Capítulo 14: Empezar otra vez.

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Sufrí un desmayo por perder cierta cantidad de sangre, cuando desperté estaba en la camilla de la enfermería de la escuela.

Debo reconocer que mi primera impresión al despertar no fue buena.

-Oh, ya estás despierta.- Habló Caitlyn mientras anotaba algo en un tablero.

-Mierda. Dime que tu no me atendiste.- ¿Lo dije o lo pensé?

Mierda. Mierda. Mierda.

Lo dije. La mirada de Caitlyn desubicada y enfadada y la mirada de sorpresa de Ethan me lo confirmaron.

Pude notar un astillo de sonrisa en los labios de Ethan.

-Bien creo que la paciente aún está delirando.- Habló por primera vez la señora Cris, encargada de enfermería.- Señorita Myers.- Dijo examinando mi vista.- Le comunicó que se encuentra en perfecto estado y que lo que sucedió con su pierna se encuentra arreglado. Algo que un par de puntos que puede solucionar.La única recomendación que le doy es que visité a su médico personal por que hay algo que no me cuadra con su ritmo cardíaco. Y una buena alimentación para evitar que se este desmayando cada que pierda sangre. Eso sería todo. Sí hay algo más en lo que pueda ayudarlos con gusto los atiendo en mi oficina.- Finalizó saliendo por la puerta del consultorio.

Ethan se acercó con rapidez a mí cuando intenté levantarme.

-Cuidado Lía. Podrías marearte.- Murmuró levantandome con cuidado por el codo.

Alcancé a ver como Caitlyn hacía un mal gesto.

-¿Sucede algo? ¿Te sientes mal o algo así? ¿Por qué pones esa cara como sí algo oliera mal?- Hablé sin conectar mi cerebro con mi boca. En seguida me tape la boca con ambas manos.

¿Qué carajo sucedía conmigo? ¿Por qué no podía controlar lo que decía o mínimo detenerme?

Ethan soltó una carcajada al escucharme.

-Sí que te hizo buen efecto lo que haya sido que te suministraron .- Se limitó a decir aún riendo mientras me ayudaba a ponerme de pie.

Sentí que la cabeza me dio vueltas y me maree. Me aferre fuertemente del brazo de Ethan.

-Tranquila, te llevaré a casa para que puedas descansar.- Dijo ayudándome a caminar.- Nos vemos Caitlyn.- Se despidió con la mano y pude notar que contuvo una risa.

Caitlyn refunfuño algo cuando pasamos a su lado.

-Tienes popo de pájaro en tu frente.- Grité antes de salir del consultorio.

Ethan explotó en risas.

-¿Qué sucede? Trate de ser amable. Alguien tenía que decírselo.- Dije casi en un balbuceo.

-No era popo de pájaro Lía. Era un lunar.- Dijo sin dejar de reír.

Sentí como me sonrojaba pero no podía hacer nada al respecto.

-Pobre chica. Vivir toda su vida con un lunar que parece popo de pájaro. No quisiera estar en su lugar.- Musite entre dientes.

-Ay Lía! Quisiera que este efecto no terminara nunca.- Dijo Ethan mientras abría la puerta de su auto y me ayudaba a subir en el.

-¿Por qué?- Pregunté arrugando la nariz.

-Me agrada la Lía drogada y me agrada la Lía en juicio.- Respondió dándome un beso en la frente.

Manejo en silencio hasta mi casa, y se detuvo frente al andador.

Sus palabras no dejaban de dar vueltas en mi mente.

Con cada latidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora