El verano empezó hace algunas semanas, casi las mismas que la idea lleva rondando en mi cabeza. Observo mi teléfono, el mensaje escrito una y mil veces. Borrado siempre segundos después. ¿Tendrías una cita conmigo, Hoseok?
Bufo, enfadado conmigo mismo. Soy demasiado cobarde. Hemos salido juntos muchas veces estos seis meses, pero no quiero una salida más. Quiero una cita, sólo él y yo. Adoro a Taehyung y Jungkook, pero realmente quiero saber si tengo alguna posibilidad con su hermoso padre.
El maldito omega me trae loco, desde que volví a verlo supe que tenía que ser mi pareja. No es por el lazo que nos une, esa conexión que creé el día que lo marqué. Es algo más profundo que eso. Es un omega hermoso, nadie puede negar eso. Simplemente... volver a verlo ha hecho renacer a mi ese amor no correspondido que sufrí durante mi adolescencia.
Una noche, cuando cargo a un Taehyung dormido en mis brazos hasta el apartamento que los tres comparten, decido que no puede pasar de hoy. Basta de ser un cobarde. Basta de pesimismo. ¿Por qué iba a decirme que no?¿Porque me odia? Quizá no. O no tanto...
Con la confianza que nos han dado los meses lo sigo por el piso hasta la habitación de los niños, donde me desvío hasta la cama de Tae, dejándolo sobre ella y empezando a retirar sus ropas, quitando primero sus zapatillas para que pueda recostarse. Cojo el pijama de debajo de la almohada y se lo pongo mientras por el rabillo del ojo veo a Hoseok hacer lo propio con el pequeño Kook, que murmura entre sueños algo que no llego a comprender.
Dejo un beso en la frente de Tae antes de arroparlo bajo la sábana, el calor ya empezando a notarse como para echarle la manta por encima.
Suspiro echando un vistazo a Jungkook, que al contrario de Taehyung, una vez Hoseok lo tapa, se destapa casi al instante, tan estirado como una estrella de mar. No puedo evitar la sonrisa divertida al verlo, haciéndole una pequeña caricia en la planta del pie, suficiente para que de forma inconsciente meta el pie dentro de las sábanas. -Mucho mejor... - Miro a Hoseok con media sonrisa y tras un acuerdo silencioso ambos salimos de la habitación, dejando la puerta entornada.
Camino por el pasillo de vuelta hacia la puerta principal, sabiendo que mi tiempo con las tres personas que me dan la vida está llegando a su fin. Ya estoy saliendo por la puerta, Hoseok apoyado en ella para cerrar el pestillo una vez salga, cuando me armo de valor y me doy media vuelta. -Hoseok yo... - trago saliva, observando esos ojos dorados que parecen expectantes pero tan cansados... Sólo quiero abrazarlo y dejarlo reposar en mis brazos.
-Siéntete completamente libre de mandarme a la mierda si quieres pero...¿te gustaría salir conmigo alguna vez? Sólo tú y yo... Como... una cita. -Sé que es muy probable que esté rojo como un tomate, mi cara ardiendo con solo pensarlo. La sorpresa recorre el rostro de Hoseok, sin rastro de ninguna otra emoción.
Esa noche vuelvo a casa más contento de lo usual, la promesa de una cita aún sonando cantarina en mis oídos.
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Mye se burla de mí desde el mismo momento en que le cuento que tengo una cita, desesperado por mi incapacidad de decir hasta la cosa más básica. No se si lo más adecuado es una cena en un lugar público. Conozco cientos de restaurantes, los mejores de la ciudad... pero no quiero impresionar a Hoseok con lujos. No, estoy seguro de que eso no le gustaría.
-Tienes que ser tú, Jin. ¿Por qué no cocinas algo? Que recuerde, no se te da tan mal... invítalo aquí, algo privado... Tienes una buena bodega. - Se encoge de hombros, como si fuese tan sencillo. Aunque su idea no es realmente mala. ¿Dónde estaremos más cómodos que aquí? Sin nadie mirando, sin obligaciones ni nada impuesto.
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SIEMPRE TE SENTÍ
FanfictionHoseok es un joven tardío a la hora de mostrar su naturaleza. A sus casi 18, todavía no ha madurado sexualmente. Está tan acostumbrado a que esa es su realidad, que el día que su primer celo comienza no se percata de ello hasta que es demasiado tard...