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DREW SMITH

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DREW SMITH

—Bien, entonces ese trabajo lo tomara Ryan—cierro la carpeta—. ¿algo más?

—Eso es todo señor Drew, por mi parte.

—Este viernes debemos entrega el proyecto de Isaac—me recuerda uno de los chicos de los cuales aún no sabía su nombre.

—Yo me hare cargo—responde Ryan—. Bien, fin de la reunión, vamos todos a trabajar.

Cuando todos se ponen de pie y comienzan a irse agradezco mentalmente que la reunión haya acabado porque habíamos estado mas de una hora y media dentro de esta sala y mi cabeza ya no quería saber mas al respecto. Se que soy el jefe y debo estar presente, aprobar proyectos y demás, pero mi cabeza ya no aguantaba.

—Drew, en el último mes aprobaste más de cincuenta proyectos, no sé si lo logremos.

—¿Por qué no lo lograríamos?

—Porque la mitad de esos son muy grandes y tu no estas siendo capaz de diseñar—Ryan se levanta de la silla en la que estaba sentado y camina hasta sentarse en la que esta a mi lado—. Uno de esos proyectos es de John, ¿sabes lo que pasara si no lo entregamos a tiempo?

—¿Perderemos un cliente? No importa, tenemos más—le restó importancia.

—No Drew, vendrá Adam con una propuesta para comprar la empresa y lo someterá a votación.

—Votaremos que no, no es tan grabe.

—¿Quiénes votaran que no? Tu, yo y Alejandra, somos tres de diez votos y el resto nota que algo no esta bien, Drew has sido la cabeza de esta compañía mucho tiempo, te enojabas por una línea mal trazada, pueden darse cuenta si algo esta mal.

Sabia que era cierto, pero no quería creerlo porque esta empresa la habia construido yo, la diseñe yo y la trabaje yo lo suficiente para que no pudiera venir cualquiera y quitármela como si se tratara de un simple dulce.

Pero tampoco podía negar que mi producción en la empresa habia disminuido porque no estaba siendo capaz de diseñar, si lo hacia no me gustaba, yo no podía entregar cualquier cosa a mis clientes, nos contrataban justamente porque éramos una buena empresa que hacia excelentes diseños y no hacían lo que podía hacer cualquier otro arquitecto. Asi que no era tan solo que no pudiera diseñar, era que si diseñaba no estaba conforme.

—Escucha, lo sé, soy consciente de lo que sucede, te prometo que diseñare y me pondré al día, es más, iré ahora y diseñare diez proyectos.

—No necesito que sean diez, pero sí que avances.

Ambos nos podemos de pie y volvemos a nuestras oficinas, aunque deseo no haberlo hecho cuando entro y veo que Amy está ahí esperándome, comienza el Round dos por la discusión de los bebes.

—Idee un plan—Deja una carpeta frente a mi cuando me siento en el escritorio—. Una forma de tener una familia y que no sea molesto para ti.

—Amy, no es que sea molesto, no quiero.

Adicto a MayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora