Galería Nacional de Retratos (Segunda Parte)

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El horario de la tarde estaba raramente vacío. Todavía faltaban más de dos horas para llevar a Kyle al aeropuerto de Heathrow. Kyle ahora estaba mirando productos para bebés con Nicholas y su familia. Es por esa misma razón que hace un mes, cuando Karlyle salió después de terminar con su diagnóstico, que se encontró con Nicholas y Kyle.

Nicholas estaba embarazado. Desde entonces, Kyle siempre ha tenido una sonrisa en su rostro. Al menos frente a Nicholas y Karlyle. Debido a que es un gran placer para Karlyle ver la cara feliz de su hermano, siempre se ha sentido agradecido por la presencia de Nicholas.

Ese hecho por supuesto, le recordó a Ash. En retrospectiva, ellos estuvieron en una relación muy complicada. Ash no había mencionado a Nicholas desde la primera reunión. Sin embargo, Karlyle no estaba seguro si él se había olvidado por completo de Nicholas.

Ante ese hecho, su estado de animo comenzó a calmarse gradualmente. Karlyle sacó silenciosamente su teléfono celular con un rostro inexpresivo. El celular negro en la palma de su mano estaba lleno de mensajes de texto relacionados con el trabajo.

Sus contactos privados solo le respondieron lo necesario. Era similar a cuando estuvo en Eaton o en la universidad. Disfrutaba del entretenimiento solo cuando había un propósito. Pero también era cuestionable si a eso se le podía llamar entretenimiento.

Karlyle, que había estado tocando su teléfono celular por un tiempo, al final lo abrió. Cuando presionó el cuadro de texto para bajar la lista de contactos, vio el nombre de Ash.

Había pocos mensajes de textos intercambiados con el nombre de Jones. Se trataba de un contenido seco en el que solo se hacía mención del lugar y la hora. Ash en el texto parecía profesional. Pero cuando miraba a Karlyle, sonreía lo suficientemente dulce como para derretirlo. También lo tocaba y lo besaba.

El dedo vacilante de Karlyle presionó la ventana de entrada. Como dijo Luther, tenía que hablarle a Ash sobre su rut. Ese no iba a ser un mensaje de texto sin un propósito. No era una molestia en sí, porque simplemente era una llamada de negocios. Karlyle dudó durante mucho tiempo y finalmente escribió unas palabras.

[Buenas tardes]

Fue un saludo natural. Sin embargo, era muy incómodo usar esas palabras. Karlyle finalmente decidió borrar ese mensaje. No sabía de qué diablos iba a hablarle.

[Señor Jones.]

Tampoco le gustó el segundo mensaje. Parecía muy duro y desalmado. Lo pensó, a pesar de que siempre lo habían criticado por ser esa clase de persona. Sin embargo, si le escribía de esa manera a Ash, sentí que le faltaba un poco de tacto. Sin embargo, Karlyle borró el texto anterior y decidió poner el nombre de Ash.

Después de mirarlo por un momento, Karlyle negó con la cabeza. Pensó que sería mejor llamarlo o hablar más tarde. Su dedo se movió, mientras pensaba en eso.

Pero algo improbable ocurrió, cuando alguien que pasaba junto a Karlyle se chocó con él, mientras miraba su teléfono celular. Karlyle evitó lo peor, envolviendo su teléfono celular con su palma.

Probablemente por eso se había enviado el mensaje de texto.

Cuando Karlyle volvió a mirar su teléfono celular, ya era demasiado tarde. El problema es que solo se envió el nombre de Ash, seguido de un xx.

Karlyle sabía lo que eso significaba. Desde el hecho de que el significado variaría levemente si se le agregaba otra x al final del mensaje, hasta el hecho de que parecía ser algo íntimo. La mayoría de las veces, se enviaban mensajes de texto como ese entre parejas o citas.

Karlyle se quedó paralizado en el acto. Su corazón latía con fuerza. Estaba avergonzado. ¿Algunas vez has sentido tanta vergüenza? Esa era una situación inaceptable para Karlyle, quien por primera vez conocía la experiencia de cometer un error con sus propias manos. ¿Cómo cometiste un error tan ridículo como este?

Define La RelaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora