Capítulo 26: ¿Un ángel?

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No logré escuchar ni una sola palabra de lo que Ethan había dicho en todo el camino, sólo en ocasiones cuando creía que era correcto asentir, lo hacía.

Al llegar a casa Ethan me abrió la puerta del copiloto. Pude notar una mirada de desesperación en su rostro y me sentí culpable.

-Ethan todo esta bien.- Dije tratando de sonar convincente.

-¿Qué?-Preguntó casi con histeria.- ¿Qué todo esta bien? Carajo Lía, vengo hablando sólo desde hace casi una hora, ni siquiera has escuchado absolutamente nada de lo que he dicho, y no me miras, no dices nada...- Presionó hasta quedar sin aire, luego se detuvo y suspiro frustrado.- Dime sí es por lo que sucedió anoche... Lía sí fui muy rápido... Lo siento.- Agregó cabizbajo.

Mi corazón se encogió.

-No, Ethan... Lo de anoche fue maravilloso. En serio.-Murmuré levantando su rostro.- Fue perfecto. Amé estar contigo, hiciste que todo fuera increíble. Te lo juro.- Dije dando un suave beso sobre sus labios.- Muchas gracias por la noche de ayer, de verdad. Quisiera no haberlo arruinado esta mañana, pero ha surgido un enorme problema y tengo que resolverlo ahora.- Dije en voz baja mordiéndome las mejillas.

-¿Necesitas algo? Puedo ayudarte...-Se ofreció Ethan rápidamente.

Entrelace mis dedos en su cabello.

-Ya has hecho mucho por mi. Me diste la mejor noche de mi vida.- Dije sonriendo mientras lo abrazaba.

La tensión que había acumulado Ethan se esfumó.

-Dime que podre verte esta noche por favor...- Susurró sobre mi cuello.

Mordí mi labio y sonreí más.

-¿Crees que después de lo que sucedió anoche no querré verte otra vez?- Pregunté irónica.

Ethan se echó a reír.

-Me encantas Lía Myers. Realmente me encantas.- Dijo tomando mi rostro entre sus manos y dándome un profundo y largo beso.

Después de una eterna despedida, entre a mi casa, y volví a la realidad.

Ahora tenía miedo de estar sola, esto era una maldita locura. Un sueño. Algo irreal. Quizá en algún momento iba a despertar y nada de esto habría pasado. Tal vez era mi jodida consciencia por haber pasado la noche en casa de Ethan. Esto debía tener una explicación.

Le mandé un texto a Luke para avisarle que ya estaba en casa y mientras busqué la fotografía que había robado de la casa de Rob.

Ahí estaba, era ella, maldición. La misma chica de la foto era la que estaba parada a un lado del ventanal de Ethan.

Cabello largo y rubio, silueta perfecta... Podía recordar el delineador negro bien marcado sobre sus ojos mientras me había llamado "perra" con sus labios rojos.

En ese momento deseaba que se aparecía y decirle sus cosas también. ¿Quién jodido era ella para llamarme perra?

Maldición, estaba enloqueciendo. Discutir con un ¿Fantasma? ¿Qué era en realidad ella? Charlotte...

Di la vuelta con rapidez a la foto, y ahí estaba la letra de alguien sobre el nombre de Emma.

Emma C. Marshall.

Emma Charlotte Marshall.

Realmente era ella. No habia manera de que yo supiera esto si todo esto fuera un sueño.

Ademas ese azul... Luke habia dicho que...

-Lo reconocería en cualquier lado.- La voz de Luke me hizo saltar de donde me encontraba y tirar la foto de Emma lejos de mi.

-Lo siento.-Agregó acercándose a recoger la foto.

Yo retrocedí.

-¿Cómo entraste?-Pregunté con un hilo de voz.

-La puerta estaba abierta.- Dijo sonriendo mientras me devolvía la fotografía.

Entrecerré los ojos y trague saliva.

-Luke, dejé con llave al entrar. ¿Cómo entraste?- Insistí dando otro paso lejos de él.

Luke agacho la vista y suspiró.

-Bien, lo siento. Debí tocar. Pero quería asegurarme de que estuvieras a salvo.- Murmuró.

-¿Qué? No entiendo nada.- Apenas pude decir.

-Lo sabrás pronto Lía, ahora solo dime que fue lo que Charlotte te dijo antes de irse.- Me cuestionó mientras cambiaba su peso de una pierna a otra.

Yo no sabía que contestar. Me sentía demasiado aturdida.

-¿Lía? Es importante que lo sepa, por favor...- Dijo de manera suave pero a la vez firme.

-Ella dijo que la vería pronto.- Graznee.

Luke suspiro molesto.

-Tendré que tomar medidas drásticas.- Dijo para sí mismo poniendo ambas manos en su cintura.

-Luke ¿Qué sucede? ¿Cómo sabes lo de Charlotte? ¿Cómo entraste a mi casa?- Pregunté aterrada.

-Lía primero que nada necesito que te calmes. No soy tu noviecito para que me hagas esos dramas, pero te explicaré todo ¿Esta bien?- Dijo Luke mientras caminaba al sofá y se sentaba. Yo me senté frente a él.

-Bien, quiero escucharlo.- Respondí mordiéndome las uñas.

-Bien. Emma murió. Si, así como lo escuchaste de la boca de Rob. En aquel accidente, blabla. Se le asignó una nueva vida, como a todos después de la muerte.
Claro, a todos se nos da el derecho de nacer 2 veces, esta sería su ultima vida. Por lo tanto en cuanto Charlotte lo supo, se aferró tanto a su vida anterior que no quiso volver a vivir. Y se quedó en esa línea, entre la vida y la muerte. Al principio estaba aterrada, luego le gustó este estilo de existir y permaneció así hasta que volvió a ver a Ethan. Entenderás que fue el amor de su vida, por lo tanto lo ha acechado desde que lo encontró. Y entonces llegaste tú, y Charlotte creó su propio infierno. Ha estado observándote desde que entraste a la vida de Ethan, y la verdad no quieres saber lo que pasa por su cabeza.- Dijo Luke alzando las cejas.- Se esta comportando como una niñita berrinchuda pero temo que lleve esto a otro lado. No puedo hacer nada hasta que ella no decida en hacer lo correcto o hacer lo contrario. Todo depende de su decisión. La decisión que tomé tendrá de consecuencia el lugar que tendrá. Pero... Por sí toma la decisión equivocada, aquí estoy yo. No dejaré que nada malo te pase Lía. Mas que la persona que me asignaron para tu cuidado, te convertiste en mi amiga.- Dijo Luke entre un pequeño suspiro.

Era demasiada información para digerir. Sólo tenía ganas de llorar.

-¿Entonces qué eres?- Pregunté después de un largo minuto.

-Digamos que soy como... Alguien que cuida de ti.- Dijo sonriendo travieso.

-¿Un ángel?- Pregunté incrédula de mis propias palabras.

Luke se echó a reír.

-Ni tanto, pero digamos que sí.- Dijo guiñándome un ojo.

Era Luke, no era un extraño. Era él, aún después de lo que me había dicho. Nada tenía sentido. En absoluto. Todo era una maldita locura. Pero el simple hecho de que Luke estuviera aquí para protegerme me hacía sentir un poco de ¿Alivio? Aunque tenia el leve presentimiento de que Luke estaba aquí para algo más que eso.

|| DIJE QUE IBA A ACTUALIZAR MAÑANA, PERO ME HE ADELANTADO, LES DEJO UN POQUITO. ESPERO Y SEA DE SU AGRADO. GRACIAS INFINITO POR LEER.

Con cada latidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora