✧─── ・ 。゚★: .Lexi . :★. ───✧
- Hailey... ¡Hailey! ¡Demonios!- bufé; solo éramos el suave sonido del dron y yo bajo las estrellas. - Quinn, ¿tienes conexión con Volt o con Kael?- dije a través de mi brazalete. Un pitido muy fuerte salió en lugar de la voz de Quinn, haciendo que me duelan los oídos.
El graznido de un pájaro sonó muy cerca, y caí de rodillas sobre el techo de metal cuando unas garras rayaron mi brazo con fuerza; sus plumas azules brillaban bajo la luz de las estrellas mientras se elevaba para perderse en la oscuridad.
Silencio. El dron de Quinn ya no se escuchaba; probablemente el pájaro lo había derribado.
No creo que ese animal haya llegado solo, pensé. Tal vez, Volt tenía razón.
El brazalete había dejado de funcionar, así que estaba completamente... desconectada.
Mis pies comenzaron a tambalearse, y sentía como si estuviera parada sobre arena húmeda.
- ¿Qué demonios...?- susurré; el metal temblaba bajo mis pies mientras de él salía una figura pálida con ropa blanca y un guante negro en una de sus delicadas manos. Tengwa.
Sus ojos grises me miraron directamente mientras corría en mi dirección.
- ¿Me quieres a mí?- pregunté, arrojándole unas cuchillas crónicas. - Entonces ven a buscarme.-. Ella se movía con gracia, esquivando algunas cuchillas, mientras otras le rasgaban la piel.
Corrí y salté hacia el vacío que dejaban los edificios entre ellos, desapareciendo en la oscuridad; clavé mi navaja en el metal cuando me aseguré de que ella no pudiera verme desde la cima. Lo logré.
O al menos eso creí.
La pared del edificio comenzó a moverse de la misma forma en la que lo había hecho el techo; las manos de Tengwa reaparecieron, sosteniendo un par de las cuchillas que le había arrojado antes, clavándolas en la pared para aferrarse al edificio.
Saqué otra cuchilla de mi cinturón y comencé a escalar lo más rápido que pude, pero Tengwa me seguía el paso, como una serpiente reptando en busca de su presa.
Faltaba poco para llegar a la cima cuando la Kalei'yu se balanceó para patearme una mano, haciendo que una de las cuchilla que sostenía cayera al vacío. Estaba colgada de una sola mano, y mis brazos doloridos no iban a resistir mucho tiempo.
Una sombra pasó sobre mi cabeza, y pude ver una figura en rosa y gris, con cabello blanco como la harina, bajando desde la cima del edificio con una cuerda.
Demonios, está demasiado lejos.
Busqué entre los bolsillos con mi mano libre, evitando los golpes de Tengwa con cansancio; sonreí un poco cuando toqué varias navajas crónicas.
Solo tenía una oportunidad; si fallaba, estaría en problemas. Muchos problemas.
Tomé impulso y clavé una navaja mucho más arriba de mi cabeza sudorosa.
- Hasta luego, maldita.- bufé mientras me balanceaba para patear el cuchillo del que Tengwa se sostenía. Sus ojos sin brillo se abrieron tanto que apenas pude distinguir las pupilas en su interior.
Clavé otro cuchillo, cada vez más arriba para acercarme a la cuerda, pero un chirrido me hizo apretar los dientes tan fuerte que sentí un palpitar en mi mandíbula.
El guante negro de la Kalei'yu resbalaba an los ventanales del edificio, pero sus espeluznantes uñas naturales rasgaron el vidrio, dejando que su cuerpo colgara como el de un gato enganchado en una cortina.
- No puede ser...- susurré.
- ¡Rápido, Lexi!- gritó Astrid, colgando de la soga.
Tengwa tomó su último impulso, y yo me balanceé hacia arriba, tratando de alcanzar la pálida mano de la albina. Pude sentir cómo las uñas de la Kalei'yu rayaban mi pantalón en el tobillo.
Me aferré a Astrid, viendo cómo Tengwa era cubierta por la oscuridad mientras caía al vacío.
- Suerte para la próxima, virikja.-.
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Tenebris: del otro lado del lago
Teen FictionHailey y Kael son dos mejores amigos que disfrutan de explorar a fondo nuevos lugares, pero todo cambia cuando encuentran un lago estrellado en la cima de una montaña. La profundidad los cunduce a un mundo nuevo por descubrir: rascacielos metalizado...