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—¿Entonces no nos veremos esta tarde?

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—¿Entonces no nos veremos esta tarde?

—Tu quieres que yo me vea con Teo, y no quiero que eso suceda.

—Pero el es guapo—Aria me mira con una sonrisa en el rostro dejando su café sobre la mesa, acomoda su top y se sienta frente a mi—. Ya quisiera yo que Teo se fijara en mí.

—En primer lugar, si Teo se fijara en ti solo lo agregarías a la lista de chicos con los que has follado porque eres una rubia sin corazón—bromeo—. Además, yo solo quiero a Teo como amigo, lo sabes.

—No soy Teo y eso me dolió.

—¿De que hablan, niñas?

Blair aparece con uno de sus clásicos vestidos de flores y un precioso moñito de color rosa en su cabello, ella siempre lucia preciosa.

—Maya, que no quiere querer a Teo.

—Oye, yo adoraría salir con Teo, es un chico atento, pero no se lo cuentes a Sam.

—Eso lo dices porque tienes un novio cantante—me burlo dándole un pastel—. Los hice yo.

—Mia favoritos, gracias Mayita, niñas, nunca mas tomare clases sin ustedes, la maestra Crussiel me asesino en patología ginecológica.

—Aria se durmió en clases asi que no presto atención a nada.

—Es cierto, pero juro que nunca dejare caer a un bebe.

Aria y Blair eran mis mejores amigas, las conocí en mi primer año de universidad, las tres éramos nuevas y hacernos amigas resulto ser algo mas sencillo de lo que pensé, aunque teníamos personalidades completamente distintas, estábamos en nuestro penúltimo año de obstetricia, a nada de terminarlo mas bien, solo nos faltaba un examen para terminar este semestre y el siguiente año por fin haríamos nuestros internados.

—¿Iremos a comer esta tarde? —Blair nos mira ambas expectante.

—No, Maya no quiere ir, podemos ir ambas, pero ella no ira.

—Lo siento, esta tarde hay un evento en la cafetería y prometí ayudar, ¿Por qué no vienen?

—¿Para ayudar o para comer? —Aria esconde sus ojos azules detrás de su vaso de café haciéndome reír.

—Siempre pueden ser ambas, en fin, debo irme, quede en pasar a recoger a Drake, nos vemos, las amo.

Antes de irme lejos de ellas beso la mejilla de cada una y me voy antes de poder ser una testigo de la matanza que podían darse ellas dos cuando comienzan a intercambiar ideas y descubren que no están de acuerdo con lo que piensa la otra. Afirmo mi bolso en mi hombro recordándome que si todo sale bien tan solo en una semana ya tendré un descanso de la universidad y me mente al fin podrá relajarse.

O al menos intentarlo.

—Hey, hey...cuidado, ¿A dónde vas tan apurada?

Loa ojos color miel de Teo detienen mi caminar cuando sus manos sujetan mis hombros evitando un impacto entre ambos.

Adicto a MayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora