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Después de lo sucedido en el comedor sentía la incomodidad de estar con Enzo, gracias al cielo no tuvimos la oportunidad de hablar ya que nos la pasábamos haciendo escenas, lo peor esque iban solo 50 minutos de película, asique nos espera un gran camino de amistad junto a Enzo y el set.

Ya eran las 22:00, tan solo 2 horas para irnos de ese lugar, me encontraba sentada y en pose fetal con mi capucha reconciliado el sueño.

Estaba exhausta, cada que me quejaba de algún dolor Laura me decía que parezco a una vieja.

Las emociones que habían aparecido esta semana me tienen emocionalmente hecha mierda.

Las confusiones de todas las personas también, solo deseaba una cama y mínimo 6 meses de vacaciones.

-Enzo y Sofía, están libres, vamos a tener que trabajar con la escena de otros personajes.-Escuche la voz de Laura a lo lejos.

Un suspiro de tranquilidad se aporedo en mi, normalmente nos quedábamos más horas por ser los personajes principales, pero hoy fue otra cosa.

Me levante muy despacio de la silla para que no me maree mucho.

Fui a por mis cosas que se encontraban en mi camerino para poder irme.

Camine un rato hasta llegar al estacionamiento y poder irme.

Pero una mano en mi hombro tomo mi atención dándome un cagaso inmenso.

-Ay Enzo, me asustaste.-Dije poniendo mi mano en mi pecho.

Ahora en vez de asustarme me ponía nerviosa lo cerca que estaban nuestros cuerpos, el aire cálido de su cuerpo llegar al mío haciéndome poner cada segundo nerviosa, su respiración era más fuerte de lo habitual.

-Que te está pasando?-Dijo agarrándome de los hombros.

Apreté mis labios y desvíe mi mirada.

-No tienes que preocuparte, voy a mejorar.-Dije aún si mirarlo.

Sentí su mano ir hacia mi cuello y girarlo para que pueda ver mi rostro y mirarlo a el.

-Puedes mirarme?-Dijo al ver que seguía teniendo la mirada hacia abajo mirando el suelo.

La posición en que me tenía no era tan amistosa para mi, no podía retroceder porque se encontraba la puerta de mi auto, ni podía caminar hacia delante porque estaba el a unos pocos centímetros mío.

Dios esto no era una escena de Catalina y Pedro, porque me estaba haciendo esto?

-Sofía.-Dijo con esa voz tan, perfecta...

Escuchar mi nombre hizo que visualice su rostro tímidamente, soy una persona que odia el tacto físico, me ponía muy nerviosa o tímida en ese tipo de situaciones, y tener a un hombre que llamó mi atención desde el día que lo vi, a tan solo unos centímetros mío y su mano posada en mi cuello, no puedo explicar como me tenía este hombre.

-Enzo, porfavor.-Le supliqué para que deje se insistir sobre ese tema.

-De casualidad Karla te ha dicho algo?

𝐃𝐈𝐅𝐄𝐑𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀𝐒 | 𝙴𝚗𝚣𝚘 𝚅𝚘𝚐𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora