"Misión: Bebé" Sakuharen 🔞

52- Sakura

— Tus amigos se mueven rápido. — Me dice el tipo del traje, que me secuestro, está frente a unos ordenadores. Su posición me recuerda mucho a Izuna, Itachi y Shisui.
Las cámaras parecen apuntar solo al patio trasero, la entrada sel garage y los coches de los chicos. Aún así, que los este observando me pone los nervios de punta.
¿Desde cuándo? ¿Qué busca?

Veo a Obito cargando un bolso en la parte trasera del Subaru.
Madara y él hablan, luego Shisui aparece arrastrando a un tipo encapuchado. No estoy segura, pero creo que es ese científico que trabaja en la cura para Sarada.
Mierda... solo pensar en ella, hace que quiera llorar nuevamente, y no he parado de hacerlo, pero siento que me voy a deshidratar si sigo.

— Será mejor que mí hermano este bien, porque sino, vas a pagarlo. Por cada herida de Kabuto, te voy a arrancar un trozo y enviarlo a su maldita puerta. — Gira en su silla y me apunta mientras suelta sus amenazas.
Tiemblo y me hago tan pequeña como puedo.
Me estremezco mientras gruesas lágrimas corren por mí mejilla. Decido que morir deshidratada será mejor que en sus manos.

Sigo atada, sobre el frío suelo, en una especie de galpón.
La humedad y el olor a suciedad me provocan náuseas. No parece haber nadie más que nosotros. Al menos no he visto a nadie.
Sin embargo, este tipo está todo el tiempo dando órdenes a sus hombres.

Luego de observar como los chicos suben a la camioneta y se dirigen al punto que les indico. Da indicaciones por teléfono a quien sea que lo este ayudando. Sus órdenes me erizan la piel.

¡NO! Gritó sobre la mordaza que me cubre.

Puede haber alguien en el lugar, solo vi a tres de mis chicos subiendo en el Subaru.
Sasu estaba en la clínica, pero Izuna e Itachi podrían estar en el Almacén.

El tipo me sonríe desde su silla frente a los ordenadores.
Sus manos se juntan y luego se abren mientras que sus labios sueltan un terrorífico "BOOM"

Pasan al menos diez minutos, antes de que un coche con vidrios tintados, rompa la reja y se meta en el garage del almacén, veo con horror como abren fuego contra las ventanas y luego arrojan granadas que hacen volar la mitad de la pared. El humo es mucho, no sé si hay heridos.
Lloro y grito de impotencia, mientras mí secuestrador festeja.

De repente suena una alarma.
El tipo se levanta y me toma del cabello, siento como si me hubiera arrancado la mitad del pelo junto con el cuero cabelludo. Maldito imbécil.
Me lleva hacía un vehículo y me obliga a entrar en el maletero.
Estoy temblando.

— Te quedas aquí, mientras recupero a mí hermano.— Dice con una sonrisa que me da terror. Me mete dentro y cierra la tapa. En la oscuridad, no puedo dejar de temblar ni llorar. 

El ruido de otro coche retumba antes de que me quedé sola, en absoluto silencio, solo mis hipidos se sienten.
Creía que iba a soltarme, pero no le interesa. Pretende engañar a mis chicos y recuperar a su jodido hermano.

Pienso en el almacén y la destrucción que mostraban sus ordenadores. Ruego que estén todos a salvo.

El pánico me invade.
Por mí mente pasan miles de cosas negativas.
Podría quedarme sin aire aquí dentro, pienso que si algo le sucede a mí secuestrador antes de que me libere, estaré aquí atrapada hasta morir.
Mí cabeza es un caos, entre el terror de lo que estoy viviendo y la angustia de no saber que va a pasar.

Solo puedo pensar en que voy a morir lenta y dolorosamente en un puto maletero.

Estoy sumida en mí pánico cuando la tapa se abre y un sujeto rubio con coleta me sonríe.
Está vestido como se visten mis chicos para sus misiones. Siento que lo vi en algún lugar.
Otro tipo de asoma y saluda antes de ayudarme a salir.

—La tenemos. Procedan.— dice el rubio mientras presiona un auricular que lleva en el oído.

El otro sujeto tiene el cabello rojizo y largo. Me quita la mordaza y corta los precintos que me estaban lastimando las muñecas.

—Soy Nagato. Él es Deidara. Nos envían los Uchiha. Vamos a ponerte a salvo mientras ellos se divierten.

Sigo temblando. Por lo que Deidara, el rubio, me pone un cobertor azul oscuro encima y me carga como si fuera una niña.

— El Almacén...— sollozo.

—Ya está todo cubierto.— Dice Nagato. Luego me entrega un móvil. Lo tomo y respondo.

"¿Nena, estás bien?"
La voz de Obito en la línea me provoca un alivio inmenso. Lloro sin reparo ni vergüenza.
"No llores preciosa, vamos a ocuparnos de un asunto y pronto estaremos contigo."
Interviene Madara.

—La llevamos a la clínica con los gemelos. Tiene un corte en la frente y las muñecas lesionadas. — habla Nagato.
Siento como Obito maldice y Madara les da su aprobación.
Se despiden y me llevan de regreso a la clínica de donde fui raptada.

— El tipo... — digo entre sollozos. Parece que no pudiera dejar de llorar como una Magdalena.

— Lo marcamos en cuanto Itachi hizo el rastreo del vehículo. No querían que sospechara, por eso desplegaron el segundo grupo.— me dice Nagato. Su sonrisa es amable.

—O sea nosotros.— añade Deidara.— Somos el grupo de respaldo. Algunos ayudamos cuando el incidente del laboratorio.

No me relajo hasta que entramos en la clínica.
Mamá está desesperada y me abraza hasta dejarme sin aire.

Izuna y Sasuke intercambian unas palabras con sus amigos y estos se despiden.

Luego soy abrazada nuevamente por los gemelos.

— Tenía tanto miedo...— sigo llorando. No puedo dejar de hacerlo.

— Ya estás a salvo. No dejaremos que nada te vuelva a pasar preciosa. — Asegura Sasu que no puede dejar de besarme y revisarme.

— Voy a desinfectar esas heridas. Necesitas un baño. ¿No te hizo nada verdad?— Me dice mamá con cara de horror.

— No.— Aseguró.— Solo me mantuvo atada en el suelo. Había cámaras. Creo que en la calle, apuntaban al garage del almacén. Vi las explosiones.

— Ya está controlado. Él imbécil nos voló algunas paredes y ventanas, Ita estaba en casa.

Me cubro la boca y ahogó un gemido. —¿Se encuentra a salvo?

— Solo un poco de escombros encima, y un cabreo monumental. Pudo apagar el incendio antes de que perdiéramos todo. Las paredes se levantan de nuevo. Lo importante es que estás a salvo. Todos están bien.— Me dice Izuna, que acompaña sus palabras con suaves caricias en mí espalda. Me inclinó y apoyo la cabeza sobre su hombro.

El alivio por saber que están bien me relaja.
Acabo en la habitación de Sarada. Donde Shizune está tratando de hacer que deje de llorar.
Cuando la veo, corro hasta su lado y la abrazo con fuerza.
Ella se acurruca contra mí pecho y respiró su aroma a bebé, llenando mis pulmones del mejor olor del mundo.
Tengo las muñecas vendadas, y mamá me lleno de calmantes.
Los gemelos me rodean.
Y suspiro feliz de estar a salvo y estar con ellos.

Me meto a la cama, abrazando a Sarada que finalmente dejó de llorar en mis brazos.
Izuna se acurruca a mí lado. Mientras Sasu habla por teléfono con Itachi y le informa todo.

Aún no sé que pasó, si atraparon al tipo que me secuestro, si están bien, pero los calmantes que me dio Tsunade están surtiendo efecto y lentamente me quedo dormida.

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¡Siii! SaKu esta a salvo.
Todos festejando.
😁☺️🤗

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