Cap 25

182 10 0
                                    

—Jefnier: "Me abres el apetito. Ven aquí."—

Y, sin prevenir, Jefnier me coge por la nuca para atraerme a él, haciendo que se encuentren nuestros labios. Mi ritmo cardíaco se acelera al tiempo que yo me arrimo aún más a él para probar sus exquisitos labios.

Este beso es divino. Suave y salvaje a la vez. ¡Su intensidad, su calor, su sensualidad! ¡Me vuelve loca! Tengo sed de este sentimiento que está naciendo en mi interior.

La manera que Jefnier tiene de besarme me desconcierta y hace que nazca en mí un deseo cada vez mayor en mi bajo vientre. Poco a poco, Jefnier va abriendo los labios y su lengua me viene a pedir un acceso más íntimo. Acaba de atravesar la barrera de lo legal.

Cedo ante él, apretando las manos en su nuca. Nuestro asunto se vuelve cada vez más ardiente. Me inclino hacia un lado para ofrecerle mi cuello. Él me ofrece una lluvia de besos por todo el cuello que me hace temblar cada vez que sus labios tocan mi piel.

Miro lo que hay a nuestro alrededor por el rabillo del ojo: su chaqueta está sobre la cama, bastante cerca de mí. Lo suficientemente cerca como para que pueda meter la mano en el bolsillo y coger las llaves.

Este beso me hace olvidar totalmente mi principal objetivo. Robar las llaves de su coche y huir.

Jefnier me abraza aún más fuerte y me besa con mayor fervor. Su abrazo es fuerte y viril, me dejo llevar y disfruto del momento presente dejando de lado por el momento mis proyectos inmediatos.

Se aparta de mí, Se cruzan nuestras miradas y se quedan clavadas. Él está a la altura de mis pechos y yo agacho la cabeza para verle mejor. Le paso un dedo delicadamente por encima y noto como un escalofrío recorre el cuerpo de Jefnier en ese preciso instante.

Nuestras respiraciones entrecortadas se mezclan, me pongo remilgona entre sus brazos antes de lanzarle una sonrisa provocadora. Hace una risita y luego levanta la cara para mordisquearme la oreja.

—Jefnier: "tan odiosa y me haces desearte tanto.."—

Pero justo cuando estaba a punto de besarme de nuevo, alguien le llama en el pasillo.

—¿¿¿???: "¡¿Jefnier?! i¿Dónde carajo estás?!"—

—Jefnier: "Mierda! ¡Tanto que joden!"

Me aparta más bien suavemente, con una sonrisa disculpona en la cara, antes de levantarse para ir a abrir la puerta.

Le doy las gracias interiormente a mi ángel guardián por haber puesto fin a esta farsa. ¡Un poco más, y por poco estoy desnuda!

—Jefnier: "¿Qué pasa ahora?"—

Veo a Joe entrar por la puerta y me apresuro en ponerme bien la camiseta. Cuando me ve, frunce el ceño, pero aún así no hace ningún comentario. (Vaya, mierda...)

¡Solo me faltaba esto, que Joe me viera en una situación así! ¡Sinceramente, me doy asco a mí misma!

¡Este no es el momento de tener remordimientos, Jessica! ¡Has hecho lo que has hecho y te toca asumirlo!

—Joe: "Preguntan por ti, bro."—

Jefnier me echa un vistazo rápidamente antes de decidirse.

—Jefnier: "Esta bien, ya voy. Quédate aquí, Jessica. Vuelvo enseguida. Aún no he terminado de enseñarte el trabajo.""—

—Jessica: "No me hagas esperar mucho... ¡No lo soporto!"—

Jefnier me lanza una sonrisa para caerse de espaldas y luego sale del cuarto siguiendo a Joe. Cuento despacito hasta cinco en mi mente antes de ir a comprobar que Jefnier está bien ocupado.

𝕻𝖊𝖑𝖎𝖌𝖗𝖔 (lunay-Jefnier Osorio )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora