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✧─── ・ 。゚★: . Hailey . :★. ───✧

Seguimos los pasos de Volt hasta la sala que conectaba todas las recámaras. Lexi y Quinn se habían quedado en la terraza, observando la luna, mientras Kael y yo tomábamos nuestras cosas para volver a casa.

- ¿Vamos, Hailey?, tenemos escuela mañana.-. La voz de Kael retumbaba por la sala casi vacía. Caminé detrás de él y me detuve frente a una recámara que tenía la puerta entreabierta; Volt estaba sentado en el suelo, observando una navaja crónica.

¿Acaso él no va a casa?

Su seriedad era un poco aterradora, pero hay algo detrás de ese rostro inexpresivo que llama a tener curiosidad por él, como si hubiera levantado un muro de hielo para ocultar algo.

El callejón era tan frío y lúgubre como cuando llegamos la primera vez. El charco era del mismo tamaño, los edificios brillaban de la misma forma... pero algo era distinto. Yo me sentía distinta; este mundo ya no era un misterio, estas personas protegen humanoides de seres sobrenaturales, tienen técnicas de combate, usan palabras extrañas, y nosotros estamos metidos en esto.

El agua me produjo una sensación refrescante en el rostro. La noche oscurecía el bosque mientras bajábamos por las rocas y caminábamos, en silencio.

- Kael...- dije mientras me detenía a la salida del bosque. - ¿Crees que nos metimos en problemas?- susurré. Kael se acercó y colocó su mano en mi hombro.

- Siendo sinceros, ¿cuándo no nos metimos en problemas?- sonrió, recordando esos momentos en los que nos encondíamos en los casilleros de la escuela cuando los profesores inspeccionaban los pasillos, y cuando nos escondíamos en el fondo de la biblioteca para saltarnos la clase extracurricular de geología a la que nuestros padres nos habían inscripto.

- No me refiero a eso. Esto es bastante serio, y lo sabes.- suspiré. - No sé si es seguro volver allí, es que... ¡Están en medio de una maldita guerra!, y yo nos metí en ella.-. Exhalé toda mi frustración mientras me colocaba en cuclillas sobre el suelo de tierra. - Soy una idiota.-.

- Podrás ser muy terca, desordenada, osada y algo irritante cuando tienes hambre-. Kael rió suavemente al ver mi expresión seria por esa explicación. - pero de lo que estoy seguro, es de que eres una persona increíble, inteligente, valiente... y todo lo contrario a ser una idiota. Ya sabes que mi vida sería muy aburrida si no fuera por tí. Además, ¿quién no querría ser parte de una especie de guerra fuera de este mundo?, usando esas armas raras, trajes asombrosos y seres con poderes.-.

- Suena divertido.- murmuré con una pequeña sonrisa.

- ¿Qué?, me temo que no la escuché, señorita Miller.- bromeó Kael, con una mano en su oreja.

- Dije que ¡sería divertido!-.

- Esa sí es mi amiga.-. Sonreí mientras me levantaba, dejando que la luz de la luna me ilumine entre los árboles.

Tal vez esto sí sea divertido.

Tenebris: del otro lado del lagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora