GOLPE DE SUERTE ━━ Santutu

17. - 𝘁𝗵𝗲𝘆 𝗻𝗲𝘃𝗲𝗿 𝗹𝗶𝗲

SANTIAGO

01.07.23 | Estadio Cívitas Metropolitano.

Estoy paseándome por todo el lugar mientras trato de encontrar a mis amigos. ¿Dónde chota se habían metido? Estoy más perdido que bailando un tango. Tampoco sé dónde dejé los lentes que traje para combinar con el outfit, después de que Germán me haya sacado un par de fotos que posteriormente subiría a instagram, los perdí y no dejaron rastro. Últimamente no me gustaba quedarme solo con mi cabeza y mis pensamientos. Creo que todo se remonta a que ludmila –la chica con la que venía saliendo– me cortó el rostro antes de subir al avión y encima, por whatssap. ¿Había hecho algo mal? no lo sabía, ella sólo se limitó a dejarme tirado sin ningún tipo de explicación porque según necesitaba un tiempo. ¿Tiempo para qué? ¿Para darse cuenta de que no quería nada serio conmigo? creo que con aquella acción lo había dejado más que claro.

Sigo caminando en el medio de la gente que se encontraba dispersada y con una euforia que no me era para nada contagiosa en ese momento. Las peleas aún no comenzaban, estaban todos charlando y algunas otras figuras pasando por la alfombra roja y siendo capturados por los flashes de los fotógrafos del evento. Cuando por fin, después de mucho caminar me volví a encontrar con Germán, me llevó directo a los asientos que se nos habían asignado diciéndome que las peleas ya estaban por empezar. ¿Tanto tiempo había estado buscándolo?

Mis gritos de emoción, junto con el de los demas presentes, se hizo notar en el instante en el que coscu salió campeón luego de la batalla en el ring con Germán Garmendia. El sector de streamers argentinos saltaba de alegría y efusividad. Yo claramente no me quede atrás. Los festejos duraron un tiempo más hasta que ya nos vimos encaminados hacia la organización de salida del evento. Mientras caminaba no tenía la vista puesta en nada en especifico, pero cierto vestido rojo –debo decir, despampanante– se cruzó en mi campo visual. Y para qué decirles que no me lleve un golpazo de realidad cuando me di cuenta que la linda portadora de aquella pieza, era malvina. Ah, la historia era larga. O no tanto, en verdad. No teníamos lo que se dice cómo feeling, no nos pasaba, entonces nos dignábamos a pelear y cruzar alguna que otra puteada de vez en cuando. Y bastante de vez en cuando, porque nos veíamos casi siempre, consecuencia de nuestro grupo de amigos. En cierto punto me divertía haciéndolo, me gustaba verla enojada, con el ceño fruncido y la nariz arrugada. Podría decir que se veía tierna hasta que escupía los peores insultos que se les podría ocurrir y entonces mi gracia se perdía y terminábamos peleando.

Aunque creo que verla con ese vestido, había provocado un raro sentir en mi pecho. Justo cuando estaba por dejar de mirarla, sus ojos se conectaron con los míos, y aquel sentir que tenía, se intensificó. Sus dos pares de ojos, que no podía distinguir si eran verdes o marrones, se toparon con los míos. No sé si era por el brillo de los mismos o porque ya no entendía ni dónde estaba parado, pero los encontré muy lindos y ella definitivamente no se quedaba atrás. Nunca me había detenido a observarla demasiado, no porque me abstuviera sino porque tampoco quería. Pero algo, en ese cruce de miradas, me pasó. Me hubiera quedado a pensar más sobre ello sino fuera porque mi amigo se detuvo a sacarme del trance.

— ¿Qué onda, gordo? no te vi desde que arrancaron a festejar —me saludó con un leve empujón en los hombros y me miró extrañado porque seguía medio embriagado con la situación anterior— ¿Viste a un fantasma o qué, boludo? —insistió con sus preguntas.

— No tarado, nomás que —nah, no me iba a poner a explicarle nada porque ya sabía como era— Nada, todo bien ¿lo viste a tomás?

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Okupa de wos suena de fondo y no puedo evitar pensar en malvina, era uno de sus artistas favoritos y siempre que estábamos juntos ponía su playlist a rodar. Sonrío ante los recuerdos que evocaba mi mente mientras estoy en un intento de ordenar el living. Me pregunto, y creo lograr entender, que en aquel momento algo había sentido, por más mínimo que haya sido. << Había un lugar en tu cama y me volví un okupa>> Ese algo que había sentido, fue intensificándose a medida que conocía más a malvina, cada vez que se reía lo volvía a sentir pero o por pelotudo o por cagón –o más bien por ambas– le restaba importancia. Pero de todas formas, anhelaba que se me ocurriera alguna boludez graciosa para hacerla reír y ver esa luz que solo ella tenía.

Las señales siempre fueron más que evidentes, sólo no quise verlas. La primera vez que dormimos juntos, cuando se caminó las cinco cuadras que nos distanciaban bajo la lluvia sólo para acompañarme luego del fallecimiento de manchi, ese sentimiento se había sellado. Y cuando la ví dormir, en mi cama, con ragnar y esa aura tan magnética y pacífica –que solo la tenía cuando dormía– ya no hubo vuelta atrás. ¿Qué decirles? era tan sólo un pobre vago enamorado y rendido a los pies de la mujer más hermosa y especial que se me había cruzado en la vida. Y eso que todo lo que hacíamos era pelear. Bueno, no realmente. Malvina era una persona demasiado empática, sin importar quién seas o qué le hayas hecho, iba a sacar fuerzas para ayudarte si lo necesitabas y conmigo no había sido distinto. Ella siempre me decía que amaba a la luna y las estrellas, bueno, yo pienso que ella es más que todos esos astros y toda la magia del universo juntas. Era más de lo que alguna vez pude llegar a imaginar y más de lo que pudiera merecer.

Siendo totalmente sincero, jamás pensé sentirme así por alguien ¿me explico? es cómo si se me desbordara el amor y no cupiera más de él en mi cuerpo. La amo por cada vez que el brillo de sus ojos iluminan mis días más oscuros, por cada vez que me golpea luego de pelear para luego besarme y olvidar todo, por cada vez que pienso que es la persona más graciosa de todas, por cada vez que me abraza si me ve triste, por cada vez que la escucho cantar en la inmensidad de su departamento –sin saber que la puedo oír– y por si faltaba algo más para enamorarme, también lo había hecho de su voz. Por cada vez que ella, simplemente, se mostraba como era.

Yo creo que la quise desde siempre, o por lo menos desde que me golpeé la cabeza en esa joda. No sé cómo explicarme sin que piensen que aquel golpe me afectó por completo las funciones cognitivas, pero era como que habíamos estado esperado ese momento ¿saben? cómo si todo el tiempo en el que no nos hablábamos haya sido simplemente un relleno para llegar al comienzo de nuestra historia.

La amo más allá de las palabras, más allá del tiempo, porque con ella descubro que el verdadero significado de la vida, lo encuentro conectando con su amor. Ella se veía como el resto de mi vida.