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MAYA ALLEN DAVISON

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MAYA ALLEN DAVISON

DOS MESES DESPUES.

Cuando corto el listón rojo siento una pequeña emoción en mi pecho, inaugurar mi segunda clínica me enorgullecía demasiado porque era un sueño que tuve desde que ingresé a la universidad, era un sueño poder tener una clínica y hoy estar inaugurando una segunda es como algo irreal que jamás hubiera imaginado.

Y estas rodeada de las personas que más quería me hacía feliz, estar acompañada de las mejores personas para mí era algo único,

Pero la persona más importante para mí hoy estaba cumpliendo cuatro meses en mi vientre, los mejores cuatro meses, la realidad es que me asustaba pensar como seria el embarazo, pero habia resultado que estaba siendo una experiencia que me estaba encantando y no me gustaba imaginar que un día perdería mi vientre y ya no podría proteger de todo lo malo a mi bebe.

Todo el mundo aplaude cuando el listón rojo cae al suelo e intento controlar mis lágrimas, para mi suerte suben el volumen de la música y todos comienzan a festejar.

Se acerca el fotógrafo y me toma una fotografía que de seguro me iba a encantar porque el vestido rosa ajustado que habia elegido para usar hoy hacia que mi vientre se viera precioso.

Observo a todos en la inauguración pensando que me hubiera encantado que Drake y Leila hubieran estado presentes, pero Leila estaba en exámenes y Drake tenia asuntos importantes, pero al menos el me visito hace dos semanas, lo que me dejaba más tranquila.

Unas manos acarician mi vientre apareciendo por mis espaldas y no puedo evitar sonreír, reconocía esas manos porque eran las únicas que tenían permitido tocar mi vientre.

—Felicidades, estoy muy orgulloso de ti.

—Muchas gracias—sonrió volteando entre sus manos—. Tengo una sorpresa para ti.

—¡Si? de que se trata?

—¡Recuerdas que esta mañana tuve la cita médica? —Drew asiente algo triste por no haber podido acompañarme—. En realidad, la doctora lo sospechaba hace un tiempo, pero quiso estar segura.

—¿Esta todo bien con nuestro bebe? —me pregunta aterrorizado y yo rápidamente asiento.

—Nuestros bebes—sonrió.

—¿Que?

—¡Son dos! —aplaudió—. Por eso mi vientre se ve mas grande de lo normal.

Drew me envuelve en sus brazos haciéndome sentir ese calor al que ya estaba acostumbrada a sentir cuando el me rodeaba. Aun no estábamos juntos nuevamente, o bueno, a el le gusta decir mas que si, que no, pero aun no era algo demasiado serio.

Le habia permitido besarme dos veces aunque la segunda simplemente se le escapo, nos seguíamos tomando las cosas con calma, Drew ha tenido un gran avance que me pone muy orgullosa, habian días e incluso hubo una semana en la que me desaparecí de su vida, a propósito, mientras era "vigilado" por Ryan, increíblemente sobrevivió, aunque los primeros días estuvo algo triste.

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