III

212 13 8
                                    

Solo una vez Carrera lloro tan desesperado por amor, solo una vez le nombró a su familia a Buhajeruk, solo una vez sintió el verdadero amor y millones de veces juro que ese chico sería el amor de su vida.

El idiota cargoso pendejo que todos conocemos fue la etapa critica de Rodrigo, lloro tan destrozado esa vez que se enteró que Iván estaba con otro pibe después de haber roto a los días (y después él es el necesitado), tanto que el mismo pelinegro ni se enteró de dicha barbaridad.

O eso espera.

Sabiendo como era el de ojos marrones en ese entonces, estaba asegurado que alguna que otra burla y encogimiento de hombros pudo salir como su primera reacción.

No se burlaria tan vulgarmente, pero si al menos uno que otro comentario que hizo reír a sus amigos hizo. Y comentario que haría que Rodrigo agarrara lo primero que se le cruce y se lo lanzaría.

Tenía sus límites y si se hubiera enterado de alguna reacción similar, en serio que hubiera ido a dar cara a cara con Iván.

Aunque, claro, me olvide nombrar, ellos en ese momento habían terminado como amigos, entonces al ver al más bajo llorando tanto, le preguntó cómo estaba.

—Andate boludo, estoy bien. — Sollozo ocultando su rostro.

—Pero estas...

—Iván, andate ¿queres? No insistas. — Hablo un amigo más cercano a Rodrigo, Germán.

Fue tan sencillo alejar al inseguro que en pocos minutos Rodrigo busco la forma de subir al aula sin ser cuestionado por alguien más.

La escena había pasado tan rápido que en poco tiempo fue olvidada por él. Entendió que ninguno tenía la culpa, aunque sin más, no decidio decirle el porqué de su llanto ese día a su amigo, ni pedirle perdón por la actitud de él y Germán. Seguía pensando que no se lo merecía.

ᘏᘎ

Aprovecharía la presencia de su mejor amigo y le contaría el suceso que lo dejo con dudas.

—Y bueno, después me fui porque no supe como reaccionar. — Suspiro.— O sea, ¿qué le digo? “Wow felicidades, estoy re feliz por vos”, “Ah mira, me importa un pingo”, “Que bueno, me importa”, “piola”...

—Porque no mejor le dijiste un “Que piola, me alegro por vos”. — Le dijo Germán tomando algo exagerado a su amigo.

—¿Y después de eso qué?

—No sé primo, pensa un toque vos también. — Contestó el de lentes.— Que no se vean hace mucho le da temas de conversación.

—Sino fuera mi ex, a lo mejor si le sacaría uno que otro tema, sabes que no soy muy charleta.

—Al menos deberias tener en mente que preguntarle... Onda si lo volves a ver. — Sugirió.— Después de todo, es el hermano de la mejor amiga de Nicole.

—¿Te imaginás que...? — Planteo arrepintiendose al segundo al notar lo flashero que era.

—¿Que la mejor amiga termine siendo la novia? — Completo.

—¡Eso!

—Ro, ni idea si queres ver a Iván o si le queres poner una orden de alejamiento.

—Bue, pensa en mi yo de doce, Ger. — Opino.

—Pero primo, ese pibe de doce años que era re tímido con personas desconocidas, que le costaba hablar hasta con su pareja, que era lo más introvertido posible, que sufría de apego ansioso y que odiaba-amaba su soledad ya no está, no existe. — Comentó.— Al menos que sigas con alguna de esas cualidades.

+ 𝐒𝐈𝐍𝐂𝐄𝐑𝐎 - 𝗋𝗈𝖽𝗋𝗂𝗏𝖺𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora