𝕻𝖊𝖑𝖎𝖌𝖗𝖔 (lunay-Jefnier Osorio )

Cap 46

—¿¿¿???: "Basu..."—

Incluso de rodillas, el individuo no se viene abajo y hace gala de una insolencia fuera de lo común. Siento que Jefnier está empezando a cabrearse.

La pierna de Jefnier inicia de pronto un movimiento. Pulveriza literalmente la pantorrilla del tipo, haciéndole pegar un grito de dolor. Me quedo sorprendida ante la violencia del acto. Jefnier, por su parte, me hace un gesto para que me acerque, mientras que el otro chico se desgañita.

Voy hacia allí y me planto delante de ellos. El tipejo borracho sigue poniendo mala cara. Su rostro se ha deformado con el golpe.

—Jessica: "iAy, ay, ay! ¡Ya está! ¡No ves que está completamente borracho!"—

—Jefnier: "¡Me importa un carajo! Va a pedirte perdón, si no, le muelo el brazo."—

—¿¿¿???: "Arranca pal carajo... tú y tu put..."—

Se me sube la sangre a la cabeza. Sin pensármelo, le pego un puñetazo en la mandíbula al perturbador.  Jefnier le suelta, medio sorprendido, medio admirativo.

—Jessica: "¡Eso es por lo de "muñeca", cabrón!"—

El hombre se tambalea, un poco mareado, y luego, echa un escupitajo de sangre al suelo. Aprovecho para subirme el vestido dejando ver mis muslos, antes de quitarme los tacones. ¡Te juro que le parto la cara! ¡Casi que me daba pena, pero ahora, haciéndose el chulito, me pone enferma!

—Jefnier: "jessica-li en acción!—

—Jessica: "¡Tu cierra el pico!"—

Justo cuando levanto la pierna para darle otro golpe, Jefnier se me adelanta y coge al tipo por la camisa. Le levanta sin dificultad y lo pone contra una de las paredes de la calle. Le aprieta poníendole el antebrazo en la garganta haciendo que se sofoque al instante. Luego, Jefnier pone su pierna sobre sus genitales.

—Jefnier: "¡Bueno, ya basta de hacer el payaso! Te vas a poner de rodillas y pedir perdón, ¿entiendes? Si no, te saco las tripas con mis propios dientes... ¿Lo entiendes?"—

El borracho asiente con la cabeza frenéticamente. Veo que está sudando en la frente. Está alucinando. Despacito, Jefnier le va soltando para que cumpla. El tipo da unos pasos adelante y se pone de rodillas delante de mí, mirándome fijamente a los ojos.

—¿¿¿???: "Yo... lo siento."—

—Jefnier: "¿Lo siento, quién? ¡Se dice Jessica!"—

—¿¿¿???: "Lo siento... Jessica..."—

Estoy boquiabierta. Jefnier me sorprende cada vez más. Tiene una capacidad de persuasión increíble que poca gente tiene.

—Jessica: "¡Que sea la última vez que le tocas las narices a una chica! ¿Lo comprendes?... ¡Dilo!"—

—¿¿¿???: "Sí, en... tendido... no lo vuelvo a hac....ñora."—

—Jessica: "¡Más te vale! Si no, este señor que está ahí, vendrá a buscarte....Te arrancará las joyas de la corona y ya te puedes imaginar el resto..."—

—Jefnier: "¡Ándate con cuidado! ¡Ahora, largo de aquí, basura!"—

No sé cómo, pero como por milagro del Espíritu Santo, el tipo se levanta más rápido que una bala. Nos quedamos mirando como se va, no sin esfuerzo, arrastrando su pobre pierna destrozada.

—Jessica: "¡Qué imbécil! ¡Podía haberle partido la cara."—

—Jefnier: "¿Tú? ¡No me hagas reír! ¡Tú le ibas a hacer un strip-tease! Menos mal que intervine a tiempo... Habrías acabado en pelotas."—