡Vamos, Draco!
Y antes de que pudiera abrir el armario salió corriendo hacia su padre. Salieron de la tienda en silencio y volvieron al callejón Diagon.
—Ahora iremos por tus libros a Flourish y Blotts —le informó su padre.
Al llegar a dicho lugar ambos hicieron una mueca de disgusto, había un montonal de gente entrando, el lugar estaba a reventar. El motivo de tal revuelo lo explicaba una gran pancarta colgada a las ventanas del primer piso:
GILDEROY LOCKHART firmará hoy ejemplares de su autobiografía EL ENCANTADOR de 12:30 a 16:30 horas
Cómo pudieron lograron entrar, dentro había una larga fila que serpenteaba hasta el fondo, donde Gilderoy Lockhart estaba firmando libros.
—Yo iré a comprar todo, tu quédate ahí y no te muevas —le dijo apuntando a las escaleras que llevaban al segundo piso.
Se dirigió obedientemente a las escaleras y se quedó observando a la gente que se amontonaba por una firma en sus libros. Pasaron minutos sin nada interesante, hasta que se escuchó que Lockhart exclamó:
—¿No será ese Harry Potter?
Al escuchar ese nombre su corazón dió un brinco. Desde donde estaba podía ver todo lo que pasaba ahí abajo así que no de movió.
La multitud se habia hecho a un lado dejándole el paso libre a Lockhart para que se acercará a Harry. Lo tomó del brazo y lo llevo hasta adelante, Harry parecía muy aturdido mientras les tomaban fotos por cada segundo. Draco río en voz baja, era muy divertido ver cómo trataba de salir de ahí pero Lockhart no se lo permitía.
