𝕻𝖊𝖑𝖎𝖌𝖗𝖔 (lunay-Jefnier Osorio )

Cap 4

Jeimax traga un poco de café antes de contestarme. Parece que no tiene muchas ganas de contarme.

—Jeimax: "Digamos que empatizo."

—Jessica: "¿Qué quieres decir con eso de que empatizas? ¿Que significa eso?"

—Jeimax: "¡Bien! Los problemas familiares, los hospitales, conozco todo eso. Nada mas."

—Jessica: "Lo siento, no lo sabía."

—Jeimax: "No tienes que sentirlo, Jessica. Así es la vida."

Como el dice: ¡Así es la vida! Aprieto los ojos y le miro detenidamente. ¿Que ha pasado en la suya?

Me apetece saber más. Con un poco de suerte, Jeimax tal vez tenga una solución a mi problema.

Esto...¡Ni hablar! Está fuera de cuestión mezclarle con todo esto. Pero eso no me quita de sentir curiosidad...

—Jessica: "Cuando hablas de problemas familiares...¿Es tipo, un hermano o una hermana?"

Jeimax se encoge de hombros, misterioso.

—Jeimax: "Es una manera de ver las cosas, princesa."

—David: "Si, ahí, eso es."

Jeimax se gira de nuevo hacia David. Los dos hombres intercambian una mirada que habla por sí misma. ¡Y yo no entiendo nada!

(¡Cuanto odio eso! O dicen las cosas claramente, o que no digan na'.)

—Casandra: "¿Aún está aquí?"

Me giro bruscamente.

Con las tonterías de Jeimax y David, no he puesto atención a lo demás. La responsable de recursos humanos está de pie bajo la puerta. Sus ojos parecen escopetas, listas para disparar, que estarían apuntándome directamente a mí.
Pero cuando ve a Jeimax, su mirada se amansa en un santiamén...

Me levanto para ir a tirar mi vaso a la basura.

—Casandra: "pensaba que le pagábamos por realizar un trabajo de comunicación, señorita travejo."

—Jessica: "Así es, señorita Miller."

—Casandra: "Por lo que veo, hubo un error cuando la contrataron. ¿Tal vez debería pedirle al sr. Simons que le busque otro puesto?"

—Jessica: "Mire, hemos..."

La responsable de recursos humanos apunta hacia mí con su dedo índice perfectamente manicurado.

—Casandra: "¿Un puesto de pinche le convendría? Así podría aprovecharse de la cafetería."

(¡Por supuesto! ¡Y tirártela a la cabeza también!)

—Casandra: "¡A trabajar! Ahora mismo."

Me mira con desprecio como si le estuviera hablando a una cucaracha. Si no me retuviera, creo que le arrancaría la lengua. ¡Así se metería menos donde no la llaman!

De repente, Jeimax me pone la mano en el hombro. me hace un gesto para que le siga y no le preste más atención a Casandra. Lo hago y salgo de la salita de reposo después de haber hecho una peineta en dirección de Casandra, que está de espaldas. Lo que hace mucha gracia a Jeimax, que me lleva en dirección de nuestro despacho. Hasta David me aplaude. ¡Lo he visto en sus ojos!

Acompañamos a David hasta el ascensor, que toma para subir a su planta. Jeimax y yo vamos a nuestro open space.

Cuando estamos llegando, caigo en la excusa que Jeimax le ha dado a Gabriel. Tengo que saber lo que le ha contado para justificar mi ausencia. Más vale que nuestras versiones concuerden, por si vienen a pedirme cuentas.