Vida Rota. (Aslan's Version)

veintiséis

- ¿Cómo? - abrió exageradamente los ojos.

-Como escuchaste, Fara.

-Aslan, no te entiendo.

-Es muy sencillo entenderlo. De él si te dejas abrazar, de mí no. - pausé- vete con él entonces.

-Pero ¿Qué pasa contigo?

-Bien que te gusta que te abrace.

-Aslan.

Asiel y Cale nos dejaron solos, se despidieron de nosotros y se marcharon a casa.

-Bueno, como sea. Hazte las ideas que quieras.

Ella estaba por marcharse, pero la tomé del brazo colocándome frente a ella porque Dalton nos miraba desde el otro lado de la calle, no quería que Fara se diera cuenta.

-vámonos de aquí.

-Espera, primero me reclamas por Dalton. Y ahora como si nada quieres que nos vayamos. - me miró y se quitó de mi agarre. - ¿pues que pasa contigo?

-Fara, ya déjalo.

-Aslan, dime y ya.

- ¡He dicho que lo dejes Fara! - alcé la voz

-Como quieras, ya nada me sorprende de ti.

Pero ¿Qué decía?

- ¿De qué estás hablando?

-No eres un santo, Aslan.

-Yo sé que no lo soy.

Durante el inicio de nuestra pelea, ella y yo habíamos caminado un poco, acercándonos a la carretera, ninguno había dejado de reclamarse, enojado, necesitaba que hablara de una vez por todas.

-Fara, habla de una vez por todas, carajo.

Ella se detuvo en seco, haciendo que lo hiciera también, molesta y roja por el enojo, se colocó enfrente de mí, firme y sin dejar de mirarme.

- ¿Quieres que hable? ¿Estás seguro de que quieres que hable, Aslan?

-Dilo ya.

-Aslan, de verdad no puede ser que tengas esa actitud, en serio, ¿Qué mierda te sucede?

- ¿Qué me sucede? Fara, tuve problemas con Dalton y aun asi eres su amiga...

-Si sabes que eso es cosa entre ustedes, ¿no? - pausó - además, no tenía idea de que hayan tenido pleito.

-Es tan obvio.

-No, Aslan. No es ni era obvio. Te comportas extraño conmigo. - suspiró- primero, me ilusionas y dices que te sientes atraído por mí. Luego, decides que siempre no y que no puedes corresponderme cuando ni siquiera sé que carajos éramos, eso ni tú lo sabes al parecer. - iba a decir algo, pero no pude - aún no termino. Después nos volvemos a ver y me evitas como si fuera a hacerte algo malo, ¿qué mierda?

-Fara... - baje la vista

- ¡Cierra la boca, Aslan! Querías que hablara, ahora me escuchas con atención. -se acercó más - Y ahora que te envié ese mensaje donde te pregunté si me odiabas volviste a la normalidad y resulta que el día del sismo decides no ayudarme cuando sabes perfectamente que siempre acudía a ti.

A este punto, ella tenia los ojos muy rojos, iba a llorar en cualquier momento y de nuevo seria culpa mía. No estaba mirándola, no podía decir nada, ella tenía razón.

-Carajo, Aslan. Todas las mierdas que has hecho las he soportado y créeme que yo no te odio por ello, te perdoné y ahora con tus cambios de humor y actitudes me haces pensar y pensar que se supone que es lo que quieres de mí. - finalmente estaba llorando - En serio, ¿Qué quieres de mí?