Había tenido mucho sexo en mis casi cuarenta años, y había hecho el amor muchas veces también. Entre misiones, siempre encontrábamos mujeres dispuestas a pasar un buen rato.
La verdad es que no podía imaginar mí vida junto a ninguna de ellas. Eran amores de paso. Algunos duraron más de una noche, pero sabía en lo profundo de mí ser, que nunca serían ese amor que me volaba la mente.
Sin embargo, apareció Sakura, y con ella empecé a sentir lo que no había sentido con nadie nunca antes.¿Suena cliché? Ni que lo digan, pero es la pura verdad.
Estaba sorprendido y encantado. Ella en mis brazos se sentía correcto, se sentía perfecto y mí mente había sido detonada como una bomba explosiva, arrasando con miedos, tabúes y todo lo que antes me impedía proyectar a futuro con cualquier otra mujer. Ella era sin dudas la indicada, la elegida.
Mientras rodeaba su cuerpo, pegado al mío como una pieza de puzzle que encaja a la perfección; respirando su aroma dulce y escuchando la relajada respiración de su pecho. Lo confirmé. No quería a otra. Nunca querría a otra.Había un maldito científico, golpeado en mí sótano, trabajando en la fórmula que detendría la degeneración celular de mí bebé. Y mí cabeza solo podía repetir como un puto bucle, el momento en que Sakura se corrió, gimiendo mí nombre con tanto placer. La forma en que su espalda se arqueo, y sus piernas se cruzaron sobre mí traseros empujando hacia arriba, para que pudiera soltar mí carga prufundo en ella.
Pensé en lo que sentía, en lo loco que era sentirme así realmente. No había esperado nada de todo lo que vivimos estos últimos meses, y sin embargo, no podía pensar en cambiar nada, aun con tantas cosas por venir,
Estaba experimentando la verdadera felicidad.Solo podía sentir la respiración pausada y relajada de Saku. No había señales de Sarada, sabia que mis hermanos, o primos estaban haciendo lo posible para darnos a Saku y a mí unas horas extras.
SaKu se removió, su trasero acunando mí miembro, que ya estaba duro de nuevo. No lo creía posible, pero ella obraba milagros en nosotros.
Ni siquiera necesitaba ayuda, me ponía de cero a cien en un parpadeó.Suspire, respirando contra su coronilla.
Estaba profundamente dormida.El amor se presenta de diferentes formas. Para mí fue un abrazo de mamá antes de mí primera misión, y otro poderosamente fuerte de mí padre, justo en mí regreso sano y salvo, acompañado de las cálidas lagrimas de mamá empapando mí remera.
El amor fue un dolor en el culo, cuando mí familia se agrandó, cuando deje de ser hijo único y mamá regreso del hospital con dos pequeños niños iguales, a los que adore desde el primer instante en que ví, que aún hoy, me siguen a sol y sombra.
El amor puede ser una cerveza en la madrugada, con tu papá, el tío y mí primo mayor que era casi tu hermano. El amor está en cosas que no volverán, y cosas que me esperan a futuro.
El amor es, hoy por hoy, una bebé de ojos negros que balbucea feliz cuando la tomas en brazos y la llevas a tu cama en medio de la noche, es una mujer, pelirosa, con la cintura más estrecha sobre la que posar mis manos, que suelte los gemidos más hermosos mientras llega al clímax, conmigo enterrado en lo profundo de su cuerpo.Amor. Una palabra, cuatro letras. Mis hermanos y mis primos, una mujer, una bebé y una vida mucho más completa de lo que esperaba. Una familia.
Mire la hora en el despertador de la mesa de luz.
Casi las tres de la madrugada. Itachi estaba por subir y alguno de lo chicos iba a reemplazarlo.
Traté de desenredar los brazos, quería buscar a la pequeña, para aliviarles las tareas.
Con los chicos tomando turnos para vigilar a Yakushi, íbamos a temer mucho trabajo.—Yo voy...— murmuró adormecida.
—No. Iré yo. Quédate y descansa.
Se sentó en la cama, con un aspecto de mujer que fue gloriosamente follada. Su cabello revuelto, sus labios hinchados. Quería subirme sobre ella y hacerle el amor de nuevo.
Negó y se incorporó decidida.
Su cuerpo denudo, paseando por mí habitación en penumbras, era la cosa más hermosa que había visto.
Tomó las bragas que había arrojado al suelo cuando la desnude, gruñí cuando se inclinó para ponerselas.Me miró sobre el hombro y meneo el trasero coqueta.
—No me provoques...
—No lo hago.— ronroneo con una inocencia falsa, cargada de sensualidad.
Se movió hacía mí placard y descolgó una camisa. Se veía caliente como el infierno. Quería sus piernas al rededor de mi cintura una vez mas.
Salió meneando las caderas con una cadencia y sensualidad únicas, me deje caer sobre las almohadas, rindo suavemente.
Deseaba ver la cara de los chicos cuando ella apareciera así en la sala.
Mas de uno tendría que ocuparse de si mismo está noche.*************************
Hoy hay doble capitulo. Estuve de viaje y la señal era un asco. Por eso la actualización tardía.
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"Misión: Bebé" Sakuharen 🔞
FanficUn laboratorio que debería dedicarse a desarrollar vacunas, esta haciendo experimentos ilegales. Una de sus empleadas lo descubre por error y salva al último sujeto de pruebas. Los Uchiha son ex marines y primos hermanos. Siempre juntos, siempre...