Las manos de SeokJin calientan la parte baja de mi espalda mientras las mías se pierden por todo su cuerpo, su camisa desaparecida en algún punto entre el salón y su habitación. El aroma del alfa me embriaga por completo, haciendo que desee más y más a cada segundo. En el momento que pruebo su piel todo mi cuerpo se estremece. Es delicioso.
Oh Hoseok... - sonrío de forma tímida y me aparto un poco de él, observándolo. Sus labios están rojos e hinchados por los besos, sus mejillas sonrojadas y su pelo más revuelto que nunca. Una de las grandes manos de SeokJin acuna mi rostro en una caricia tan delicada que me hace querer llorar de nuevo. Nunca nadie ha sido tan delicado conmigo.
Caminamos entre besos hasta que damos con el borde de la cama y en un ágil movimiento que no veo venir, SeokJin nos gira, con lo que caigo de espaldas contra el colchón, su cuerpo grande y dominante contra el mío. No puedo evitar el escalofrío ante el recuerdo de tantos hombres que han pasado por mi cuerpo, siempre pura lujuria y deseo, sin ninguna clase de sentimiento de por medio. Siempre creyéndose con derecho a tomar todo de mi, como si les perteneciese.
Parece darse cuenta de que algo no va bien porque se aparta de mí, sus labios abandonando los míos. Sus ojos brillan incluso a través de la oscuridad de la habitación. Siento sus manos en mis costados, tirando de mi camisa fuera del pantalón. -Jin... yo... - Suspiro incorporándome con una mano en su pecho, apartándolo, incapaz de hacerlo. Lo deseo muchísimo.. pero no puedo evitar los recuerdos que me invaden. Su mirada dolida causa un pinchazo en mi estómago.
-Lo siento, lo siento... -me aparto hasta sentarme en el borde de la cama, sintiéndome más patético todavía.
Noto el colchón hundirse a mi lado y una mano grande y cálida se posa sobre mi rodilla. -Eh... está bien. ¿Quieres contarme? - la mano sube hasta mi mejilla y el dorso de su índice acaricia la línea de mi mandíbula de forma suave, una caricia que me hace estremecer.
-Nunca he estado con un hombre, SeokJin. Nunca de forma voluntaria. Yo... he estado con muchos. Demasiados. No es un buen recuerdo. -Me encojo de hombros, fijando la vista en mis zapatos. No soy capaz de mirarlo y ver el asco o la decepción en sus ojos.
Lo siento ponerse en pie, sé que va a irse, decepcionado. Nadie quiere estar con un hombre que se ha acostado con otros por dinero. Quizá por eso me sorprende tanto cuando se arrodilla frente a mí, la luz de la mesilla encendiéndose, dejándome ver sus ojos más brillantes que nunca, decididos.
-Me da igual con cuantos hayas estado, Hoseok. Me da igual cuantos hombres hayan utilizado tu cuerpo. No es tu cuerpo lo que me trae loco, sino tu persona. -Una esperanzadora sonrisa adorna su rostro, haciéndolo ver todavía más guapo, una pequeña chispa de calor extendiéndose por mi estómago. -Déjame borrar todos esos malos recuerdos. Déjame que te muestre lo que es ser amado. Déjame hacerte el amor, Hoseok.
Trago saliva, dudando. Su mirada está fija en mí, esperando por un movimiento, una respuesta. Sus manos sujetan las mías, las pequeñas caricias de sus pulgares sintiéndose tan bien...¿Qué tan malo sería?
Sonrío de medio lado y llevo una mano a su cabello revuelto, desordenándolo todavía más. -No hay nadie en quien confíe más que en ti, SeokJin. Sólo... vayamos despacio, ¿si? - Asiente y la sonrisa que aparece en su rostro bien podría valer un millón de dólares.
Se mantiene arrodillado en el suelo y empieza a desabrochar mi camisa, de abajo a arriba, botón por botón. No puedo quitarle la vista de encima. Parece tan concentrado para un gesto tan común que incluso resulta enternecedor. Sigo acariciando su cabello con una mano, bajando las caricias a su mejilla y su cuello y de ahí a sus hombros desnudos.
Colaboro dejando que la camisa caiga por mis brazos, apartándola a un lado. Mi cuerpo no está ni de lejos tan trabajado como el del alfa, no porque este en mala forma, pero al contrario de SeokJin yo no tengo el abodem marcado, pero la forma en que me mira me hace sentir como un adonis. -Eres hermoso, Hoseok. - Y cuesta, pero le creo. Puedo ver en su mirada que realmente lo cree así.
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SIEMPRE TE SENTÍ
FanfictionHoseok es un joven tardío a la hora de mostrar su naturaleza. A sus casi 18, todavía no ha madurado sexualmente. Está tan acostumbrado a que esa es su realidad, que el día que su primer celo comienza no se percata de ello hasta que es demasiado tard...