49- Shisui

746 124 19
                                    

— El programa de reconocimiento facial puede llevar unas horas.

— No tenemos horas. Hay que recuperar a Saku cuanto antes.— Se queja Izuna, desde la pantalla del ordenador junto a Itachi.
Resopló. Mis primos son tan impulsivos.
Ita sigue revisando las cámaras, ahora se metió en las del tráfico y está hackeando la seguridad del control urbano.
Madara ni se mosquea, cuando se trata de la familia, está bien romper todas las reglas.

— En cuanto tengamos coincidencia les informaremos. Ahora deben  ocuparse de la niña. Todos tenemos trabajo. La traeremos de vuelta sin un razguño.— Aseguro antes de presionar un boton y desconectar la llamada.

— Eso los va a cabrear.— Murmura Obito. Ha terminado con los cargadores y ahora revisa el resto de las armas.

Ita sigue la camioneta por las cámaras de la ciudad.

—No sé hasta qué punto nos conoce este sujeto, ni porque diablos se llevó a Saku, pero vamos a averiguarlo y vamos a recuperarla.

La convicción de Madara es contagiosa, todos asentimos ante sus palabras.
En ese momento, suena el móvil de Obito.

— Número desconocido— gruñe.

Me apresuró a conectar su móvil con mí tablet, mientras abro el programa de rastreo.

—Responde.— Digo cuando ya tengo todo funcionando.

"Hola." Obito suena casual y relajado, aunque su postura y razgos digan todo lo contrario.

"S...soy yo..." La temblorosa voz de Saku resuena por el altavoz del teléfono.

Todos rodeamos a Obito, a quien le tiembla la mano.

"Qui...quiere... quiere que le entreguen a Yakushi"

"Dame con él nena. Está bien, todo va a salir bien. ¿Te hizo daño?"

"Aun no, por el momento está bien atendida y cuidada."
Responde una voz de hombre con tono mordaz.

"Si le haces daño, desearás no haber nacido." Responde Obito furioso.

"Si no me entregan a Kabuto esta misma noche, mañana empezaré a enviar partes de su chica."

—La llamada se cortó antes de que pudiera obtener una dirección.— Gruñó furioso.

—Esta bien— me dice Ita.— Tenemos un área, puedo usar las cámaras de la ciudad para buscar la camioneta en ese sitio, será más rápido. Reduce la búsqueda.

— Ella sonaba aterrada. — Gruñe Madara.

Obito presionó tanto su móvil que la pantalla está astillada.
— Date prisa con las cámaras. Iré a visitar a nuestro huésped. Quiero saber quién es ese tipo que se llevó a Saku.— dice, llevando la tablet con él. Lo sigo ya que tengo que aplicar una droga que despierte al imbécil de Kabuto.

Una vez en el sótano. Le doy un pinchazo y Kabuto se despierta entre quejidos y lamentos.

Obito reproduce parte de la llamada, "...por el momento está bien atendida y cuidada..."

La cara de Yakushi es un desastre. Izuna le dio muchos golpes antes de que pudiera quitárselo de encima.
Aún así, noto como alza la ceja, debajo el ojo está rojo, lleno de derrames y tan inflamado que es apenas una línea llorosa.

— ¿Reconoces esa voz?— Pregunta mí hermano.

— Tal vez.— Jadea cuando Obito tira de la solapa de su camisa y acerca su rostro enfurecido al suyo, completamente golpeado.

Le pongo una mano sobre el hombro a mí hermano, para que controlé su genio, no es mucho mejor que el de Izuna.
Y lamentablemente, Madara tiene razón, necesitamos a este pedazo de mierda con vida, ahora más que nunca.

—No jodas conmigo— sisea Obito. Kabuto se estremece.

— Si te lo digo, vas a matarlo, no diré nada.

— Si no lo dices por las buenas, lo dirás por las malas.— Aseguro.
Kabuto se inclina hacia mí y resopla.

— Hagan lo que quieran. No voy a decir nada.

Sonrió de lado. Luego voy hacía la pared y presionó mí huella en el escáner que está junto a la caja fuerte. Saco la dosis que necesito y giro con la jeringa preparada en mí mano.

— Nadie se resiste al suero de la verdad.— Le inyectó el pentotal sódico y esperamos a que su lengua se afloje y cante como un pajarito.

Obito levanta la tablet y le muestra una imagen obtenida de las cámaras de la clínica.
— ¿Quién es él?

—U...Urushhhi.

Balbucea, la saliva escurre por las comisuras de su boca.

— ¿Quién es para ti?— insiste Obito.

— Mí...mí hermano.

— ¿A qué se dedica? Dime su dirección.

Sacarle la información necesaria a Kabuto, nos llevo menos de treinta minutos.

Al teléfono de Obito, llego un mensaje de un número encriptado. Era una foto de Saku, amordazada sentada sobre el suelo, con un golpe en su frente, de la cual brotaba una línea de sangre que nos hizo enfurecer. El mensaje al pie de la foto era simple, una dirección y hora.

Kabuto por Saku. Empezamos a revisar el área donde se llevaría a cabo el intercambio.

Estaba lejos de la ciudad, por un camino rural que está en la misma ruta que el depósito de la Farmacéutica, investigando al hermano de Kabuto, descubrimos que es dueño de los laboratorios, no figuraba en los documentos legales, pero toda la empresa es suya. Y tenía a su hermanito trabajando para él.
A su vez, Orochimaru y otros imbéciles a los que liquidamos, le rendían cuentas.

— ¿Cómo diablos se nos pasó su nombre?— Maldice Itachi.

— No figuraba en nada, es un puto fantasma dentro de su propia organización. Tenía personas que daban la cara por él.— Respondo.

Obito ya está preparado junto con Madara. Ambos parecen a punto de ir a la guerra.

Me toca lidiar con el imbécil de Kabuto. Bajo por él al sótano, y lo preparo para el transporte.
No queremos perderlo, hasta saber que la droga ayuda en la degeneración progresiva que sufre Sarada, aún así, debemos llevarlo como muestra de nuestro deseo por recuperar a Saku.
Solo será el señuelo. Me frustra que todo el puto mundo nos subestime. En cuanto supimos quien tenía a nuestra chica, contactamos a nuestros amigos en las fuerzas y despegamos un ataque coordinado.
Vamos a acabar con Urushi antes de que él idiota se de cuenta.
Solo espero que el mal nacido no lastime a Saku.
Cortaremos la última cabeza de esa farmacéutica.


**********************************************

Me encanta que tengan esa confianza, como buenos Uchihas.🤭😁🤩

👑🌈

"Misión: Bebé" Sakuharen 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora