✧─── ・ 。゚★: .Hailey . :★. ───✧
- ¡Alto!- ordenó Volt. Me detuve, sosteniendo el arma con fuerza entre mis manos. Él se acercó a mí de una forma tan osada que casi levanto el cuchillo para defenderme.
- Mejoraste mucho.- dijo mientras miraba el relleno que se desprendía del maniquí. Su mano derecha se acercó a mi rostro y tragué saliva; sus dedos rozaron mi mejilla mientras colocaba un mechón de cabello teñido de azul detrás de mi oreja.
- Descansen.-.
- Vengan, les daré agua.- dijo Quinn mientras se levantaba, dejando en pausa su juego de carreras. Kael la siguió, echando un último vistazo a Volt y a mi rostro sudado y enrojecido por el esfuerzo que había hecho en cada ataque.
Los ojos de Volt se suavizaron cuando se encontraron con los míos.
- Bien hecho, zibá.- susurró mientras acercaba su mano a mi otra mejilla. Creo que no sabe lo que es el espacio personal.
- ¿Otro mechón de cabello?- pregunté al sentir su mano en mi rostro.
- Sí... otro mechón.- titubeó, mientras se alejaba para guardar los maniquíes.
Me tomé unos segundos para bajar el ritmo de mis latidos antes de entrar a Blood Moon, donde Kael bebía agua como si su garganta estuviera desierta.
- Toma, Hailey.- dijo Quinn, arrojándome una botella de agua que se me resbaló por el sudor en mis manos. - Ahora, colóquense sus trajes; nos acompañarán a mí y al jefe.-. Se puso la capucha negra con detalles verdes y ajustó su cinturón negro con muchísimos botones.
- Okey, ¿qué haremos?-.
- Ya lo verás, bizcochito.- respondió Quinn guiñandole uno de sus enormes ojos verdes a Kael. - Hailey, acompáñame-.
Luego de pasar por un pasillo que, si no fuera por los graffitis, estaba completamente oscuro, Quinn y yo nos detuvimos frente a una puerta negra con un brillante diseño militar.
- Ésta será tu recámara.- dijo, abriendo la puerta y dejando ver una cama contra la pared derecha y otra contra la izquierda; las armas crónicas colgaban de casi todas las paredes del cuarto, mientras que el armario empotrado ocupaba la parte del fondo de la habitación. Del lado derecho, había un escritorio metálico con fotos y una frase tallada en la parte superior:
"Sé el cambio que quieres ver en el mundo".
Del lado izquierdo, había una pequeña mesa auxiliar de metal brillante con cajones y un pequeño asiento a su lado, junto a un espejo de cuerpo completo.
- Wow, esto es increíble.- sonreí mientras me adentraba en mi nueva habitación.
- Si si, solo cámbiate rápido, tu traje debe estar por ahí, ¡suerte!- dijo Quinn, y cerró la puerta con prisa, dejando ver la figura esbelta de Lexi, que se ocultaba detrás de ella.
- ¡Oh!, Lexi... me asustaste.- tartamudeé. - No creí que estuvieras...-.
- Ahora eres mi compañera de cuarto.- interrumpió, y me dirigió una mirada de arriba a abajo tan penetrante que me sentí incómoda en mi propia piel. - Solo no toques mis cosas.-. En su lado de la habitación, Lexi se colocó una especie de chaleco policial sobre su top verde, un pantalón militar ancho y oscuro, y un cinturón parecido al mío, con muchos compartimentos para armas. ¿De dónde sacó todo eso?, ¿acaso lo robó o tendrá un familiar que se lo prestó?
- Te veré en la terraza, virikja.- avisó; sin más, se alejó y cerró la puerta detrás de ella.
Me puse los pantalones anchos y cómodos, el top azul y el cálido abrigo de torso corto con bellos detalles azules. Luego de luchar para ponerme las botas, me levanté del asiento y miré la recámara: Lexi era una verdadera artista, y necesitaba mostrarle su arte al mundo; al acercarme a su escritorio, pude ver una foto de un hombre y una mujer sonriendo en un hermoso prado con flores, y una niña sacaba felizmente su lengua mientras se aferraba a ambos. ¿Esa es la familia de Lexi?
Los demás me están esperando, pensé mientras abría la pesada puerta metálica con dificultad.
El pasillo de la sala principal estaba inundado por un silencio tan denso que parecía una película de terror ; ví el cartel sobre la puerta que daba a la terraza: "Salida". La saliva áspera quemó mi garganta, y empujé la puerta con fuerza para abrirla. ¿Estaba preparada? Definitivamente no.
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Tenebris: del otro lado del lago
Fiksi RemajaHailey y Kael son dos mejores amigos que disfrutan de explorar a fondo nuevos lugares, pero todo cambia cuando encuentran un lago estrellado en la cima de una montaña. La profundidad los cunduce a un mundo nuevo por descubrir: rascacielos metalizado...