¿Ethan? Seguía en shock por lo que minutos antes Marshal nos acababa de contar. Pobre Ethan. Ahora lo entiendo.
Yo también perdí a mi persona favorita.
El timbre anunció el final de mi día.
-Genial. Me largó a casa.- Dije levantando mis cosas.
Marshall y Dave me imitaron.
-Joder, ¿Ya terminaron tus clases?- Preguntó el pelirojo casi ofendido.
Asenti con la cabeza con una enorme sonrisa en los labios.
-La suerte de la castaña el pelirojo la desea. Algo así es el dicho ¿No?- Preguntó Marshall divertido.
Yo reí entre dientes.
-¿Por qué clase te quedas?- Preguntó Dave mientras caminábamos fuera del aula.
-Creo que...- Murmuró Marshall sacando una bola de papel de su mochila y desdoblandola. Tuvo que cerrar los ojos para leer lo que decía.- Sí, sí ahorita Lenguas después Química y soy libre.- Dijo aventando de nuevo la hoja arrugada a su mochila.
-Genial. Yo también tengo Química a la última. Te veré ahí. Y será mejor que te apresures a la clase de Lenguas porque la miss Jessie no es nada agradable cuando se enoja. -Dijo Dave mientras se despedia de nosotros con la mano.
-Nos vemos Myers.- Dijo Marshall dándome un beso rápido en mejila mientras corría a su clase.
Reí en bajo. Estos dos chicos hicieron de mi última clase lo mejor.
Di la vuelta rápidamente y choque con alguien que venía apresurado, me tumbo al piso.
-Auch. Lo siento.- Musite al escuchar a la otra persona quejarse.
-¡Caray! ¿Qué pasa contigo Lía? -Exclamó Ethan. Quien me levantó tirando suavemente de mi brazo.-¿Por qué te disculpas todo el tiempo?- Siseo.- Además deberías de tener más cuidado, ayer estuviste en un hospital- Dijo con el ceño fruncido.
Asenti con la cabeza como una grandísima tonta hasta que él me soltó y continuó deprisa su camino.
¿Qué rayos ocurría con él? Sí, entendía la situación que estaba viviendo pero no era justo que me hiciera sentir como una molesta piedra en su camino.
No quería llorar, es más no tenía porque llorar.
Jason Renaud no había arruinado mi día. Ethan Thompson sí.
Ojos azules, cabello despeinado, atractivo, era claro que iba a ser un problema.
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Con cada latido
FantasyEl mundo de Lía era: Universidad, amigas y su madre. Ethan Thompson llega a cambiarlo todo. De repente la vida de Lía da un giro totalmente ajeno a su realidad. ¿Podrá llevar cada latido hasta el final? Portada hecha por: @brave.dsprx en Instagram