xx- ᴍᴇᴛɪᴄʜᴇ ᴀ ʟᴀ ᴠɪsᴛᴀ

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-Es que me cae fatal- repitió Erin por tercera vez. -La estuvo bien que la pegaste- me sonrió.

-Lo sé, y si Danny no me hubiera parado, habría acabado mucho peor.

Erin y yo íbamos caminando por los pasillos del instituto aprovechando que ahora era la hora libre y las dos íbamos a ir a la biblioteca a estudiar un par de exámenes que teníamos, y a hacer algún trabajo.

Vimos a Grace pasar corriendo y acercarse a Lee, Isaac y Nathan, que entraban al instituto por una de las puertas.

-Isaac, somos compañeros de birra-pon de por vida ¿verdad?- le preguntó la chica.

El chico me miró un segundo y me sonrió, antes de girarse a mirar a Grace. -Claro, de por vida.

Dejé de caminar porque Erin me había agarrado del brazo y me había girado hacia ella, con una sonrisa interrogante en su cara.

-Aún no me creo que te hayas liado con él.

-¡Erin!- grité levemente, dándola un golpe en el hombro, sonriendo. -Cállate.

-En realidad me encantáis- sonrió. -Voy a la biblioteca ¿te veo ahí?

Asentí con una sonrisa, Erin me dio un beso en la mejilla y ambas tomamos caminos diferentes.

Yo me acerqué al trío de Walters junto a Grace, quien les estaba haciendo un interrogatorio con una sonrisa en su cara.

-Buenos días- sonreí dando un abrazo a Nathan, el cual me correspondió.

-Buenos días- me saludó Lee, dedicándome una sonrisa.

Isaac se giró a mirarme y sonrió, antes de acercarse a mí y plantar un corto y dulce beso en mis labios.

-Qué romántico- me burlé de él, obviamente en broma.

-Cállate- dijo de igual manera.

-Hola Madison- me saludó Grace con una sonrisa.

-Hola- la saludé secamente.

-Entonces... ¿estos rumores que hay sobre Alex?- inquirió la chica.

-No nos meteremos en ese tema- Isaac me rodeó los hombros con su brazo.

-¿No tienes nada mejor qué hacer?- miré a Lee cuando habló, dándole a entender que opinaba igual que él.

-Esto es importante chicos- insistió Grace, y luego se puso a pensar. -No entraréis en el tema, o sea que hay algo- en su cara apareció una sonrisa victoriosa.

-No, eso es un poco rebuscado- negó Nathan.

Yo sabía perfectamente a donde quería llegar, por ello rodé los ojos y la miré mal.

-¿Me equivoco?- su sonrisa se ensanchó cuando Isaac mordió la manzana que tenía y los otros dos se quedaron callados. -Lo sabía.

Se paró frenó en seco, haciendo que nosotros nos tuviésemos que parar también.

-Os estoy intentando ayudar- siguió Grace, intentando sonsacar información por donde pudiera. -Alex lo está pasando mal y quiero aclarar los rumores.

-A ver, un momento- corté a la chica. -Si Alex lo está pasando mal ya lo arreglaremos nosotros, para eso convivimos en la misma casa- la expliqué sin una gota de amabilidad.

Desde la hoguera, digamos que Grace no me caía muy bien.

-Sí, y además no vamos a decir nada- me apoyó Nathan.

-No somos chivatos- le secundó Lee.

-Bueno...

-¿Qué?- los ojos de Grace se volvieron a iluminar cuando Isaac habló.

-Alex se ha chivado, así que...

-Ni de coña, no haría eso- negó su hermano.

-Ya, pues le dijo al tío George que Cole colaba a chicas en casa.

-Isaac.

-Tío.

-¿Qué? él lo ha dicho primero así que técnicamente no es chivarse- se exculpó. 

Me separé de su agarre por mis hombros cuando le oí hablar. Isaac se giró a verme y yo negué con la cabeza, intentando que se callara.

-¿Entonces Paige fue una de las que metió a casa?- Grace siguió su investigación.

-¡Qué eso no lo sabemos!- se exasperó Nathan, intentando no hablar más de su hermano.

Grace le miró y volvió a sonreír. -Pero podría ser. Que interesante- añadió, antes de dar una palmadita. -Gracias chicos- y dicho esto, se fue dando saltitos.

Los tres nos giramos hacia Isaac, quien había roto el acuerdo del silencio y había contado uno de los secretos de la casa a Grace.

¿En serio a ella?

-Genial tío- ironizó su hermano, antes de echar a caminar hacia la cafetería.

-Isaac- se quejó Nathan, caminando tras su primo.

El mayor de los García me miró, y yo negué con la cabeza, dándole a entender que había hecho mal.

-Has roto el acuerdo- le informé, mirándole seriamente.

-Pero Alex lo había roto prim...

-Da igual- le corté. -Tú no tienes derecho a hacerlo.

Me giré para ir detrás de Lee y Nathan, y ya de paso comprar algo para Erin, quien estaba en la cafetería desde hacía un buen rato.

El agarre de Isaac en mi mano provocó que me girara a mirarle. Su cara mostraba claramente que estaba arrepentido.

-Lo siento- murmuró, mirándome a los ojos.

Apreté los labios, sonriendo un poco. -A mí no me tienes que pedir perdón.

Y dicho esto, rodeé su cuello con mi mano libre y acerqué su cara a la mía para besarnos.


𝐔𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐭𝐡𝐞 𝐌𝐨𝐨𝐧𝐥𝐢𝐠𝐡𝐭 (𝙸𝚜𝚊𝚊𝚌 𝙶𝚊𝚛𝚌í𝚊)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora