Hermione Granger OS

DEL ODIO AL AMOR II

—¿Vas a seguir enojada conmigo? — preguntó la castaña acercando sus labios a mi oreja para hablarme.

—No estoy enojada— respondí soltando un gran suspiro enrollando el cuarto pergamino concluyendo así mis últimos deberes del día de historia de magia.

—Mientes, si lo estas amor— murmuró Hermione tomando asiento a mi lado— a ver— colocó su mano en mi mentón alzando mi rostro para que la mirara — sé que estás triste bebé, no te sientas mal el segundo lugar no es tan malo como parece.

—Dices eso porque estás en primer lugar — bufé fastidiada, quitando su mano de mi cara.

—¿También vas a decirme que no merezco ser nombrada la mejor bruja de nuestra generación? — preguntó un poco triste, haciendo que levantara mi cara de la mesa de inmediato.

—Claro que no, ¿Quién te ha dicho esa barbaridad? — pregunté comenzando a molestarme, si bien la noticia de que no sería la mejor bruja de mi generación me cayó como una patada al estómago, no era razón suficiente para menospreciar el esfuerzo de la castaña, y que alguien por allí le haya lanzado ese comentario, en verdad me enojaría, el solo pensar que ella no merezca dicha condecoración es una reverenda estupidez.

—Nadie— contestó de inmediato, pero su mirada vaciló lo que indicaba que me mentía.

—¿Quién te dijo eso? — pregunté girando mi cuerpo y cara hacia ella, dejándonos de frente.

—Algunos estudiantes— contestó luego de algunos suspiros— no me lo han dicho directamente a la cara, pero si he escuchado los murmullos...

—Son idiotas, no les hagas caso— dije pasando mi brazo por su cintura acercando nuestros cuerpos— claro que te mereces ese premio por supuesto que si amor.

—Pero ¿Estas molesta?

—No estoy molesta— me sinceré— solo un poco decepcionada.

—¿De mí?

—No amor, claro que no, como dije antes te mereces ese premio con creces, créeme que si— aclaré de inmediato borrando cualquier duda en la castaña de que yo pensaba lo contrario— es solo que creí que había dado el 100% y un poco más ¿sabes? Es como si todo mi esfuerzo fue para nada, no valió la pena, al parecer no fui suficiente.

—T/n eres más que suficiente amor— aseguró Hermione colocando sus palmas en mi rostro— Un premio o una calificación no definen tu vida, no definen tu carácter, debes estar orgullosa de todo lo que has logrado.

—No he logrado nada.

—Claro que si mi vida, rompiste con los prejuicios con que cargaban los estudiantes de tu casa, los incitaste a revelarse contra Voldermort, resististe las torturas por parte de tus propios padres, intentaste ayudarme cuando aun sabiendo que las cosas se pondrían peores para ti amor, eres una heroína, mi heroína, no te sientas menos por ese estúpido premio que no te merece— comentó dándome un dulce beso al final, causando un poco de risa en mi — ¿Qué? ¿Qué es tan gracioso?

—¿Te das cuenta que estas menospreciando tus propios logros?

—Es que ya nada de eso importa— comentó un poco melancólica.

—Oh no, no, no, no nos pondremos en depresivas ahora— dije abrazándola llenando su rostro de besos— mejor cambiemos de tema ¿sí?

—Sí, se acerca el último partido de quidditch Gryffindor contra Slytherin ¿te apetece hacer otra apuesta? — preguntó con una sonrisa burlona la castaña, mientras punchaba los hoyuelos de mi mejilla derecha con su dedo índice.