XVI

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(...)

Los amigos de Iván lo habían invitado a jugar al pool, pero no con la compañía del susodicho, según ellos sería para conocerlos mejor y poder crear mejor vínculo ya que no se conocían mucho.

Solo sabia que estarían presente los amigos más cercanos a su novio, que eran once en total.

Como le pareció una idea muy copada, arreglo con sus amigos para que invitarán a Iván a comer o a hacer algo para que se conozcan mejor, aun así, Rodrigo sabia que sería todo un desastre y que cuando llegará a casa estaría Angie o Germán con un cuchillo sobre el cuello de su novio.

De igual manera, les informó que lo hagan si querían.

Después de todo, al castaño le esperaba una tarde bastante entretenida.

Cuando llegó al lugar, no esperaba que fuera recibido por alguien, y que ese alguien fuera Abril, aunque bueno, tiene mucha pinta de ser una chica muy generosa y amable.

—¡Hola Rodri! — Saludo.— Pasa, justo llegaron los últimos hace unos segundos.

Al terminar de presentarse con todos los presentes y escuchar sus nombres decidieron comenzar a jugar.

Le tocó hacer equipo con Nicolás, el mejor amigo de Iván, Gonzalo, Juan y Franco.

Como él inicio la ronda, tenía que esperar un buen de rato, por lo que inició una charla con Nicolás.

—¿Tenes hermanos? O como es la joda.

—Tengo una hermana menor, por ella me volvi a encontrar con Iván.

—Contame más.

—Bueno, la iba a dejar en casa de una amiga y resultaba que era la hermana de Iván, así que cuando él nos abrió la puerta me quedé sorprendido porque hace banda no lo veía, y me hizo pasar. — Contó.— Nomás intercambiamos tres palabras y fue uno de los momentos más incómodos de mi vida.

Nico rió un poco.

—Ese pibe puede llegar a ser muy seco a veces, pero se pone así duro cuando está nervioso.

—¿Estas insinuando de que estaba nervioso?

—Y... ¿Te cuento algo? — Rodrigo asintió.— Iván me mando un audio re sorprendido diciendo “¡No vas a creer a quien me encontré!” y si, me dijo que estaba algo nerviosito, pero se pone así con la mayoría de personas, no con todas.

—Re tierno.

—¡Lokonazo, te toca! — Lo llamó el rubio.

—Me dicen así porque el rubio se llama igual que yo, tipo así para no confundir. — Aclaró.

El castaño alzó las cejas asintiendo con su cabeza, la estaba pasando bien.

Desde esa pequeña charla supo que el grupo era el típico que contaba cosas íntimas de Iván, claro con su autorización, y lo mandaban al frente.

Los que más se dedicaban a eso eran Nicolás, Oscu (Nicolás) y Franco, debes en cuando Abril también decia algo.

—Oye, Ro. — Llamó Osvaldo haciéndole una señal para que se acercara.

—¿Qué pasa?

—¿Qué quieres hacer luego de esto? Podemos ir a comer o lo que quieras.

—Ahh... Vamos a comer, tengo una re hambre. — Respondió.— Vamos a merendar, conozco un lugar cerca de acá.

—Bueno.

Siguieron jugando hasta que el equipo contrario ganó y festejaron tan descaradamente que Gonzalo casi se le abalanza a uno.

+ 𝐒𝐈𝐍𝐂𝐄𝐑𝐎 - 𝗋𝗈𝖽𝗋𝗂𝗏𝖺𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora