26.

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DREW SMITH

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DREW SMITH

Iba a cometer una locura.

Desperté con la idea en mente y no ha salido de mi cabeza en horas y sigue sin salir de mi cabeza mientras veo a Maya probándose ropa.

Pero es de esas locuras de las cual estoy demasiado seguro, en unas horas acabaría este año y no pienso que haya mejor manera de empezar el nuevo año que llevando esta idea a cabo.

—¿Estas completamente seguro? Si te arrepiente...

—Creo que nunca he estado tan seguro Ryan—rio—. Me da igual lo que diga el resto, me siento demasiado seguro de hacerlo.

—Tu sabes que yo te apoyo, solo debo cumplir con mi papel de mejor amigo y asegurarme que no lo hagas por otra situación que no estes diciendo—lo escucho reír—. Espero que todo salga bien.

Me despido de Ryan y la llamada termina, mantengo mi mirada fija en Maya quien hasta hace unos segundos estaba viendo un vestido de color rosa que era bastante bello la verdad, ahora se encuentra caminando hacia mi con un puchero en su boca.

—¿Estoy gorda?

—¿De que hablas? —rio—. Claro que no.

—Una mujer me dijo que me veía linda con el embarazo que comenzaba a notarse—se queja—. ¿parezco embarazada?

—No, no lo pareces, pero no me molestaría crear a unas minis Mayas—bromeo.

—¡Drew! —sus mejillas se tornan rosas haciéndome reír—. Mejor volvamos al apartamento, ya me aburrí de estar aquí—suspira—. Además, tengo hambre.

—Yo estaba ilusionado con que compraras lencería para modelármela.

Entre risas entrelazo nuestras manos y salimos de la tienda, el chofer nos abre la puerta del coche y primero dejo que Maya entre para luego sentarme a su lado.

Aunque habia pensado en muchas ideas con Maya decidimos que lo mejor era preparar una cena entre ambos y no hacer nada demasiado alocado, luego de la conversación que tuvimos el día que llegamos a Londres nuestros ánimos no estaban en la cima de la montaña, pero tampoco estaban nada mal.

Sabía que habia sido un error no decirle la verdad a Maya apenas volví a ver a Amy, pero ahora que ya lo sabía todo me sentía mucho más tranquilo, Amy no me interesa en lo mínimo, ni ninguna otra chica la verdad, después de conocer a Maya y tener conmigo a alguien tan perfecta como ella en todos sus sentidos, no me interesa nadie más.

Cuando llegamos al apartamento Maya decide poner un poco de música para acompañar el ambiente mientras que yo comienzo a preparar la cena, Maya por su lado estaba decidida a hacer un pastel porque claro que ella no podía cenar sin luego comer algo dulce, eso era como cometer un delito para ella.

No soy el mejor chef del mundo, pero puedo defenderme en el área y la realidad es que Maya me ayuda bastante cuando comienza a meterse en la cocina, tampoco nos esforzamos en hacer algo demasiado extravagante, quería algo intimo de nosotros por lo que tan solo estamos haciendo pasta y carne, Maya está haciendo un pie de limón que se ve delicioso.

Adicto a MayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora