ɪx- ᴜɴ ʙʀɪɴᴅɪs

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Bajé las escaleras mientras acababa de cerrar mi bolso y llegué a la cocina en busca de Katherine o Jackie.

Las dos me sonrieron al verme y miraron mi conjunto.

Era sencillo, una falda vaquera corta blanca con unas medias debajo y un cinturón negro y dorado, un top blanco de corsé y una cazadora vaquera que me llegaba hasta unos centímetros antes de la cadera. Tenía hondas en el pelo y accesorios dorados y un bolso blanco.

Lo que no sabía con certeza era que calzado ponerme, si unas botas negras con cordones o unas converse del mismo color, por lo que había bajado con una zapatilla de cada par en cada pie.

-¿Cuál me pongo?- señalé mis pies.

Las dos los miraron unos segundos y señalaron hacia la derecha, donde llevaba la bota negra con tacón.

Asentí antes de lanzarlas un par de besos y subí las escaleras en busca de la otra bota.

Salí de la habitación ya lista al completo, preparada para cuando Katherine nos avisara de que nos íbamos a la inauguración del Lark.

Al cerrar la puerta de mi habitación y dar media vuelta para bajar otra vez, mi cuerpo se chocó con la espalda de alguien.

-Ey- Cole dio media vuelta y me miró. -Corre, ya se van.

Asentí y bajé las escaleras rápidamente, despidiéndome de él con la mano.

-¡Por cierto, vas muy guapa!

-¡Gracias Walter!- le grité desde la puerta.

Salí corriendo despidiéndome de Jackie con un abrazo, ya que se encontraba en el porche hablando con Alex. Ni ella ni Cole irían a la inauguración porque ambos estaban castigados.

Fui a paso acelerado al coche, que ya estaba arrancado aunque ni Alex ni yo hubiéramos subido.

Abrí la puerta del copiloto del coche que conducía Danny, ya que cuando alguien faltaba ese era mi sitio, pero puse una cara de asco falso al ver como Nathan se ataba el cinturón. Al verme, levantó su cabeza y me sonrió.

-Porfa...- suplicó que le dejara sentarse ahí.

Suspiré y negué con la cabeza con una sonrisa en mis labios. -Solo esta vez.

Nathan me agradeció y yo abrí la puerta de atrás, donde estaban los hermanos García, quienes en cuando abrí la puerta me señalaron el sitio del medio, porque ellos le odiaban.

Rodé los ojos y pasé por encima de Lee agarrándome la falda para que no se me viera lo que no había que ver, y me senté.

Durante todo el trayecto yo estuve escribiendo a Erin, quien tenía una cena familiar, y retocándome el maquillaje.

Al llegar al café, y para mi sorpresa y la de todos, Isaac se bajó del coche y sujetó la puerta, indicándome que saliera.

Fruncí el ceño y bajé, agradeciéndole con una sonrisa.

-Si sigues así probablemente nos llevaremos hasta bien- comenté mientras le esperaba a que cerrara la puerta.

-¿Tan rápido has caído a mis pies?- sonrió con un toque de burla.

-¿Tan rápido quieres comerte el suelo?- sonreí falsamente.

Entramos al Lark justo antes de que Mato, el padre de Skylar, empezara su discurso. Al que yo no presté mucha atención, ya que estaba buscando mi objetivo: una copa de algo que contuviera alcohol.

Me acerqué a Kiley, que estaba de camarera y para mi suerte tenía una bandeja llena de copas.

-Mi amiga Kiley- la sonreí llegando a su lado.

Esta rodó los ojos divertida y me estiró la bandeja, adelantándose a mis palabras.

-Eres la mejor- la alagué cogiendo dos copas.

Bebí un sorbo de una, manchando el borde del pintalabios transparente que llevaba y me dirigí hacia los hermanos García, que charlaban animadamente.

-Mi Walter favorito- rodeé los hombros de Lee, para sorpresa de Isaac, con el brazo izquierdo, el cual tenía la otra copa, que el chico vio al instante. -Esto es para ti- el chico cogió la copa con una sonrisa.

Al quitar mi brazo de su hombro, recibí un beso en mi mejilla izquierda por su parte.

-¿Un brindis?- levantó su copa y yo choqué la mía para luego beber los dos a la vez.

Lee bebió dejando la copa a la mitad, mientras que yo me la acabé entera.

El mayor de los García nos miraba con una sonrisa, alternando su mirada entre su hermano y yo.

-Sujétamela- pedí a Isaac y sin previo aviso le di la copa.

Este miró por detrás de nosotros y señaló en esa dirección, haciendo que los dos volteásemos.

-El Lark After Dark abrirá cuatro noches a la semana- celebró Mato antes de irse.

Will y Hailey se miraron con una sonrisa, y los hermanos García se abalanzaron hacia su primo mientras que yo me acerqué a Hailey.

-Felicidades- la di un abrazo.

-Gracias, que guapa estás Madison.

𝐔𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐭𝐡𝐞 𝐌𝐨𝐨𝐧𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭 (𝙸𝚜𝚊𝚊𝚌 𝙶𝚊𝚛𝚌í𝚊)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora