Capítulo 32: Me quedé, para siempre.

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Lía

Mi alma sintió un gran alivio al mirar de nuevo a Luke. No dude ni un segundo en levantar su rostro entre mis manos y abrazarlo. Quería llorar pero las lágrimas ya no me salían.

-Estás aquí.- Susurré mientras lo estrechaba aún más.

-Siempre lo he estado.- Respondió él mientras correspondía a mi abrazo.

Pude sentir su respiración en mi cuello y entonces recordé lo que había dicho Charlotte.

Me separé de manera abrupta de él.

-Luke dime que no es real lo que dijo Charlotte.- Dije mordiendo mi labio con fuerza.

Luke junto las cejas.

-¿Sobre qué?- Preguntó confuso mientras se sentaba a mi lado sin dejar de tomar mis manos.

-Que renunciaste a tú existencia- Murmure.

Luke no respondió.

-¿Es real? ¿Por qué lo hiciste Luke? ¿Qué te orillo a hacerlo?- Pregunté sutilmente.

Luke bajo la mirada.

Por un instante sentí que había herido sus sentimientos. Pero no era eso lo que había querido decir. Aún así me sentía culpable.

-No sé que decir Luke, por una parte me hace feliz pero...-Suspire.- Tienes un alma pura y hermosa. Fuiste y eres un hermoso ser, y temo que la vida aquí en la tierra vaya a lastimar a ese bello ser que eres.- Dije en voz baja mientras estrechaba sus manos.

Luke me dedicó una sonrisa torcida.

-No me equivoqué al renunciar a mi otra vida. Tu eres el ángel aquí Lía. Y no dudes que siempre estaré cuidándote.- Dijo sonriendome antes que la enfemera me dijera que ya podía pasar al cuarto de Ethan.

Luke me dedicó una mirada aprobatoria y yo caminé detrás de la enfemera, no sin antes abrazar a Luke con tantas fuerzas como me fueran posibles.

Aquello se había sentido como una despedida. Imposible.

Al llegar a la habitación de Ethan, entré con mucho silencio.

Él parecía estar dormido. Casi me caigo al verlo de nuevo.

¿Cuánto tiempo? Realmente ¿Cuánto tiempo había pasado desde aquél accidente. ¿Cuánto tiempo habíamos estado separados?

Caminé despacio hacía él mientras seguía contemplando su rostro.

Ethan había bajado de peso y a pesar de estar dormido su rostro reflejaba cansancio.

La preocupación se adueñó de mí.

-El amor apesta.- Siseo aquella voz que temía volver a escuchar.

Charlotte se encontraba a lado mío mirando en la misma dirección que yo.

-Míralo, luchando por sus últimos minutos de vida sólo por ti. Patético ¿No? Bien, mi trabajo aquí está hecho.- Dijo sonriendome ampliamente.- Fue difícil, oh sí. Llevó su tiempo, oh sí. Pero cuando su corazón dejé de latir entonces, habré ganado. Y eso será...- Dijo mirando su muñeca sin reloj.- En un par de minutos.- Así que chica, no soy celosa. Te otorgó estos minutos a solas con él para que te despidas. Total, después lo tendré todo el tiempo.- Canturreo mientras caminaba a la esquina de la habitación.

El pánico me atravesó los pulmones. Tenía que estar mintiendo. Ethan no podía morir. No podía. No ahora.

Mis mano comenzaron a sudar sin saber que hacer.

Corrí con una enfemera que llegó a checarme a Ethan en seguida, pero se limitó a decirme que los signos vitales eran los mismos que había tenido últimamente y que no tenían mucha esperanza sobre él.

Quería llorar, golpear a alguien, quería gritar.

Charlotte me observaba desde la esquina con una sonrisa burlona en su rostro.

-¿Sabes qué es patetico?- Dije alterada.- Alguien como tú. ¿No puedes aceptar que Ethan ya no te ama?- Gritonee.- ¿Acaso quieres que él esté a tú lado sin que sienta tantito amor por ti? Al principio te tenía compasión, ahora me causas lastima.- Dije al borde del llanto. Ella me miraba con los ojos enrojecidos.- Ni Ethan, ni Rob, ni los seres con los que conviviste te merecen. ¿Dónde quedó Emma? ¿Dónde quedó aquella chica a quién todos amaban? Que tristeza me da al recordar a Ethan y a Rob cuando hablaban de ti. Para ellos significaste todo pero ahora eres tan sólo nada. Sí quieres llevarte a Ethan déjame decirte que no recuperaras nada de lo que antes tenías. Así que suerte. Yo me quedó con él hasta el final. Y no cantes victoria,  él tiene a alguien así como yo tenía  Luke, así que todos lucharemos por él hasta que su corazón deje de latir e incluso después de eso- Finalicd acercandome a Ethan y tomándolo de la mano mientras acariciaba su pálido rostro.

-No te vayas.- Susurré.- Te amo.- Dije en un suspiro mientras mi cabeza caía sobre su pecho.

Miré a Charlotte en la esquina una última vez antes de cerrar los ojos y entonces Ethan emitió un leve suspiro.

Abrí los ojos de nuevo y Charlotte ya no se encontraba ahí.

-¿Ethan?- Pregunté con miedo mientras le tomaba el pulso.

Di gracias mentalmente. Aún estaba con vida.

Sentí su mano apretar la mía.

-¿Ethan?- Repetí esperanzada.

-Lía.-Susurró él.

-Ethan.-Repetí abranzandolo con delicadeza.- Quédate, quédate, quédate.- Suplique mientras lloraba.

Él acaricio mi cabello.

-¿Recuerdas el día que nos conocimos? ¿Cuando me quedé a cuidarte en tú casa? Me pediste algo similar: Quédate, dijiste y me quedé, para siempre.- Murmuró con voz ronca mientras sonreía y me volvía a mirar con esos ojos hermosos.

-Te amo tanto, voy a estar aquí, cuidándote, ¿está bien?-Dije robándole un beso a sus labios mientras me sentaba a un lado de la cama sin soltar su mano.

Ethan me sonrió antes de que una lágrima rodara por su mejilla.

Charlotte:

Aquello había dolido.

No era como sí nunca nada me doleria. Sentí dolor desde el día de mi muerte.

¿Por qué a mi?

Aún era joven, tenía muchas metas y planes en mi vida. Tenía una vida perfecta a lado del hombre perfecto.

Y en un instante todo terminó.
Todo se hizo polvo.

Me sentía confundida. Llegaron a recoger mi alma pero me opuse a ello.

Yo tenía que vivir, no podía morir. No quería otra vida. No, yo quería seguir siendo Emma. Anduve vagando en la nada por días, buscando algo que me recordara estar viva.

Regresé a Ethan y entonces apareció ella. La rabia se adueñó de todo y el odio creció en mi.

Busqué mil maneras para deshacerme de ella y ninguna la logré.

Luke siempre estuvo cuidandola. Incluso cuando renucio a su cargo.

Lía siempre cuidó de Ethan, siempre lo amo incluso ciando yo estaba ganando el alma de Ethan. Su amor lo protegió hasta el final.

Y a mi me derrumbó, él, Rob, mi familia. ¿Cómo pude hacerles esto? Yo los amaba. ¿Quién fui yo durante todo este tiempo?

Con cada latidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora