CAPÍTULO 4. TRAVESURA REALIZADA

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Los dos niños no dejan de mirarse mutuamente mientras comen cada uno un mochi que Namjoon les ha comprado con la intención de librarse de sus habituales travesuras. A ese par le encanta meter al chico en problemas, o simplemente comprometerle con Jimin, haciendo que se ponga rojo como un tomate y empiece a tartamudear. ¿Cómo podía un chico tan grande como Namjoon ponerse nervioso por culpa de dos niños de siete años?

-Jimin...¿crees que papá nos dejará tener un perrito? Queremos pedirle uno para nuestro cumple...¿nos dejará? - Tae le da un gran mordisco al mochi, sus enormes ojos marrones mirando al bonito chico esperando expectante su respuesta. Quizá, solo quizá, si Hoseok no quería que tuviesen un perro, SeokJin sí que querría. Él también es su papá, ¿no? También puede darles permiso.

-No se si Hoseok es muy de perros, Taehyung... pero intentaré convencerlo, ¿vale? - El pequeño entrelaza su meñique libre con el de su niñero, sonriendo satisfecho. A su lado, su hermano pide agua a Namjoon, sabiendo que están en la zona del parque más alejada de cualquier fuente. Y Namjoon no conoce bien el parque, porque tiene asma y sólo va al parque porque Jimin se lo ha pedido.

-Tranquilo, Namjoon hyung.. yo voy a conseguir una botella. Quédate con ellos. - Justo como habían planeado. Los gemelos se envían mutuamente una mirada cómplice y cuando Jimin se va, empieza la función. -¿Puedo ver tus gafas, Namjoon? - Jungkook extiende sus manos hacia él, subiéndose a un banco para intentar cogerlas. -Es divertido ver con ellas, ¡todo da vueltas! - Y Kook lo sabía, porque Jimin lo había dicho alguna vez. Namjoon sin gafas, es como un topo. No ve ni lo que pasa a dos metros de él. No sabe exactamente cuánto son dos metros, pero sabe que es muy poco.

Kook sabe que Namjoon va a dejárselas, porque lo último que quiere es un berrinche de los gemelos. Sabe que Jimin se pondría siempre de parte de los dos angelitos que cree cuidar.

-¡Ay! - La cara de preocupación de Jungkook es digna de un premio Óscar, mientras se baja del banco de un salto. -¡Namjoon!¡Se me han caído!¡Lo siento! Las buscaré... - Ambos ven como el chico se agacha, entrecerrando los ojos y palpando en el suelo. Jungkook deja con cuidado las gafas del chico sobre el banco, no queriendo que se rompan y ambos niños se alejan unos pasos en el más completo silencio, como si fuesen los espías de su serie favorita. Cuando están lo suficientemente lejos, ambos echan a correr hasta la salida del parque que da a tan solo una calle del edificio de empresas Kim.

No les resulta complicado cruzar la calle, sólo tienen que esperar a que los semáforos que los separan de su destino se pongan en verde. No separan sus manos, juntos y nerviosos, pero decididos. Si su padre está en ese edificio, tienen que encontrarlo.

Ambos se miran cuando finalmente están frente al edificio. Kook mira hacia arriba, abriendo mucho la boca. -Es el edificio más alto que he visto en mi vida, Tae. Más que el empide state. - Tae mira también hacia arriba, intentando ver el final del edificio. -¡Tienes razón Kook!¡Es más alto que las nubes!

En realidad, empresas Kim no era tan alto, considerando el resto de rascacielos de Corea del Sur... pero en un día de niebla como el que los ocupaba, las plantas más altas del edificio se perdían entre las nubes.

El agarre de sus manos se hace más fuerte y dan un primer paso ambos a la vez, sus cuerpos conectados, como si se decidieran al mismo tiempo. La puerta giratoria de la entrada es lo bastante lenta como para que ambos puedan meterse en el mismo hueco, entrando al enorme hall de la recepción, el mármol brillante y reluciente reflejándolos como si fuese un espejo. Ambos niños miran a sus pies y sonríen cuando ven sus rostros en el suelo devolviéndoles la mirada. Se miran de nuevo entre ellos y es Taehyung quien da con los ascensores, señalándoselos a su hermano antes de que ambos vayan hacia allí.

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