Victory se infiltró en el CNI durante unos días, recopilando información y declarando que lo hacía por orden de la Interpol mientras a su vez rastreaba por cielo y tierra el rastro de Alicia.
Durante la búsqueda de la pelirroja Victory se encontró frente a una especie de túnel. Tras adentrarse en él se dio cuenta de que este comunicaba con una especie de nave.
Victory entró en esa nave polvorienta y destrozada en busca de la pelirroja más buscada del país en ese momento.
Andó apuntando son su arma hasta que escuchó quejidos provenientes de una voz que conocía a la perfección.
—¿Alicia? ¡Alicia! —exclamó Victory corriendo con su pistola siguiendo el sonido.
Al otro lado de la nave. Alicia se encontraba en labor de parto.
—Alicia tengo que meter la mano para girarlo —dijo Sergio. Pero antes de que este pudiera hacerlo, Alicia, él, Marsella y Benjamín, escucharon pasos apresurados hacia ellos. —Marsella, la pistola —declaró el profesor.
—Mierda —se quejó Alicia.
—Tranquila —trató de decir Sergio para tranquilizar a Alicia.—¡Alicia! —volvió a gritar Victory.
La castaña frenó en seco al ver a Marsella apuntándola con la pistola. Y al ver a Alicia en el suelo en su estado de dispuso a abrir fuego.
—No me jodas —se quejó Alicia.
—Tocadle un solo pelo a la inspectora y os vuelo la cabeza uno a uno —declaró Victory.
—¿Te manda la Interpol? ¿Tamayo? ¡Que hija de puta, seguro que te manda Tamayo! —exclamó Alicia.
—¿Pero tú eres gilipollas? —preguntó Victory a Alicia.
—¿Qué hace aquí? —preguntó Marsella.
—Estaba claro, solo una persona podía encontrarme... —declaró Alicia en terrible dolor.
—Señorita suelte la pistola —declaró Marsella.
—No vengo a delatarte, imbecil —declaró Victory.
—Señorita... —repitió Marsella.
—¿Te importa callarte un momento, coño? —declaró Victory sorprendiéndolo al igual que al profesor.
—No es por interrumpir esta bonita charla, pero tenemos que ayudar a Alicia a que tenga ese bebé —declaró Sergio.
—¿Te están ayudando? —preguntó Victory y Alicia gimió de dolor.
—Algo así —dijo Alicia. —Joder —se quejó.
—Creí que te tenían como rehén, secuestrada o... —trató de decir Victory. —Alicia he venido a buscarte para ponerte a salvo.
—¡¿Qué?! —declaró Alicia.
—Señorita no queremos hacerle daño a su amiga, pero suelte la pistola para poder dejar este enfrentamiento y ayudarla —declaró Marsella.
—Marsella baja la pistola —pidió Sergio.
—Victory, deja la puta pistola —pidió también Alicia mientras sufría un dolor que jamás había imaginado.Victory con la respiración agitada tiró la pistola al suelo y empujó a Marsella corriendo hasta Alicia.
—¿Estás bien? ¿Estás bien qué puedo hacer? —preguntó Victory tomando el rostro de Alicia.
—El niño viene de nalgas —declaró Sergio.
—¿Qué? —preguntó Victory.
—Tómale la mano y dale fuerza a tu amiga —pidió Benjamín.
—¿Vienes sola? —preguntó Sergio.
—¿Tú qué crees? —preguntó Victory irónica. —No vengo a entregar a nadie, me la suda tu puto atraco —dijo tomando la mano de Alicia. —Vas a tener que explicarme un par de cosas... —dijo la castaña a la pelirroja. Victory se colocó detrás de Alicia con las piernas a ambos lados y tomó sus dos manos.
—¿Qué haces? —preguntó Alicia.
—Apriétame todo lo que quieras ¿vale? —declaró Victory.
—Alicia voy a meter la mano, no empujes —declaró Sergio.
—Joder, joder, joder —se quejó Alicia debido al dolor.
—Ali. Puedes con esto. Sabes que sí —dijo Vocotry notando como las uñas de la pelirroja se clavaban en sus manos.
—Alicia voy a llegar al esternón, vas a notarlo —declaró Sergio.
—Por favor... Joder —gritó de dolor.
—Ali, puedes hacerlo. Estoy aquí —dijo Victory con la cabeza por detrás del hombro de alicia. —No voy a dejar que le pase nada al bebé ni a ti. Pero ahora tienes que aguantar un poco.
—Voy a sacarlo —declaró Sergio y Alicia lloró de dolor. A penas unos minutos después de haber empezado. Sergio había sacado al bebé descubriendo que se trataba de una niña.Alicia, agotada, se giró y miró a Victory con lágrimas en sus ojos. Solo para darse cuenta de que la castaña también tenía los ojos cristalizados. Victory se movió y se colocó al lado de Alicia.
—Sabía que podrías hacerlo —declaró Victory dejando un beso en la cabeza de la pelirroja.
Alicia tomó a la niña y la abrazó para posteriormente mostrársela a Victory. Esta, aún llorando. Abrazó a Alicia con fuerza.
Entonces todos escucharon proveniente de la pantalla que en el banco había habido una enorme explosión.
Sergio se levantó y comenzó a hablar con la banda mientras Victory miraba preocupada.
—Sergio conozco a la mitad de los militares a los que han mandado. No les importa morir. O salen victoriosos o muertos. Que lo tengan en cuenta —declaró Victory. —Tienen artificieros que meterán en la planta baja.
—Gracias —dijo Sergio.—¿Cómo me has encontrado? —preguntó Alicia aún con la respiración entrecortada.
—Se me da bien mi trabajo. Estaba en la rueda de prensa. Quise verte después pero ya te habías ido. Estuve siguiendo tus pasos y me trajeron hasta aquí.—Es la hija del presidente de Francia —musitó Marsella. —Victory Lefèvre.
—¿Qué? —preguntó Sergio.
—¿Tu padre ha llegado a presidente de Francia? —preguntó Alicia.
—Ha escalado muy rápido —declaró Victory. —Casi no le he visto, han pasado muchas cosas...
—Toma ya —dijo la pelirroja.
—Es una figura poderosa de la Interpol —añadió Marsella.
—¿Esto es una entrevista? —preguntó Victory.
—Vete —dijo Alicia. —Te vas a llenar de mierda si sigues aquí. Tamayo me ha acusado.
—Alicia cállate. ¿Crees que no lo sé? He estado infiltrada en el CNI. No me voy a ir de aquí sin ti. Y tú acabas de dar a luz. ¿Raquel está bien?
—¿Conoce a Lisboa? —preguntó Sergio.
—Trabajamos juntas —declaró Victory.
—Están, que ya es bastante, por ahora —dijo Sergio.
—¿Te han dado un tiro en el pié? —preguntó Victory mirando al profesor.
—Tuvimos un par de diferencias —sonrió Sergio.
—Joder Alicia, de milagro no me dejaron como un colador al entrar —se quejó Victory.
—De milagro, sí —sonrió Alicia.
—Su amiga nos dejó inconscientes y a él lo amenazó —declaró Marsella.
—Te diría que me sorprende que Alicia se haya hecho con tres hombres pero estaría mintiendo. La conozco bien. Si hay alguien que puede hacerlo, es ella. —dijo Victory. —Bueno. Te curaré el pie. Pero antes tengo pruebas para reventar a Tamayo, al CNI y a todo Dios —dijo Victory dando un pequeño disco duro a Sergio. —Haz lo que tengas que hacer. Y yo voy a comprar cosas de bebé y algo para curarte ese pie antes de que se te gangrene —dijo Victory cogiendo su pistola y poniéndola en su cinturón.—Victory —dijo Alicia.
—Chicles de melón con pica pica y piruletas —dijo Victory. —Creo que aún me acuerdo —sonrió antes de marcharse.Tras una media hora la castaña volvió ha toda prisa.
—He traído de todo. Ali, calmantes —dijo dándole un bote.
—Creía que estos solo los vendían con receta.
—Soy la hija del presidente del país vecino, cariño —dijo Victory. —Sergio, tu pié.
—Yo puedo curarlo si me das las cosas —dijo Marsella.
—¿Sí? —preguntó Victory y este asintió. —Gracias —dijo entregándole todo lo que había comprado.—Traje tus chuches —dijo dirigiéndose a Alicia de nuevo.
—Gracias —dijo Alicia.
—Pero antes, ¿has comido? —ante el silencio de Alicia, Victory preguntó de nuevo. —¿Cuanto hace que no comes? Da igual. He comparado una sopa para llevar en un bar que vi cerca y unos bocadillos para todos —dijo la castaña.—Gracias señorita —dijo Benjamín cuando le entregó el suyo. Posteriormente Victory entregó sus respectivos bocadillos a Marsella y el profesor quienes también agradecieron.
—Tú te lo comerás después de tomarte la sopa. Aún está caliente y acabas de dar a luz, necesitas reponer.
—Está bien —rodó los ojos Alicia mientras Victory sacaba una cuchara y una botella de agua de la bolsa.Cuando Marsella terminó de curar el pie del profesor este se comunicó con la banda. La hija de Alicia comenzó a llorar y se escuchó por el intercomunicador.
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MÁS QUE TRABAJO (Alicia Sierra)
RomanceVictory Lefèvre es una importante miembro de la Interpol que tiene su vida completamente estructurada hasta que conoce a una pelirroja de ojos azules que vuelca su mundo.