29. Mi Pequeña Niña

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Ya son ocho meses, casi nueve de embarazo. El bebé está a nada de nacer.

Los niños ya decidieron como llamarlo, Alexander.

Alexander Grimes.

Ya es otoño, el frío se hace presente al igual que nuestra fiesta de Halloween, pensamos que a los niños les encantaría disfrazarse y jugar.

Emma a llegado más a casa de lo que  esperaba, incluso juega con las niñas y a Mel le agrada.

Dejo de ver a Negan y el hombre ha hecho todo un escándalo del porque su hija no a llegado a visitarlo en estos últimos meses.

Ahmed a estado lidiando con él, pero viajo a Hilltop para unas cuestiones que no me dijo. Yo no quiero saber nada de las demás comunidades, es difícil luego de lo que sucedió.

Kiraz: Deja de ser tan terco —digo con fastidio.

Más que enfado es fastidio lo que siento por este hombre.

Negan: Algo le dijiste a mi hija para que no venga...

Kiraz: ¿Al menos sabes siquiera lo que esa niña siente? —le pregunto —. Todo el tiempo que pasaba contigo era para escuchar tus quejas, ella esta aburrida de eso.

Negan: No te atreves a decirme que no conozco a mi hija.

Kiraz: Lo digo porque sé que no la conoces, o no del todo —aclaro, me acerco a los barrotes —. Ella está creciendo, desarrollándose y sintiendo cosas que antes no sentía. Lo que menos necesita es que un viejo amargado encerrado se queje todo el tiempo que lo visita.

Negan: No soy un viejo amargado, Kiraz —se acerca más, sonríe con hipocresía.

Kiraz: Ay cariño, ya estas por tener cincuenta —le recuerdo —. Estas viejo y acabado, además de encerrado.

Me alejo cuando intento tocar mi vientre.

Negan: Tus hermosos retoños, ¿ya tiene el nombre para tu próximo engendro?

Kiraz: Es algo que no te interesa —camino hacia la puerta.

Negan: Dile que quiero que venga.

Kiraz: Depende de ella —abro la puerta.

Negan: Esa vez... sabía que no ibas a dispararme —volteo a verlo —. Estaba seguro.

Kiraz: Tambien estabas seguro que nunca iba a dejarte, y vemos ahora –suspiro, llevo mi mano a mi vientre cuando siento al bebé patear.

Salgo del sótano y cierro las puertas, me encuentro a Emma sentada en los escalones.

Kiraz: ¿Qué te he dicho de escuchar conversaciones?

Emma: Perdón —negué —. ¿Crees que sea buena idea...?

Kiraz: Solo has lo que tu quieras —ella asiente.

Emma: Vamos —se levanta —. Le prometí a Jude y a Mel que les leería.

Sonreí un poco.

Kiraz: ¿Cómo te ha ido en tus clases? —caminamos hacia la casa.

Emma: Bien, mi lectura a mejorado —asentí —. Fui una estúpida al dejar de aprender.

Kiraz: Si... no digas groserías, Emma.

Emma: ¿Tarada? —reí un poco.

Kiraz: Vamos mejorando —miro la comunidad.

Hemos avanzando mucho y no a ocurrido ningún accidente en estos últimos meses.

Me detengo cuando veo que algo ocurre ya que Michonne y Rosita llevan a una mujer a la enfermería y hay unos niños.

Emma: ¿Qué ocurre?

El amor en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora