✧─── ・ 。゚★: .Kael . :★. ───✧
La mirada indiferente de Volt me daba ganas de golpearlo, y su actitud arrogante no ayudaba.
- Les advertí a tu amiguita y a tí que esto iba a ser difícil y peligroso, y ustedes aceptaron venir, ¿o me equivoco?- susurró.
Mis hombros se destensaron y fijé la mirada en el suelo; él tenía razón, aceptamos los peligros que implicaba ser parte de Tenebris. Ya no había vuelta atrás.
- Eso creí.- terminó Volt al ver que no respondía.
- Jefe, ya estamos listas para cruzar.- interrumpió Lexi mirando de reojo a Hailey y a Quinn, que jugaban con las sogas que habían usado para escalar los edificios.
- Bien, ¿quién quiere pasar primero?- dijo Volt ajustando la soga de la tirolesa.
Hailey dió un paso adelante y pude ver la determinación en sus ojos. No podía impedir que se arroje de la tirolesa, pero sí podía evitar que fuera el sujeto de prueba.
- Yo lo haré.- respondí acercándome al poste de metal.
- ¿Seguro?- preguntó Hailey, dudando de mi decisión. Me acerqué a ella y la tomé por los hombros.
- Estaré bien, lo prometo.- sonreí, aunque los nervios me consumían por dentro. Volteé y Lexi me estaba esperando con una cuerda negra, mucho más gruesa que las que habíamos usado para escalar, en sus manos.
- Debes tomar la cuerda por los nudos de los extremos, y que ni se te ocurra soltarte, virikja.- explicó dándome la soga.
¿Soltarme?, ni en sueños.
Cuando me puse en posición, mis manos sudorosas tomaron los extremos de la cuerda y miré hacia abajo para ver qué había: Oscuridad; nada.
Demonios.
Contuve la respiración y salté, dejando que mi cuerpo se deslice sobre la soga de metal chirriante. Miré hacia la Ciudad Imperial; se veía tan pequeña desde aquí que parecía una maqueta escolar, con autos voladores, estrellas y luces titilantes.
Iba en picada, y era demasiado rápida para ser una tirolesa; pude ver el otro poste de metal puesto en un edificio lejano. Ya casi estaba a mitad de camino, hasta que una frenada brusca me impulsó hacia adelante, haciendo que me suelte; mis dedos rozaron la cuerda, pero esta solo cayó al vacío.
- ¡Kael!-. Los gritos de Hailey hicieron eco entre los edificios mientras veía cómo mis manos se sostenían de la tirolesa con fuerza.
Caer al vacío no era buena idea, pero no podía estar colgado mucho tiempo.
Diablos, voy a morir, y mi familia nunca sabrá cómo.
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Tenebris: del otro lado del lago
Teen FictionHailey y Kael son dos mejores amigos que disfrutan de explorar a fondo nuevos lugares, pero todo cambia cuando encuentran un lago estrellado en la cima de una montaña. La profundidad los cunduce a un mundo nuevo por descubrir: rascacielos metalizado...