Hermione Granger OS

Abeja reina

—Maldita Granger— murmuré para mí misma mientras me colocaba el sostén deportivo y un pantalón de chándal gris, mientras mi cuerpo bastante húmedo mojaba toda la tela haciendo que se adhiera más a mi cuerpo, incluso dejando que se notaran las partes incomodas que para nada quería que se marcaran, pero justo ahora eso no era lo importante.

—Lo siento T/n, esto es lo único que pude encontrar que estuviera decente, si me das más tiempo te conseguiré una camiseta sucia del equipo de futbol— comentó en forma de disculpa Rolf.

—No te preocupes Rolf así estoy bien, ya hiciste bastante por mí, muchas gracias — comenté caminando hacia fuera de las duchas del gimnasio.

—Espera ¿A dónde vas? — preguntó alarmado el rubio— T/n estas semidesnuda si algún maestro te ve, te van a castigar.

—¡No me importa! ¡ya nada me importa! — grité exasperada reanudando la marcha— estoy harta de esa animadora de cuarta, niña mimada, maldita plástica, remedo de mujer con complejo de Regina George, estoy harta de su comportamiento infantil, esto que me ha hecho es la gota que rebosó el vaso — comenté exasperada dirigiéndome al lugar donde estaba segura que la capitana de animadoras estaría.

Y se preguntaran ¿Por qué estoy tan enojada? ¿Por qué odio a muerte a Hermione Granger?, pues sencillo la muy idiota ha hecho mi vida un infierno desde hace un año cuando ingresé a esta escuela, les juro por lo más sagrado en este mundo que nunca le di una razón o motivo para que ella me odiara, simplemente a la semana siguiente que empezó el año escolar, me convertí en el objetivo de todos sus insultos y bromas, por parte de ella y de su maldito grupo de animadoras, pero para su mala suerte yo no era un trapo que se dejaba estrujar por todos, yo podrías ser una nerd, pero también sé responder a las bromas, me hice amiga de un pelirrojo de ojos azules y con la cara llena de pecas, llamado Ronald quien resultó ser hermano mellizo de Ginny una de las mejores amiga de la insoportable castaña, y de quien mi otro mejor amigo Harry, estaba perdidamente enamorado a pesar de que la pelirroja era una perra total con nosotros, que masoquista, y por ultimo estaba Rolf un rubio larguirucho muy bueno para jugar futbol, los cuatros habíamos conformado un equipo que les hizo frente a las animadoras y a su grupito de descerebrados, tomé el mando del equipo de futbol, el cual era el peor de todos los clubes del colegio, imagínense estaban en la posición 20 de 20, en un vago intentó de volverme popular y así dejar de ser un imán de bromas, cosa que funcionó por unos meses cuando comenzamos a ganar partidos, quedando en cuarto lugar ese año, lo cual era bastante considerando que desde hace diez años no ganaban nada, sin embargo a pesar de todo los conflictos continuaron, Granger y su equipo, se metían a nuestro laboratorio de robótica y se robaban nuestras piezas, las escondían, colocaban pegamento en las articulaciones, averiaban nuestro equipo, asi que nuestra respuesta fue meternos a los vestuarios de las animadoras y reemplazamos el shampoo por un tinte temporal de color verde musgo horrible, intercambiamos sus uniformes por los apestosos del equipo de Lacrosse, y por ultimo subimos la temperatura del agua en las duchas provocando que salieran corriendo todas las animadoras semi desnudas.

Luego la castaña se robó mis notas del equipo de debate del cual ella también era miembro, para así derribar mis argumentos uno a uno, lo que ella no se esperaba era que esas notas fueron un chivo expiatorio, las verdaderas estaban de forma digital en mi teléfono celular, genio del mal. Una a una fui esquivando sus bromas, y las que no, pues las devolví con creces, siempre me alegraba el día ver su cara de rabia, como apretaba los dientes y volvía sus manos puños cuando me veía sonreír, porque puse una bomba de pintura en su casillero como venganza por colocar talco sobre la puerta de nuestro laboratorio.

Pronto mis esfuerzos y el de mi equipo tuvo que redoblarse ya que como me volví el objetivo de las animadoras, eso me hizo el objetivo del equipo de Lacrosse del cual Cormac McLaren era el capitán y quien por supuesto era el novio de Hermione, vaya mierda de novio que la engaña con la capitana del equipo de natación, si así es todos sabíamos eso a excepción de la castaña, estaba esperando el momento adecuado para decírselo y burlarme de ella en su cara, pero a diferencia de esa bruja yo si tengo corazón y no soy de las que meten el dedo en la llaga. Fuera de eso me parecían la pareja perfecta, la niña mimada hija de dentistas famosos, capitana de las animadoras y el idiota descerebrado hijo de doctores capitán del equipo de Lacrosse, son un cliché andante de una película de adolescentes estadounidense, solo que para mí mala suerte no hay un asesino serial con mascara que hiciera el trabajo y nos librara de esa peste.