XIX

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El alcohol le había pegado de golpe, estaba borracho, demasiado tomado como para ser las doce de la mañana.

Al estar sonando una de sus canciones favoritas de Duki de fondo lo hacía delirar más. Suerte que tenía a su novio al lado.

—Amor ya tomaste mucho, deja.

—No.

Sus ojos se entrecerraban demasiado, tanto que por poco se dormía parado.

Escucho como Rodrigo le dijo algo a sus amigos antes de que fuera llevado por el mismo a fuera de la joda.

—¿Qué... Haces? Son las... Doce recién.

—Vamos a casa. — Le dijo. — Bueno, te voy a ir a dejar.

—Pero... Es temprano.

—Estas re tomado Iván. — Lo hizo subir.— Además no paras de hacer que las pibas te tiren la onda.

—No me digas así... Además, las pibas se me tiran, no yo a ellas.

—¡Pero, se provechan que estas más tomado que la mierda y por poco te cojen!

—Ah... — Rió.— Te amo, Rodri.

—Mmg, yo más.

—Desenojate.

—¿Qué?

—Desenojate.

—¿Me desenojo?

—Sip.

—Bueno. — Sonrió.

Tenía suerte de ser una persona que cuando estaba borracha en vez de hacer algo malo, se ponía cariñoso o era más blandito en todo.

—Te amo.

—Ya me lo dijiste eso, Ivi.

—Te amo. — Recosto su cabeza en el hombro de su novio.

—Amor, estoy manejando.

—¿Desde cuando manejas?

—Antes de conocerte.

—¿A los nueve ya sabias conducir?

—Bueno, a los doce aprendí algo, pero me refiero a que antes de volver a verte.

—Entonces lo dijiste mal.

—Si, perdón.

—Te amo.

—Estas muy cariñoso, exageradamente.

—¿No te gusto?

—Nunca dije eso.

—¿Te sigo gustando?

—Iván.

—¿Eeh?

—¿Vos... Vos queres volver con tu ex?

—¿Por qué decís eso?

—Perdón, pero estuve oyendo lo que le decias a Oscu.

—Yo... ¿Lo podemos hablar en otro momento? No me quiero mandar la cagada de querer decir algo y que se entienda de una forma.

—Bueno, igual no sé porque te pregunte ahora.

—Te amo.

—¿No vas a parar hasta que te conteste?

—Te amo mucho, Rodrigo Carrera, te amo desde el día en el que me declare, desde 2020, te segui amando a pesar de que no estuvieramos preparados para algo.

—Yo te amo más, Iván Bujaje. — Dijo con una sonrisa.— Iván Buhajeruk, Iván Habbo.

Le dio un beso en la cabeza, aprovechando que el semáforo estuviera en rojo.

+ 𝐒𝐈𝐍𝐂𝐄𝐑𝐎 - 𝗋𝗈𝖽𝗋𝗂𝗏𝖺𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora