Doble cara

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Elyan sujetaba con fuerza a Laura para ayudarla a caminar, Darius calculaba las provisiones que tenían y mientras tanto Yshar, como un fantasma, caminaba a la cabeza en silencio. Atravesaron el poblado sin volver la cabeza hasta llegar al cercado donde dos granbúfalos esperaban ya ensillados y con un par de cestas de mimbre. Darius colocó las mochilas en los cestos y luego ayudó a Laura a montar. Yshar montó junto a ella, y Elyan se colocó junto a Darius en el otro animal.

El calor comenzó a hacerse más insoportable a medida que avanzaba el día. El movimiento ondulante que producían los cuerpos de las monturas hicieron que Laura entrara en un estado de sopor del que no salió hasta la hora de la comida. Pararon junto a un pequeño cráter de color pardusco y bordes cortantes y decidieron parar durante un par de horas para comer y descansar antes de continuar con su viaje.

Esta vez fue Yshar quien se acercó a Laura.

-¿Quieres que volvamos a intentarlo?- preguntó el joven vasur haciendo un gesto para señalar el espejo que Laura portaba.

La joven asintió. Sentía que el tiempo que había estado recuperándose era tiempo que habían perdido en su misión: encontrar a los enlaces de sus dos amigas y asegurar las alianzas para poder protegerlas.

Como las veces anteriores, Laura se sentó con las piernas cruzadas. Una mano en la espada y la otra en el espejo. Yshar estaba frente a ella.

-Concéntrate.- le dijo el joven.

Y Laura comenzó a notar la magia fluyendo a través de ella. Pero esta vez, a diferencia de las anteriores, Yshar se colocó un poco más cerca, con sus manos sobre ambos objetos. Al instante, Laura notó como la mente del vasur penetró en sus defensas ocupando su propio pensamiento. La energía era más intensa y recorría su cuerpo amenazando con desbordarse.

-No sé si puedo...- susurró la joven sin abrir los ojos.

-Déjame entrar.

La voz de Yshar sonó contundente y Laura hizo lo que le pedía.

La luz que emitía el espejo se hizo más intensa y las imágenes se volvieron más nítidas pero se sucedían una tras otras a tal velocidad que era difícil distinguirlas.

-Va demasiado rápido.

De pronto unos ojos brillantes aparecieron en el espejo. Unos ojos que se clavaron en Laura pillándola tan de improvisto que la joven rompió la conexión con el objeto mágico haciendo que la imagen se evaporase.

-¡No!- el grito de Yshar sonó como un rugido haciendo que Darius y Elyan se acercaran corriendo.

-¿Qué ha sido eso?- acertó a preguntar la joven casi en un susurro antes de que los dos jóvenes llegaran hasta ellos.

-¿Qué ha pasado?- preguntó Darius mientras Elyan ayudaba a Laura a levantarse.- ¿Laura estás bien?

La joven asintió sin apartar la vista de Yshar que mantenía el rostro tenso.

-¿Qué has visto?- insistió Elyan.

-No...- dudó la joven.- No estoy segura.

Yshar se levantó sin esfuerzo.

-Aún necesita más entrenamiento para poder obtener una visión completa.- dijo sin mirarla.- Pero seguiremos practicando.

Laura asintió tratando de dibujar una sonrisa en su rostro. Pero notaba que algo en el tono de voz de Yshar había cambiado. Algo que hizo que Laura se estremeciera. Porque aunque aún no controlase del todo aquella magia de algo estaba segura; esa visión no había venido de su energía, no era lo que ella estaba buscando a través del espejo, era lo que Yshar la había forzado a encontrar y estaba claro que no estaban buscando lo mismo.

Aetheria. Las Hijas de los Dioses - Libro 1 [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora