Fue una noche hermosa. Y la cama olía a Madara...
Y no tuve sueños, por suerte, porque mí vergüenza habría sido eterna si gemía en sueños llamando a alguno de ellos.Desperté una sola vez cuando Sarada lloró a la madrugada y Obito entro de inmediato con la mamadera preparada.
Me la entregó y se fue para que pudiéramos seguir durmiendo, le di su leche y luego de pasearla un poco, se volvió a dormir, con su manito sujetando el cuello de la remera que tenía puesta. No pude ponerla en la cuna así que me lleve a la chiquita conmigo a la cama.
Me despertaron los murmullos a mí espalda.
Me quedé quieta, respirando pausado mientras escuchaba lo que decían y trataba de identificar las voces.—Deberíamos esperar a que salieran de la habitación. No está bien que estemos aquí.— Ese sin dudas era Sasuke.
—Le quitas la diversión a la vida. De verdad hermano, ¿estás seguro que no se olvidaron algo en tu trasero? ¡Ouch!— y ese era Izuna.
—¿Esperar a qué se levante y perdernos esa maravillosa vista?— gruñó Itachi.
—Ella se va a enojar y te va a golpear. Y te lo vas a merecer.—Resoplo Sasu. Luego sentí que la sábana subía por mí pierna.
Supuse que tenía el trasero al aire. No era pudorosa, pero Sasu tenía razón. Iba a golpear a Itachi. O quizá encuentre otra forma de vengarme. Podría poner sus pelotas azules. Eso le dolerá lo suficiente.
—De verdad hermano. Le quitas la alegría y la diversión a la vida.— mascullo Izuna.
Otra voz se sumó.
—¿Siguen dormidas? Esa pequeña apestosa nos levanta todos los días al amanecer y ahora lleva más de dos horas de sueño extra.
Contuve la risa ante las quejas susurradas y claramente indignadas de Shisui.
—Dejen que duerman todo lo que quieran. Vamos a la sala.— insistió Sasu.
Escuché los pasos y luego la puerta que se cerraba.
Abrí mis ojos y mire a Sarada, ella abrió sus ojitos lentamente y me sonrió.—¿Los estabas escuchando pequeña tramposa?— su sonrisa se hizo aún más grande. Y balbuceó algo en su lenguaje de bebé.
— Vamos a desayunar y luego volver locos a esos chicos.
Me dirigí al baño, lave mí rostro y mis dientes. No tenía cepillo pero encontré uno de repuesto en el cajón del tocador.
Hacer todo con Sarada en brazos fue un desafío, pero lo conseguí.
Salí del dormitorio y me moví a la sala, Sasuke estaba sin remera, enjuagando unos vasos. Izuna estaba sentado frente al monitor, con Itachi a su lado, tampoco llevaban remeras y mis ovarios latieron de emoción.
Obito entro desde el garaje.
Parece que hoy era el día de andar semi desnudos.
Shisui lo seguía. Solo llevaban unas bermudas oscuras.No me iba a quejar. Ni loca lo haría. Quería saltar sobre sus perfectos y hermosos cuerpos.
—Buen día, ¿dónde está Mad? — Era el único que no veía por ningún lado.
—Hola preciosas.— Sasu fue el primero en caminar hacia mí, me beso la mejilla antes de robarse a Sarada.—Tu desayuno se enfrió.— le dijo con un toque en la nariz. La pequeña chilló divertida.
—¿Se te pego la almohada?— se burló Itachi.
Recordé que había estado mirando mí trasero y sonreí de lado.
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"Misión: Bebé" Sakuharen 🔞
FanficUn laboratorio que debería dedicarse a desarrollar vacunas, esta haciendo experimentos ilegales. Una de sus empleadas lo descubre por error y salva al último sujeto de pruebas. Los Uchiha son ex marines y primos hermanos. Siempre juntos, siempre...