Antes de que ninguna pudiera decir más nada, sonaron unos golpes en la puerta. Ambas mujeres de miraron y Victory abrió confusa. Al hacerlo palideció.
—Mon amour, je t'ai cherché et quand j'ai appris que tu étais à Paris, je n'ai pas tardé à venir —dijo un hombre de cabello rubio y ojos oscuros. Alicia se quedó quieta en su lugar con expresión confusa.
—Qu'est-ce que tu fais ici ? —preguntó Victory con un tono más que molesto.
—Je t'ai cherché partout.
—Je ne voulais pas que tu me trouves.
—Tu sors avec cette salope ? Tu m'as remplacé par elle ?
—J'ai rompu avec toi ! Va-t'en immédiatement de ma maison! — exclamó Victory dando un portazo.—¿Saco el traductor? —preguntó Alicia.
—Ese es mi ex.
—¿Ese gafapasta? —se burló Alicia.
—¿Qué?
—Creí que tenías mejor gusto pero veo que soy la excepción —dijo Alicia arqueando una ceja.
—¿Disculpa? —preguntó Victory.
—Nada déjalo. Me voy. Por mí no te cortes, puedes decirle que pase —dijo Alicia intentando abrir la puerta de nuevo, pero Victory la paro en seco.
—Alicia... Por favor no te vayas.La vulnerabilidad tan impropia de Victory dibujada en sus ojos hizo que Alicia apartara su mano del pomo de la puerta.
—No quiero ser una complicación más en tu vida —declaró Alicia.
—Alicia no eres una complicación. Es cierto, tiendo a huir. Porque no quiero salir herida. Pero no quiero huir ahora. Acabo de conocerte no quiero perderte aún. Quiero descubrir más cosas... Quiero que compartamos más tiempo.
—Teníamos que habernos centrado solo en el trabajo... —Declaró Alicia.
—¿Eso es lo que crees? —preguntó Victory. —Porque yo supe que depararía en algo más desde aquella tarde en la azotea.Entonces el teléfono de Alicia comenzó a sonar y esta contestó bajo la mirada atenta de Victory.
—¿Qué quieres Raquel? —dijo Alicia revelando quien era el emisor de la llamada, entonces Victory rodó los ojos.
—¿Tampoco vienes a dormir hoy, Alicia? —preguntó Raquel y Victory pudo escuchar su pregunta. La castaña rió amargamente y se sentó en el sofá.
—Raquel estoy ocupada —dijo Alicia.
—¿Ocupada con qué? Estás distraída en el trabajo, no pasas por el hotel, me ignoras... ¿Es por Lefèvre verdad? Pasa algo con ella que no quieres contarme. Somos amigas, Alicia. ¿Cuándo hemos dejado de serlo?
—No me marees Murillo tengo mucho en qué pensar. Mañana te cuento —dijo Alicia antes de colgar.—Tu amiga quiere verte —declaró Victory levantándose y abriendo la puerta del apartamento mientras le hacía un gesto a Alicia para que saliera.
—Estás celosa ¿es eso?
—¿Por qué iba a estarlo?
—No lo sé porque Murillo y yo solo somos amigas.
—Que bien por ti —declaró Victory con una falsa sonrisa.
—¿Qué coño es esto? —preguntó Alicia.
—Una oferta para que te vayas de mi casa —declaró Victory crudamente.
—Bien. Vuelve la autómata —se quejó Alicia saliendo.Victory cerró de un portazo sin ser capaz de decir nada. Posteriormente se metió en la cama mientras notaba como la ira rebosaba en cada poro de su piel.
La noche había empezado tan bien que Victory era incapaz de entender como habían llegado a ese punto tan rápido.
A la mañana siguiente en la sede, la castaña pudo ver a Pierre Dubois. Un antiguo compañero de la Interpol.
—Pierre —dijo Victory saludando.
—Victory —sonrió él.
—Vamos. Tenemos trabajo —indicó la castaña subiendo las escaleras seguida por su compañero. Al entrar al la sala de reuniones pudo encontrar a Alicia, Raquel y Marie en ella.—Buenos días —dijo Marie. —Ya he indicado a Sierra y Murillo que se añadiría a nosotras por unos días un compañero.
—Gracias Marie —dijo Victory. —Yo acabo de enterarme.
—Es un placer —dijo Pierre.Alicia le dedicó una falsa sonrisa y Raquel saludó con un movimiento de cabeza mientras todos se centraban en uno de los casos que tenían entre manos.
—Victory, he pensado que podrías ir con Alicia a recoger los documentos —declaró Marie sacando a la castaña de sus pensamientos.
—¿Qué? Puedo ir sola.
—Sigues en reposo.
—Ya estoy recuperada.
—No —reiteró Marie. —Sierra. ¿La acompañas?
—Cómo no —dijo Alicia con algo de ironía levantándose.Victory salió de la sala sin siquiera saber a donde tenía que ir pues su cabeza había estado divagando los últimos veinte minutos de reunión.
—¿Las llaves? —preguntó Alicia.
—Yo conduzco —declaró Victory sin siquiera mirarla.
—No deberías —declaró la pelirroja pero la castaña la ignoró y al llegar al coche subió a la parte del piloto. —Pero haz lo que te salga de los cojones... —añadió Alicia entre dientes.
—¿La dirección? —preguntó Victory. Alicia puso la dirección en el google maps y se lo mostró. —Bien.Al llegar al lugar ambas se bajaron y tras mostrar sus identificaciones recibieron los documentos y subieron al coche. Alicia pudo ver cómo Victory, aunque trató de ocultarlo. Dejó escapar un leve gemido de dolor debido a la herida de bala que había recibido dias atrás y que aún curaba. Entonces la pelirroja quitó las llaves del contacto del coche antes de que Victory pudiera arrancar y se bajó de Este para rodearlo y llegar a la puerta del piloto.
—¡¿Pero qué haces?! —exclamó Victory.
—Bájate del coche —ordenó Alicia.
—¿Qué?
—Que te bajes del coche.
—Dame las llaves —ordenó la castaña esta vez.
—¿Estás sorda?
—No pienso bajar.
—Pues de aquí no se mueve ni Dios, a tomar por culo.
—Te estás comportando como una cría, nos esperan.
—Estoy esperando a que te bajes. Tardaremos lo que tú quieras que tardemos.Victory completamente airada se bajó del coche con brusquedad y se cambió al asiento del copiloto cerrando su puerta fuertemente.
Alicia rodó los ojos y se subió al coche para arrancar y comenzar a conducir a la sede de nuevo.
—¿Cuánto te duele? —preguntó Alicia.
—No me duele.
—No debería. ¿Cuánto te duele? —preguntó de nuevo, pero Victory la ignoró. —Bien. A ver si tú doctor puede contestar —declaró desviándose.
—¿Pero qué haces? Da la vuelta.
—¿Piensas contestar?
—¿A ti que cojones te importa? Preocúpate por ti y por tu trabajo.Entonces Alicia frenó en seco.
—Me he cansado de este jueguecito de mierda.
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MÁS QUE TRABAJO (Alicia Sierra)
RomanceVictory Lefèvre es una importante miembro de la Interpol que tiene su vida completamente estructurada hasta que conoce a una pelirroja de ojos azules que vuelca su mundo.