Extra (2) Manual for Ash Jones 11

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El primer movimiento fue lento. El enorme pene se deslizó lentamente hacia adentro. Los bultos en su órgano genital rasparon su tierna carne. —Ja, ugh—un gemido parecido a un suspiro se escapó de sus labios, en compás con el ritmo lento. El calor se acumuló en la parte inferior de su abdomen. Era como si algo se estuviera amontonando en un charco de agua.

Ash, que apenas pudo levantar la cabeza, miró a Karlyle. En la oscuridad, una sonrisa blanca se dibujó en sus labios.

—Mientras te penetro, no quites las manos de tu abdomen.

Tuk. El pene atravesó su pared interior, que estaba a punto de cerrase lentamente. Y mientras enterraba su pene hasta el final, Ash se movió como si hubiera estado esperando. Karlyle abrió la boca. Su pene lo perforaba con tanta fuerza, que sintió como si sus demás órganos fueran apuñalados. Además, era demasiado profundo.

—Ugh, Ash, profundo, es tan profundo...¡Ugh, ah, Ugh!

Ash dejó de hablar de repente. Y en su lugar, se movió como una bestia salvaje a la que se le hubieran cortado las riendas. Repitió movimientos similares y diferentes. Luego, sacó el pene justo antes de que correrse y lo volvió a meter de inmediato.

El pene duro de Ash era un poco curvado por sí mismo, así que cuando él lo sacaba, Karlyle sentía su roce justo debajo de su vientre. Su próstata también fue severamente presionada.

—¡Ugh, ah, ah, ah, ugh, ah...!

Todo su cuerpo se estremeció como si estuviera atrapado en un espacio tembloroso. Su torso se agitó ante la presión que venía desde la parte inferior de su cuerpo. Entonces, Karlyle obedeció las palabras de Ash, y presionó su estómago con su mano mientras su cabeza se quedaba en blanco.

Pero no lo hizo solo porque Ash se lo pidió. Cada vez que el pene lo llenaba, su placer se duplicaba al presionar su vientre con firmeza. Su cuerpo se movía naturalmente, en busca del placer.

Cada vez que su cuerpo se sacudía violentamente, su pene goteaba líquido preseminal. El pene duro de Ash rozaba repetidamente la mano, con la que Karlyle presionaba su abdomen. El dorso de su mano y su abdomen, estaba empapados de líquido preseminal húmedo y brillante.

Ash seguía moviéndose como alguien que ni siquiera sabía como controlarse. Giraba solo su cintura y empujaba su pared interior por todas partes, luego, estimulado por su acción, volvía a penetrarlo sin piedad. El sonido de su aliento bestial, resonaba con claridad en los oídos de Karlyle.

—Ah, ugh, ah, ugh, ugh, ah...ah...por...favor.

Su cuerpo se estaba volviendo más ruidoso. Como si se pusiera de pie, Ash comenzó a penetrarlo con fuerza. Cada vez que empujaba hacia adentro, se incrustaba en su interior como si hubiera atravesado todo su cuerpo.

Karlyle no podía pensar en nada ante la sensación que sacudía su cerebro. Sentía que iba a morir. El movimiento se fue acelerando gradualmente. Su cintura se movía de un lado al otro sin control. Le dolían los pulmones porque gemía cada vez que se estremecía. Era muy difícil incluso gemir.

—¡Ah, ah, ah, ah...Ugh, Ash, por, favor!

Necesitaba un momento para recuperar el aliento. Sentía como si le estuvieran apretando los pulmones. Pero Ash no le respondió. Él solo miró fijamente a Karlyle con sus ojos penetrantes, con una sonrisa que revelaba sus dientes. Después, presionó su próstata con fuerza.

Karlyle ya se había olvidado del dolor y fue envuelto gradualmente en una oleada de placer, ya que el simple hecho de que su pene entrara lo estimulaba. La sensación de eyaculación, que había ido creciendo poco a poco, saltó de inmediato debido al movimiento de Ash. Sus labios temblaron y se abrieron.

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