Lía
¿Ethan? Simplemente no podía recordar a alguien llamado así. Entonces ¿Cómo habíamos estado en un accidente juntos sí no recordaba quién era él?
Traté de forzar mi cabeza mientras la enfermera me llevaba en silla de ruedas a la habitación donde se encontraba internado Ethan.
Convencer a mi madre de convencer al doctor no fue tarea facil. Pero logré 5 minutos a solas en la habitación con Ethan.
Al llegar a la puerta alcancé a ver a Luke al final del pasillo con una chica.
Mis cejas se juntaron al ver que él la sostenia de la muñeca. Pero no parecia ser un gesto amable mas bien parecía como sí la estuviera reteniendo de ir a algún lado.
Lo saludé con la mano y él me dedicó una sonrisa rápida y forzada. Luego sus facciones volvieron a tornarse serias.
La chica que estaba a su lado era una chica de cabello rubio largo, y ojos enormes, con suficiente delineador negro alrededor de ellos, y su boca tenía un color rojo intenso. La chica era hermosa. Pero la manera en la que me miraba me ponía los pelos de punta.
Volví la vista hacía la puerta cuando la enfermera la abrió para dejarme pasar.
-Sólo 5 minutos.- Dijo con voz ronca antes de dejarme dentro de la habitación y cerrar la puerta.
La mujer se veía agotada y aburrida de este lugar. Si la suerte estaba de mi lado me dejaría más de 5 minutos aquí.
Me acerqué a la cama como pude. Los brazos se me hacían pesados y me ardían con cada movimiento. Me mordí fuertemente las mejillas para restarle importancia al dolor en mi cuerpo.
Entonces lo vi. Algo me recorrio en el interior de mi cuerpo. Pero no lo reconocí. Nunca había visto ese rostro antes. Era un chico guapísimo. Incluso aún con los moretones que inundaban casi por completo su rostro y un labio hinchado. De repente sentí el impulso de correr y curar todas esas heridas. No entendía que era esa sensación pero permanecí en la silla.
-¿Lía?- Escuché mi nombre salir por sus labios. Con voz ronca.
No dije nada solo me recargue sobre mi pecho y alcancé su mano.
Él volvio a repetir mi nombre.
Supe que le estaba costando trabajo al igual que a mi abrir los ojos.
-Sí.-Dije con timidez.
-¿Estás bien?-Preguntó con calma.
-Sí.-Volví a decir.
-Lo siento mucho amor...-Susurró.
¿Amor? Solté su mano con rapidez. Él me había dicho ¿Amor?
Ethan abrió los ojos de golpe y me miró fijo.
Azules. Era un precioso azul. Desvíe la mirada que de repente me hizo sentir intimidada.
-Perdóname.- Insistió y de repente lo escuché llorar.
Volví la vista hacía él.
-Esto no es tu culpa.- Fue lo único que pude decir aunque realmente no sabía a que me refería.
Las lágrimas comenzarón a correr sobre sus mejillas.
-Mirate. Estas así por mi culpa. Pero Lía sí algo te hubiera pasado, créeme... Jamás me lo hubiera perdonado.-Dijo secando sus empapadas mejillas con su brazo.
No sabía que decir. Me sentía aturdida. Quería confesarle que no lo recordaba. Que no tenía idea de quién era y tampoco tenía idea del porque me llamó amor. Pero no me atrevía a decirle nada. Sólo quería sentarme ahí, a su lado, en silencio y estrechar su mano hasta que las lágrimas cesaran.
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Con cada latido
FantasíaEl mundo de Lía era: Universidad, amigas y su madre. Ethan Thompson llega a cambiarlo todo. De repente la vida de Lía da un giro totalmente ajeno a su realidad. ¿Podrá llevar cada latido hasta el final? Portada hecha por: @brave.dsprx en Instagram