"Misión: Bebé" Sakuharen 🔞

30- Madara

Teníamos todo listo para atacar el laboratorio y su depósito.
Sabíamos que el director del programa estaba allí, junto con su socio financiero, ambos iban a morir esta noche en manos de mis primos.
También teníamos la confirmación de que Kabuto Yakushi estaba en el laboratorio. Desarrollando un nuevo lote de sujetos de prueba. No íbamos a permitir que avanzara con eso.
Era el momento para detenerlos, antes de que la jodieran de nuevo.

—Tengan cuidado en este desvío, las cámaras internas no muestran esa curva del pasillo y podría haber algo.— Señalo Obito sobre el plano que había obtenido Itachi.

—Tenemos todo cubierto.

—Lo sé. Itachi reviso cinco veces los equipos.— dijo sonriendo de lado.

—¿Quieres competir conmigo? Recuerda que tengo a Sasuke en mí equipo, si limpia su arma una vez más, va a romper un récord Guiness.

Su risa lleno el lugar, atrayendo la preocupada mirada de Saku.

—Maaa...— Sarada seguía pidiéndo frutas y ella le cortaba trozos pequeños mientras se aseguraba de que coma lento y no se vaya a atorar con ningún pedazo.
Sus dientitos habían empezado a aparecer la últimas semanas.
Acordes a su edad real de casi cuatro meses y medio.

—El equipo dos se divide para ir con el nosotros. Quiero a Kakashi por si hay problemas con Yakushi.— Ordené.

—Tenemos confirmación de su paradero.— Mí hermano menor seguía frente a las pantallas junto a Shisui.

Nos acercamos para constatar la información. No es que no confiara en Izuna.
Necesitábamos saber que lugar atacar primero cuando los civiles salieran del laboratorio.

—Equipo Uno conmigo.

Me llevaría a los gemelos y Kakashi, Deidara y Kakuzu, estarían con nosotros.

—Equipo dos, conmigo.— Dijo Obito. El llevaría a sus hermanos, junto con Hiddan y Kizame.

Con los equipos organizados, estábamos listos para irnos, entonces vi a los gemelos acercarse a Sarada, le dieron un tierno beso y luego pasaron a Saku.
Ella estaba sorprendida y conmocionada.

No me avergüenza decir que todos aprovechamos la oportunidad de reclamarla.
Después de todo, era tan nuestra como Sarada, desde que se involucró en el asunto.

Cuando acabamos de robarle un beso a nuestra pelirosa.
Itachi se acomodó el chaleco y  le soltó: —¡Para la suerte nena! Quedas a cargo del almacén y de la apestosita.
Luego su condenado hermano
tomó una fotografía. Sentí mí móvil vibrar en uno de los bolsillos, sabiendo que era la foto que acababa de llegarnos.

La vans dónde íbamos, estaba preparada para transportar al maldito científico.

—Tienes lo necesario para controlarlo sin que pierda el conocimiento. Lo quiero preparado para el interrogatorio en cuanto volvamos al depósito.

Kakashi acomodó las jeringas en un compartimiento de su chaleco. Me hizo seña de que  estaban listas para drogar al bastardo y sacarlo del lugar sin resistencia. 

Toda la semana habíamos estado preparándonos para este golpe.
Era el día en que menos empleados venían, ya que los malditos a cargo del proyecto, planeaban la visita de su mayor inversionista a media mañana, luego de que el maldito saliera del depósito.

Izuna tecleo varias veces sobre su computadora personal.
—Tenemos siete minutos.
Será un infierno de carrera por el túnel.

—Mada y yo lo completamos en cuatro.— Gruñó Sasuke.

Dejamos la Vans dentro el callejón. Y buscamos la alcantarilla que la mujer nos indico en una de sus cartas.
Habíamos chequeado todo en cuanto lo leímos.

La loca había sacado a Sarada por este mismo túnel, con explosivos caseros y un coraje que ni siquiera nosotros, con años de experiencia, podíamos creer.

Karin Uzumaki, estaba muerta, confirmamos eso en cuanto nos infiltramos en el depósito, pero haríamos pagar a los culpables y protegería los el futuro de Sarada.

—Kakashi, Sasuke, conmigo, vamos directo por Yakushi.
Deidara, los explosivos, asegúrate que detonen sin causar daños en la salida de emergencia, quiero a los civiles a salvo el resto pueden arder en este infierno.  Kakuzu, le cuidas la espalda a mí hermano.

Mire a Izuna y él asintió. Estaría expuesto mientras copiaba los archivos y eliminaba los datos de todo el lugar antes de irnos y tirar todo abajo. 

Las explosiones fueron coordinadas, tal y como Izuna aseguro, al cabo de siete minutos.
Nos había tomado cinco llegar al final del túnel.
El panel que reforzamos con Obito, estaba como lo dejamos, la maldita seguridad del laboratorio nunca supo cómo Karin se llevo a nuestra bebé. Aunque los bastardos del depósito la seguían buscando. 

—Civiles fuera.— dijo Deidara en el comunicador que llevábamos todos puestos dentro de los cascos.
Las lentes protegían la vista y el olfato, de la nube de humo que había por todo el lugar.

Seguí a Sasuke, hasta el consultorio al final el pasillo.
Alzo su arma y nos detuvimos.

—¡Quietos!— lo vi apuntar y me prepare para un ataque apuntando también mí arma.

—Kakashi, estamos listos. Lo tengo.— dijo mí hermano.
Luego se movió y vi a Kabuto junto con otro tipo extraño.

Ambos estaban heridos.
Estúpido Deidara, lo golpearía.
Le dijimos específicamente que la explosiones en el área laboratorio debían esperar hasta sacar a Yakushi.

Recibimos una nueva comunicación a través de los micrófonos en los cascos. Esta vez fue de Izuna que aseguraba ya tenía todos los archivos.

Más explosiones resonaron por todo el lugar.
—Deidara. Espera a que salgamos para derribar este maldito lugar.— Gruñó Kakashi por el micrófono.

Nos encargamos de atar y cubrir al imbécil de Yakushi.
Y empezamos a retroceder por dónde llegamos.

—Detonacion asegurada, en cinco.— dijo divertido Deidara, el maldito amaba volar cosas y era el mejor en cuanto a explosivos. Obito había trabajado con él codo a codo, creo que compartían el mismo placer por destruir cosas.

No teníamos comunicación abierta con el segundo equipo, pero esperaba que todo esté bien.

Entramos al tunel, me asegure de que mis hermanos estén conmigo, teníamos a Kabuto y Kakashi ya estaba aplicando una de las dosis para controlarlo.
Luego lo arrastramos en una carrera mortal hacía el callejón.
Polvo y temblores sacudieron la zona cuando Dei se encargo de hacer volar el lugar.
La calle estaba llena de patrullas y ambulancias que pasaban a toda velocidad.

La zona asegurada al menos a dos manzanas de dónde nos encontramos.
Subimos deprisa a la camioneta y nos largamos por la ruta diseñada para escapar.
Las cámaras habían sido intervenidas por Itachi, por lo tanto ninguna funcionaba en tres rutas diferentes. Así despejamos el rastro.

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Esto es lo que SaKu vio en las pantallas, que sucedía en el laboratorio. Me encanta la secuencia.

Gracias por leer, votar y comentar.

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