JACK
Recuerdo haber estado golpeando.
Era duro y chorreaba algo cálido. ¿Era sangre lo que me manchaba la cara?
Seguí golpeando hasta que se durmieron los nudillos. ¿A quién estoy golpeando exactamente? No puedo verle la cara, tengo la vista nublada. Seguí golpeando sin parar, levantando polvo. Me duele la garganta y me pitan los oídos.
¿Estoy gritando?
Tardé en darme cuenta que sí, estoy gritando.
Siento algo en mi pecho, mi corazón está latiendo como loco. La adrenalina fluye por mis venas, puedo sentirlo. ¿Así se siente la euforia? Tengo un vago recuerdo este sentimiento impuro que asola mi espíritu. Sangre, carne, sabor... ¿de dónde lo recuerdo?
Recuerdo haber hecho amigos... recuerdo haber vivido años de paz. Pero... también puedo rememorar una eterna guerra. Sigo sintiendo esa euforia.
¿Cuánto tiempo ha pasado?
Yo... ¿realmente no cambié?
Al abrir los ojos, me encontré solo, en esta recámara del infiero donde esperamos a que nos compren. Atrapados en esta isla asquerosa hemos estado durante años. ¿Cuántos van ya? ¿Diez? ¿Veinte tal vez? Solo sé que Jeffrey está enorme, su tierna carita de hueso moldeable ya empieza a deformarse para formar el hueso duro de los gliffin, el impenetrable. Billy y yo no hemos cambiado nada de nada. Vivir en este agujero tanto tiempo nos ha hecho más rudos a los tres, incluso el mismo Billy ha aprendido defensa personal conmigo para poder defenderse.
Yo... no he crecido. Tengo tal vez treinta años y sigo midiendo metro cincuenta, es un asco. Todos me llaman enano, hasta mis amigos. El tipo que nos secuestró hace años nos dejó encerrados en una mazmorra sin techo, pero sin forma de subir, donde tuvimos que luchar por nuestras vidas peleando contra un montón horrendo de bestias encadenadas como nosotros. Los cinco sobrevivientes a la masacre serían "mejor tratados" por el supuesto comprador. Un tipo de casi dos metros de alto, un hombre bestia de especie caimán, con su cola escamosa y su aliento a tabaco nos acogió en su tienda a los tres, y dijo que en algún momento nos vendería.
Llevamos atascados aquí desde entonces.
Tiene de mascotas a un perro con la mandíbula de metal, a un dragón de fuego azul que mantiene encerrado y oculto en el sótano, y a un gliffin que crio desde que nació. Es por esos dos últimos factores que no hemos escapado. El gliffin que controla todo esto se llama Pol, y es muy grande y muy fuerte, joven y dócil con su amo. Jeffrey si se enfrentara a él moriría en dos minutos aproximadamente. Pol es el segundo al mando, y si alguno de nosotros desobedece sus órdenes nos matará sin pensarlo, o nos arrancará las extremidades, dependiendo de su humor.
Moralmente Pol es muy amigable con su amo, y con Quirce, el dragón del sótano, quien lo conoce desde pequeño, pero con nosotros simplemente es odioso. Nos envía cada amanecer a recoger carbón a las minas al oeste de la tienducha donde estamos alojados "cómodamente", y cuando regresamos nos dice que debemos ordenar la mercancía que llega a la tienda, que mayormente son joyas valiosas o artefactos extraños.
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The Boy Who Became a Monster
FantasyMe llamo Klaus, y esta es mi historia. La historia de cómo me volví humano. O al menos lo intenté con todas mis ganas, pero ninguna criatura viva quería apoyarme. Así que tuve que cambiar mis objetivos. Y cambiar yo mismo por mi bien. ¿Humanidad? Se...