6. Sacrificio

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Han pasado semanas, no puedo creer que lleve semanas hablando con Rick Grimes en el bosque, un hombre al que no conozco en absoluto pero me resulta intrigante.

Nos vemos dos veces a la semana a la misma hora, solo me quedo veinte minutos con él hasta volver para no levantarle sospechas a Negan.

Rick: Hemos hablado de todo, pero no quieres mencionar a tu gente —me apoyo en un árbol —. Estoy empezando a pensar que no tienes ningún grupo.

Kiraz: Lo tengo, eso te lo puedo asegurar —lo miro —. Pero no quiero hablar de ellos.

Rick: ¿Mala relación con tu grupo?

Kiraz: No te imaginas.

Rick: No tienes porque continuar ahí, yo ya te ofreci venir conmigo.

Kiraz: Eso sonó tan romántico —bromeo —. Que me tiraría a tus brazos y te besaría.

Reí al verlo gruñir de fastidio, con el poco tiempo que nos hemos estado conociendo me gusta molestarlo.

Rick: ¿Cómo puedes bromear tanto y en tus entrevistas y donde quiera que salías eras muy seria?

Kiraz: Con las personas con las que me siento cómoda me relajo —me encogí de hombros.

Rick: ¿Y conmigo te sientes cómoda? —se acerca más.

Kiraz: Más que con mi "esposo" —hago comillas con los dedos.

Un día, antes de venir aquí, tuve una fuerte discusión con Negan sobre que estoy dejando en el olvido a Emma y bla bla bla, yo intentaba ser calmada pero me dio justo en la yugular.

Kiraz: Ella siempre a dejado en claro que quiere que tú la despiertes —repito por décima vez.

Negan: Por dios solo buscas una forma de hacerla quedar mal —suspiró frustrada —. Si eres así con mi hija no quiero ni imaginar como hubieras sido con ese bebé.

Siento una gran presión en mi pecho y mi mirada debe de ser más sombria por como se tensa su cuerpo.

Negan: Que bueno que no haya nacido —cierro con fuerza mis ojos intentando no derrumbarme.

No quise seguir más la discusión que mejor me fui, me vine a desahogar con Rick qué ya sabe todo sobre la patética vida marital que he tenido.

Es una total mierda, pero se sintió bien decirle todo lo que he tenido atorado por años a una persona.

Rick: ¿Has estado bien con ese tema?

Kiraz: No he hablado con él, básicamente lo ignoro en todos lados.

Rick: Es un idiota —sonreí un poco.

Kiraz: No quiero seguir pensando en eso, ¿qué tal tu grupo? —le pregunto —. ¿Qué tal tu hijo y su herida?

Lo primero que me contó cuando me tuvo confianza es que tiene dos hijos, un varón que es el mayor y una pequeña niña. Territorio prohibido para mí porque mi relación con hombres con hijos no es la mejor considerando como esta mi situación por haberme metido con uno que me ilusiono y solo quería una niñera.

Rick: Seguimos expandiendo el muro y Carl se siente mejor —cuando habla de sus hijos le brillan los ojos —. Tu consejo de quedarme un día con él y animarlo a hacer cosas lo ayudo con su depresión.

Kiraz: No es por nada —me encogí de hombros.

Su hijo, Carl, tuvo un accidente de un chico disparandole al ojo derecho. Por suerte su doctora le salvo la vida, pero no pudo hacer nada por el ojo así que el chico se deprimió por eso.

El amor en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora