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A pesar de que Katsuki dijo que todo estaría bien y ya no había nada de que preocuparse, los días siguientes a esa noche, soñaba con ella y de alguna forma terminaba apuñalandome o matandome.
Realmente estoy empezando a creer que estoy loca o solo son indicios de loquera, tenia que dormir de alguna manera, asi que tuve que tomar pastillas para dormir.

No pude evitar soltar un bostezo mientras la chica encargada de mi maquillaje, delineaba mis labios con un labial de color durazno.

Hoy era el gran día.

—Momo y yo te dijimos ayer que durmieras bien —hablo Jiro aun lado de mi.

La mire de reojo y asentí una vez que la chica del maquillaje se alejo para tomar otros productos.

—Es lo que he estado tratando de hacer —respondí— pero siempre viene ese maldito sueño y..

—Lo sé —me interrumpió— esa loca de alguna forma consiguió estar aún en tu conciencia ¿No?

—Si.

La maquillista se acercó de nueva cuenta hacia mi comenzado a poner sombra en mis párpados.

—Ya no pienses en eso, hoy es tu gran día y tienes que disfrutarlo.

Asentí un poco y sonreí apenas.

La maquillista terminó de arreglarme y pude levantarme de la pequeña silla donde estaba. Me dolía la espalda y el trasero también.

Me coloqué el vestido con cuidado y la otra chica que acompañaba a la maquillista, comenzó a arreglar el velo.

—Qué bonito que volverán a casarse —Uraraka llevo sus manos al rostro y giraba ligeramente de lado a lado mientras sonreía.

—De alguna forma están destinados a estar juntos —agregó Momo y todas asintieron.

—Destinados a estar juntos —susurre apenas, mirando mi reflejo en el espejo de cuerpo completo frente a mi.

Con forme pasaba el tiempo la hora de la ceremonia llegó y con ello, salí de la habitación en compañía de mis damas de honor.

A cada paso mi corazón latía con más fuerza, el simple hecho de saber a donde me dirigía y quien estaba esperándome de pie frente al altar, hacia a mi corazón querer explotar. El sentimiento un tanto amargo y la inquietud se disiparon dentro de mi, dándole lugar a una inmensa felicidad.

Todo se había quedado en silencio cuando llegue y me coloque detrás de la puerta que sería abierta apenas iniciada la melodía característica del piano.

Respire profundamente y saque un largo suspiro.

La chica que había ayudado a vestirme, volvió a acomodar algunas cosas de mi vestido y de mi velo también, me dio mi ramo de flores blancas.

—Felicidades —susurro antes de irse y segundos después la música comenzó a llenar el espacio.

Las puertas fueron abiertas y las personas se levantaron de su asiento, girando un poco en su lugar para verme.

Tratando de guardar la calma y que la ansiedad no me consumiera, miré solamente hacia el frente y comencé a caminar, traté de ignorar el hecho de que ahora era el centro de atención y me concentre en detallar la figura de Katsuki, que al escuchar los murmullos de la gente, se giró a verme y sonrió de una forma tan hermosa.

Di gracias que mis piernas no se hayan tropezado en mi camino hacia el altar y pude llegar sin haberme caído, tome de la mano a Katsuki y me posicione a su lado.

—Tomen asiento por favor

Habló el hombre que nos casaria y todas las personas volvieron a sentarse en las bancas.

Inusual ●| Bakugou x tn |●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora