Capítulo 16: Miedo.

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A la mañana siguiente el olor de panquecillos horneados me despertó.

Baje como zombie las escaleras y llegué a la cocina aún con los ojos cerrados.

-¿Estoy soñando o son panquecillos?- Dije recargandome en la silla.

-Sí no cocino los panques no te despiertas.- Dijo mi madre sacándolos del horno.

Instintivamente iba a tomar uno. Mi madre me dio un manotazo.

-Lía espera a que enfríen un poco. Ve a bañarte.- Me ordenó sacando los panquecillos del molde.

-Mamá no quiero ir al colegio.- Murmure haciendo un puchero.

-No iras al colegio.- Respondió ella aún concentrada en los panques.

Abrí los ojos como platos. El sueño se esfumo.

-¿Por qué?- Hice haciendo un pequeño bailesito de alegría.

-Iremos al doctor.- Se limitó a responder.

Me detuve en seco.

-Pero mamá...- Comencé.

-Ve a bañarte. Iremos al doctor. Fin de la discusión.- Concluyó ella. Mientras guardaba los panquecillos.

A regañadientes fui a darme una ducha y me arreglé.

Esperamos el autobús pacientemente y durante media hora que tardó el camino escuché a mi madre hablar sobre Luke. Que se le hacía un buen chico para mí, que le había agradado, que se notaba el interés, blabla.

Estar a solas con tú madre... A veces puede ser peligroso.

Quería hablarle de Ethan. Quería contarle que me había invitado a salir, decirle que ya éramos amigos... Pero ella rechazaría la simple idea al instante.

Llegamos al hospital y esperamos paciente a que nos atendieran.

-Señorita Myers... Puede pasar.- Habló la trabajadora social después de un largo rato de espera.

Mi madre me llevó al médico para hacerme una revisión de corazón.

Desde que murió mi padre me lleva cada dos meses a hacerme un chequeo y a comprobar que todo este en orden.

-Lía ¿Has estado cuidándote últimamente?- Preguntó el doctor después de revisarme.

Asenti con la cabeza de manera insegura.

-Lía ya habíamos hablado en la visita pasada que nada de estresarte, enojarte en exceso, alterarte, o cosas que pongan en riesgo tu salud. Debes de cuidarte- Dijo frunciendo el ceño.- Me comentó tu madre que hace 1 mes tuviste un pre-infarto. Da gracias a que te atendieron a tiempo. En tu condición y en tu antecedente médico no podemos arriesgarnos a que eso vuelva a suceder.- Finalizó con sutileza.

Nuevamente asenti y mi madre habló.

-Gracias Doctor. Se estará cuidando como es debido. Nos vemos en la proxima visita.- Dijo ella extentiendo su mano.

-Claro que sí. Cuídate mucho Lía.- Dijo el estrechando la mano de mi madre y mirándome a mi como despedida.

-Gracias.- Murmure mientras salíamos.

-Adiós al trabajo Lía.- Me dijo mi madre al salir.

-Pero mam...-

-Nada Lía. Tu no lo entiendes. Quiero que estés bien y simplemente no lo entiendes.- Respondió mi madre un poco nerviosa.

Me di cuenta que el doctor le había dicho algo antes de que saliéramos. Algo que no quería que yo escuchara.

No quise preguntar. Por primera vez tuve miedo de la respuesta que me iban a dar.

Con cada latidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora