CAPÍTULO 2O DEMASIADO PERFECTO PARA SER REAL

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-¡Hala papa!¡Es enorme! - Río ante la exclamación de Tae. Pocas veces puedo darme el gusto de verlo realmente emocionado o sorprendido por algo. Tae, al contrario que Kook, es más contenido, más reservado. Pese a ser gemelos, siempre ha sido mucho más protector y cuidadoso mientras que Jungkook es más vivaracho y despreocupado. -¿Vamos a vivir aquí? -Kook habla de forma poco entendible, sus manos y su rostro entero pegados a la cristalera al fondo del salón, la cual deja ver un extenso jardín.

-No lo sé, Kook. Sólo estamos mirando. Quizá, si nos gusta a todos. - Me agacho a su lado, despegándolo del cristal. Tarde, las marcas de sus pequeñas manos y su rostro ya han quedado en el ventanal. -No toques, hijo. No podemos ir ensuciando cada casa que vemos, ¿recuerdas? -Asiente mientras un pequeño rubor aparece en sus mejillas. -¿Podemos Tae y yo salir fuera a jugar?

Miro a SeokJin y con tan solo una mirada me decido y abro la gran puerta, dejando que ambos salgan corriendo al jardín. - ¡Pero no toquen nada!

Siento los brazos de mi alfa rodeando mi cintura desde la espalda, el suave peso de su barbilla en mi hombro, su mirada a la par de la mía, observando a nuestros cachorros retozar por el césped perfectamente cuidado. -Déjalos... estarán bien. Y veremos la casa más tranquilamente.

Asiento, sabiendo que tiene razón. Me cuesta quitarles la vista de encima sin que haya nadie al pendiente de ellos, en un lugar extraño... pero es un recinto cerrado, nada les va a pasar.

No es la primera vivienda que visitamos, y no me extrañaría que no fuese la última. SeokJin tiene gustos sencillos, pero yo tengo caprichos más exigentes. Y donde a una le falta un baño, a otra le sobran demasiadas habitaciones, o la cocina es pequeña, el jardín insuficiente o la luz natural escasa.

Un tirón en mi mano me hace reaccionar y devuelvo mi atención a la casa. El salón es amplio y sencillo, con mucha luz natural gracias al ventanal que Jungkook ha ensuciado, las paredes blancas y el suelo de maravillosa caoba. Desde luego es un punto a favor. Pero no sería la primera casa que me da una primera buena impresión y luego empiezo a sacar peros.

Caminamos hasta la cocina, que considero un punto clave en una casa. La risa de Jin me hace cerrar la boca de golpe, sonrojándome. Pero ¡oh! es magnífica. El suelo de madera del salón se extiende hasta aquí, las encimeras, largas a ambos lados de la habitación, son de mármol blanco y los muebles son de un azul oscuro muy vintage que me encanta. Las lámparas caen elegantes desde el alto techo sin resultar excesivamente despampanantes. Un gran ventanal sobre una de las encimeras otorga luz natural también a esta estancia y el mosaico tras la zona de fogones le da un toque moderno y vivo a la habitación. En el centro, una mesa coqueta pero funcional que nos vendría muy bien para desayunar juntos los cuatro en los altos taburetes, similares a los que tanto gustan a los niños en el apartamento de Jin.

-Creo que es la primera casa en la que estamos más de diez minutos y mi querido omega todavía no tiene ningún "pero"... - niego con una pequeña sonrisa, robandole un beso rápido mientras me refugio en sus brazos, los cuales me rodean al instante. -Siento estar poniéndotelo tan difícil. Me llevó ocho meses encontrar el apartamento en el que vivo ahora. No soy un hombre de decisiones rápidas. -Dejo una caricia breve en su mejilla y robo otro beso de sus labios, suspirando con una sonrisa cuando me tengo que apartar para evitar que vaya a más. -Por lo que venimos, alfa. -Le guiño un ojo y la sonrisa en su rostro es suficiente para sacudir todo mi cuerpo.

La casa tiene un baño en la planta baja y un pequeño estudio, lo suficientemente grande para tener algunas estanterías donde ordenar las cosas del trabajo para ambos y un escritorio amplio que podemos compartir. Yo no suelo trabajar mucho desde casa, de todas formas. Los niños lo odian y para qué mentir, yo también.

Las escaleras son sencillas pero la barandilla es exquisita, con un detalle intrincado en cada barrote. Quien decorase esta casa tenía un gusto maravilloso.

En el piso superior hay cinco habitaciones. Son demasiadas para nosotros cuatro, pero quizá algún día los niños quieran cada uno su propia habitación y siempre hay que tener una para invitados. Una sola habitación extra tampoco es un gran problema. Puede ser una sala de juegos o una segunda habitación de invitados.

-¿No es muy pequeña la casa para tener cinco habitaciones aquí arriba? -Jin ríe, negando con la cabeza. -¿No es mejor verlas primero antes de protestar, omega? -Ruedo los ojos, caminando hasta la primera puerta desde la escalera. La habitación es sorprendentemente amplia, aunque habría que verla con muebles. La habitación a su lado es prácticamente igual, como si fuesen simétricas. -Estas podrían ser para los gemelos, si algún día quieren dejar de compartir... -Aunque una por sí sola quizá sea demasiado justa para meter dos camas. Y nunca me han gustado las literas.

-Espera a ver esta. -SeokJin abre la siguiente puerta y wow... -¿Supongo que esta es la habitación principal? - Nuestra habitación. Es casi el doble de amplia que las dos habitaciones anteriores, con tres ventanas en lugar de una y un armario empotrado bastante grande.

-No, no es la habitación principal. Pero seguro que los cachorros podrían compartir esta. Podríamos hacer una gran habitación doble aquí... hay suficiente espacio. Y dejar las pequeñas para invitados o una sala de juegos como la que tienen en tu piso. -Boqueo sin saber que decir, observando de nuevo la habitación. ¿Si esta no es la principal... cual es lo es?

Abro otra puerta pero doy de bruces con un baño. No es muy grande, pero sí lo suficiente para contener una bañera y un tocador, así como todo lo necesario en un aseo. Es pequeño pero coqueto. Perfecto para los niños.

-Anda ven... - siento los dedos de mi alfa entrelazándose con los míos y me dejo guiar, las mariposas aleteando en mi estómago por un contacto tan simple. Parece mentira, pero no consigo acostumbrarme a la sensación, no consigo evitarla. Me siento como un adolescente enamorado. ¿Cómo no hacerlo si Jin es como un sueño?

Abre la última puerta del piso superior, dejando que pase primero. La habitación es fácilmente el doble de grande que la de los chicos, con tres puertas en su interior. Dos de ellas dan acceso desde diferentes zonas a un vestidor casi tan grande como las habitaciones de invitados. La tercera invita a un baño en suite, con una amplia ducha de azulejos, una bañera donde fácilmente cabríamos los cuatro y un tocador con doble lavamanos.

No me doy cuenta de lo embobado que estoy con todo hasta que noto la cabeza de mi alfa en el hombro, su aroma envolviéndome al mismo tiempo que sus brazos lo hacen. -Entonces...¿te gusta? - Suelto un suspiro, sonriendo con suavidad. Me dejo sujetar, apoyando mi espalda en su pecho, disfrutando del calor y la seguridad que me envuelven cuando estoy junto a él. -Aunque parezca mentira... si, me gusta. Me gusta mucho, alfa.

Giro entre sus brazos, sonriendo de forma tímida mientras rodeo su fuerte cuello con mis brazos. -Siempre sabes dar exactamente con lo que necesito..¿cómo eres tan perfecto? Me llevó meses encontrar mi apartamento... y tú has dado con algo ideal para nuestra familia en apenas unas semanas. Eres como un sueño.

Y ahí está, ese pequeño rubor que tanto cuesta conseguir, pero que despierta mis instintos de omega con tanta fuerza que sólo quiero abrazarlo fuerte y nunca dejarlo ir, como si nada más importase. Mi alfa, mi tímido y perfecto alfa. Adoro que sea así conmigo, sólo SeokJin. No un Kim, no un heredero, no el empresario, no un alfa... sólo Jin. Mi Jin. Mi alfa.

SIEMPRE TE SENTÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora