XXI

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(...)

Estaba en llamada con sus compañeros en la típica plataforma violeta, y que mejor momento que hablar ahora del gran inconveniente en la vida de Buhajeruk en esos instantes.

—¿Eeh? — Pregunto Oscu volviendo del baño.— Me fui con los auriculares, pero, ¿eh?

—Se lo confesaba en un baño. — Rió.

—Ni idea, ni siquiera lo escuche yo.

—¡¿Qué?! Hubieras empezado por ahí.

—¿Quién te lo dijo?

—Osvaldo.

—Yo le creo, si te lo dijo él, es verdad.

—Para amigo, primero le tengo que preguntar a Ro.

—Decile ahora.

—¿Vos decis?

—Dale.

—Conecta el micrófono al de los auriculares y anda.

—Solo está vez voy a cumplir su capricho, no se aprovechen. — Señalo.— Si se pone personal la cosa, corto.

—Bueno.

Luego de unos minutos organizando ello, puso en marcha el plan.

—Amor.

—¿Ya terminaste de hablar con los chicos? — Pregunto Rodrigo, volteando a verlo mientras seguía lavando los platos.

—Ah, no, pero necesito hablar con vos. — Dijo.

—Esperame. — Seco sus manos y se sentó al lado de su pareja.— Decime.

—Osvaldo me dijo que escucho algo... La verdad es que no me gusta meterme en cosas personales tuyas, pero necesito saberlo. — Hizo una breve pausa.— Osvaldo me contó que Tomás se  te declaró en el baño la otra vez, ¿es verdad?

—Quería hablarte de ese tema también, se me hace muy necesario que lo sepas, y sí, es verdad... Él me lo dijo y claramente le dije que no le correspondía, además dijo millones de cosas más, pero no sé si las queres saber.

—¿Por qué?

—Nah... Es un tema personal, aunque también deberias saberlo.

El silencio tenso que se armó entre ellos ponía muy nervioso al pelinegro, tanto que empezó a mover su pierna, haciendo que su muslo rebotara sobre el asiento.

—Bueno te lo digo, creo que ya es tiempo que lo sepas.— Comenzó.

Le contó la mayoría de las cosas que se relacionaban con los comentarios que le dijo Tomás, y ahí fue cuando Iván se dio cuenta la otra parte de la historia, Iván y el resto de sus amigos que se olvidó que estaban presentes.

—Iván... Corta. — Le dijo uno de sus amigos, pero el audio de los auriculares eran casi inaudibles, ya que el susodicho no tenía puesto estos.

—Eso, pero es un tema mío, además es pasado, era muy inestable en esos tiempos, o sea ahora ya no soy más así, termino una relación y puedo salir adelante, te lo digo por si algún momento llegamos a terminar y, que sé yo, te preocupas por mí.

Sin pensarlo, Iván se abalanzó a Rodrigo y le dio un fuerte abrazo, sintiéndose muy mierda de persona al fondo de él. Nunca pensó que había hecho llorar a una persona, mucho menos hacerla sufrir.

Era algo egocéntrico, si, aunque no era excusa para no sentirse culpable por el suceso.

—Perdoname si algún día te hice sentir así de horrible, perdón en serio, sé que un perdón no basta, y menos ahora, pero en serio siento mucha culpa, me siento mal por haberte hecho sentir así, yo no tenía ni la más puta idea, solo me concentraba en mi en esos tiempos...

+ 𝐒𝐈𝐍𝐂𝐄𝐑𝐎 - 𝗋𝗈𝖽𝗋𝗂𝗏𝖺𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora