Ya llevábamos un par de horas en la fiesta, y yo ya tenía tres números de teléfono y más de cinco cervezas en mi interior.
Me acerqué a Erin, que estaba algo sola, mirando la hoguera sin hacer nada. Pasé mi brazo por sus hombros y la di un beso en la sien, llamando su atención.
-¿Qué tal está mi mejor amiga?- la pregunté con una sonrisa.
-Un poco deprimida- murmuró.
-A ver, dame una sonrisa- levanté las comisuras de sus labios haciendo que sonriera. -Ahora, un birra-pon.
Erin asintió y las dos nos acercamos a la mesa donde había un montón de vasos en los dos extremos de la mesa llenos en forma de pirámides.
-¿Quién juega?- pegué un grito llamando la atención del círculo más cercano.
Grace se acercó junto con Skylar, y cuando pensé que ellos iban a jugar, el chico se apartó y en su lugar se colocó Isaac.
Me tensé unos instantes cuando Isaac y Grace se miraron y se sonrieron.
Dentro de mí sonó como un crujido, algo que se rompía en mi interior, pero no le di importancia y me centré en el juego.
-¿Lista para perder?- preguntó Isaac desde el otro lado de la mesa.
-Al menos la apuesta la tengo ganada- me burlé antes de coger la pelota de ping-pon.
Unas cuantas tiradas después, los vasos de Isaac y Grace estaban todos vacíos excepto uno, y a Erin y a mí nos quedaban aún tres llenos.
Grace tiró la pelota y entró en uno de los vasos.
Esta compartió miradas con Isaac y ambos sonrieron, justo después el chico la rodeó de la cintura con sus brazos abrazándola y levantándola del suelo.
Sentí como mis ojos se cristalizaban y parpadeé varias veces para que no saliera ninguna lágrima. Me giré en busca de ayuda y Kiley me sacó de la mesa, diciendo que me sustituiría.
No sé porqué estaba así, ¿por el idiota de Isaac? si hacía unos meses nos odiábamos a muerte. No podía gustarm... NO.
La cabeza me daba vueltas cuando bebí la séptima cerveza. Había prometido a Katherine no emborracharme, pero para que iba a mentir, me dolía tanto el pecho que no podía hacer otra cosa.
-Ey, hola- una mano se posó en mi hombro.
Me giré y vi al mismo chico que había en el partido de bienvenida.
-Hola, Ethan ¿verdad?- recordé.
Este asintió con una sonrisa. -¿Quieres ir a un sitio más privado?
No sé porqué, pero acabé aceptando, y Ethan me condujo hasta donde estaban los coches. Me apoyé en la furgoneta de Cole, aprovechando que estaba al lado, y de repente vi a Ethan apoyar ambas manos a ambos lados de mi cintura, encima del capó.
-¿Qué haces?- pregunté.
Este subió una mano por mi cintura hasta mi cara, la cual acarició.
Me asusté, la borrachera se me quitó de encima en un segundo, y me asusté.
Sabía lo que iba a hacer, lo veía en sus ojos. Me había alejado de toda la gente, me había acorralado y ahora me estaba acariciando de una manera que no me gustaba nada.
De un momento a otro, Ethan me agarró el cuelo y empezó a besarle. Yo intenté moverme, apartarle o irme de ahí, pero no podía.
Mis ojos comenzaron a escocer, y las lágrimas empezaron a caer de ellos.
Empecé a sentir como me quitaba la chaqueta y mi respiración de cortó por un segundo, recordándome a mi ex novio.
No sé en que momento, pero empecé a gritar, pidiendo ayuda, necesitando que alguien apareciera en ese momento.
La chaqueta cayó al suelo, y ahí supe lo que iba a pasar.
Grité una última vez, antes de que Ethan me tapara la boca con su otra mano.
-Cállate la boca y haz lo que sabes hacer, zorra- murmuró y dejó de taparme la boca.
Cerré los ojos, intentando que eso pasara rápido.
Noté a Ethan alejarse, y luego, al girarme a ver qué había pasado, vi a la última persona que me esperaba ver.
-¿Se puede saber qué haces imbécil?- Isaac soltó un puñetazo a Ethan.
El chico levantó las manos en señal de rendición pero con una sonrisa burlona.
-Yo solo quería que hiciera su trabajo.
-No te vuelvas a acercar a ella- le ordenó.
Ethan se fue de ahí corriendo.
Isaac se giró y se acercó a mí mientras se quitaba su cazadora de cuero.
-Ey ¿estás bien?- me colocó la cazadora por encima de los hombros.
Yo le miré, aún con los ojos llorosos y negué con la cabeza, sin emitir una palabra.
-Vale- el chico me habló con un todo de voz muy dulce y calmado, intentando tranquilizarme. -Estoy aquí, no pienso moverme.
Isaac pasó su pulgar por mi cara delicadamente, limpiándome las lagrimas que tenía por las mejillas.
Me abracé a mí misma, aún asustada por lo que había pasado hacía dos escasos minutos.
-Madison- Isaac me agarró la cara con suavidad, obligándome a mirarle. -¿Te ha hecho algo más?
Me costó unos segundos responder, ni siquiera encontraba mi voz, pero al final salió un pequeño hilillo.
-No.
Miré a Isaac a los ojos, y pude ver la preocupación en ellos, e incluso el miedo.
Se acercó a mí y rodeó mi espalda con sus brazos, acercándome a él y haciendo que yo rodeara su cintura con mis manos.
Intenté no hacerlo, pero empecé a sollozar, y al final acabé mojando el hombro de Isaac con mis lágrimas.
Él me hacía suaves caricias en el pelo, y no se separó de mí ni un segundo.
Oí pasos acercándose, y luego a Isaac moviendo la cabeza levemente.
-Vámonos a casa- dijeron Isaac y Cole a la vez.
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𝐔𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐭𝐡𝐞 𝐌𝐨𝐨𝐧𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭 (𝙸𝚜𝚊𝚊𝚌 𝙶𝚊𝚛𝚌í𝚊)
Hayran KurguLa vida de Madison había sido genial. Sus padres eran almas gemelas a los ojos de todo el mundo. Su futuro estaba decidido por una carrera de derecho que iba a hacer desde que tenía memoria. Su grupo era el más conocido en Los Ángeles, al igual que...