Hermione Granger OS

MONEDA DE CAMBIO

–Vas a casarte con la monarca de Slytherin– sentenció mi padre.

–Papá no puedes hacerme esto– supliqué– se supone que soy la mayor, soy la legitima heredera al trono – dije armándome de valor, por primera vez le llevaba la contraria a mi padre y me atrevía a levantar la voz, sin embargo, esa falta de respeto, solo me gano una fuerte bofetada que me hizo retroceder.

–¡Tú no tienes ningún derecho a este trono!, más bien agradece que te he arreglado un matrimonio bastante codiciado– respondió con desprecio. – no hay duda que eres idéntica a tu madre– dijo acariciando la mejilla que había golpeado con anterioridad. – no serás reina de Gryffindor, pero si serás reina de Slytherin, asi que... sonríe hija en tres días será tu boda.

Sabía muy bien la razón de porque me enviaba lejos, yo no pensaba como él, mi hermano o como el abuelo, ellos eran codiciosos, traicionero y crueles, mi abuelo por pura codicia había iniciado una guerra de más de 25 años con los tres reinos de nuestro continente, Ravenclaw una tierra de grandes montañas especializados en la cría de animales, pues sus terrenos eran bastantes ricos en pasto, de allá se exportaban las reses del ganado vacuno, la carne de cordero, cerdo, cabra, aves, entre otros alimentos de origen animal como la mantequilla, el queso, la mayonesa, entre otros. Luego estaba Hufflepuff una nación que al igual que Ravenclaw exportaba alimento sin embargo su especialidad era la siembra, trigo, frutas, miel, de allá provenían la mayoría de productos como la harina para hacer pan, los vinos más exquisitos y las cervezas más refrescantes, luego estaba Gryffindor el lugar donde nací, nuestros suelos eran promedio, por lo cual nuestras tierras nos daban de comer sin embargo no producían lo suficiente para mantener a toda nuestra población, pero nuestras tierras eran ricas en piedras preciosas y metales valiosos como el oro, la plata y el bronce, la mayoría de gente común se dedicaba a las minas, por lo cual siempre había con que pagar por productos extranjeros.

Luego está la nación de Slytherin, era una nación costera que a diferencia de la nuestra ellos tenían acceso al mar y por lo cual era un excelente punto estratégico para el comercio, de todo tipo, además que para cruzar al otro continente debíamos pisar sus terrenos y cruzar el canal que habían construido, no poseían minas de diamantes u oro, sin embargo tenían minas de sal que eran igual de valiosas que cualquier metal precioso, su alimentación se basaba en pescados de todo tipo, mariscos, frutas tropicales y aves, como estaban en medio de todas las demás naciones eran los primeros en recibir los productos que exportaban los demás.

Ellos poseían al ejército más poderoso de este lado del mundo, tenían una flota de más de 100 barcos de guerra, sin contar las naves más pequeñas, debido a esta flota nuestro reino había perdido incontables batallas, a mi abuelo quien presumía de ser un excelente estratega se le ocurrió la idea de crear su propia flotilla y enfrentar a una nación que tiene milenios dominando el arte de guerra naval, él quería ser un emperador de todo el continente, declaró la guerra a cuatro naciones al mismo tiempo y aunque sus incursiones dieron algunos frutos no pasaron de simples saqueos y asesinatos a personas que no podían defenderse, las consecuencias vinieron de inmediato, las demás naciones cortaron relaciones de comercio, cerrando las rutas en especial Slytherin quien nos conectaba con todas las demás naciones.

Nuestra nación lleva años intentando arreglar el desastre de mi abuelo y que mi padre en su juventud continuo, no fue hasta que comenzó a agotarse las reservas en la principal mina de oro que entró en razón, nuestro reino estaba muriendo de hambre, traer alimentos del otro continente por vía naval sin cruzar por la nación del comercio era complicado, muchas carnes no aguantaban la travesía y ni hablar de los productos lácteos.

Y es aquí donde entró yo, mi padre firmó un tratado de paz por más de cien años en ese tratado se establecía un vínculo matrimonial, ya que "la familia no ataca a la familia", todo esto debido a que mi padre sufrió la peor y más humillante de las derrotas, y por eso me encontraba en la entrada de la capilla a la espera de que me anuncien para casarme.