Todo lo que puede salir mal, a veces sale mal. Ante eso me gusta estar preparada, pero el problema es cuando algo aparece de pronto y no es bueno. Esta mañana hemos venido los cuatro juntos a la oficina de la fundación y las malas noticias, los peores augurios se han manifestado de pronto. Al entrar en la oficina Frank nos ha contado que esta mañana Erik se ha despertado incómodo, con molestias en el abdomen. A medida que pasaba el tiempo esas molestias han empeorado y para cuando estaban llegando al trabajo se ha tenido que ir al hospital para que le atendieran. De momento solo sabemos que le están haciendo pruebas. Me ha costado bastante tiempo y tener que ponerme seria para poder echar a Frank de su despacho y mandarle junto a su marido. Él no quería dejarnos solos el día de la presentación, pero al final, Aitana le ha podido convencer sugiriéndole que si Erik evoluciona bien, podrá asistir esta tarde al evento.
A las once de la mañana un presentimiento peor, mucho peor, se ha manifestado en forma de llamada telefónica. He llamado a Maika para decirle cuanto la echo de menos en este momento y lo importante que es para mí sentirla cerca ante un paso tan crucial en mi vida, porque he visto en su perfil de mensajería que estaba despierta. Maika estaba extraña, parecía ida, no consciente del todo. Me ha preguntado tres veces quién la llamaba, en mitad de la conversación. Automáticamente he llamado a Bukle, a su jefe operativo Raúl Domínguez y le he suplicado que envíe a alguien urgentemente a comprobar el estado de salud de Maika. En la misma llamada Raúl me ha confirmado que algo no va bien, que ha activado las cámaras de seguridad instaladas en su piso y que Maika está tumbada en el suelo semiinconsciente.
Las malas noticias nunca llegan solas. Jamás. Dos grandes benefactores del proyecto se han caído a última hora; una constructora y una empresa web.
Vamos haciendo lo que podemos durante la mañana, cerrando tratos y concertando entrevistas. La mayoría de los implicados estará ya en Newark o desplazándose. En la fundación, hacemos un almuerzo antes de la una del mediodía para conjurarnos, para animarnos entre nosotros. Una especie de ritual para sentir el apoyo de los demás y la trascendencia de lo que nos espera en pocas horas. Maika no sale de mi cabeza, no puedo dejar de pensar en ella. Si le pasa algo…. Aitor, que también está muy afectado trata de mitigar mi preocupación, pero es imposible. Además de nosotros, solo Susana y Aitana saben lo que pasa al respecto. No lo soporto más, así que ordeno reservar un vuelo a primera hora de la noche de hoy, de vuelta a casa y es eso lo que hace que en parte logre tranquilizarme algo. Mañana por la noche podré estar a su lado. Antes de salir hacia Newark, llama Raúl. Maika ha tomado una dosis alta de lorazepam mezclada con alcohol. Es un medicamento de la familia de las benzodiazepinas de alta potencia, que le había recetado su psiquiatra. Raúl me dice que la dosis que ha tomado no ha sido letal, que aún quedaban varias pastillas en la caja, pero que según los médicos, la ingesta previa de alcohol y la ausencia de alimentos en su tracto digestivo, han agravado la repercusión. Maika está sedada, bajo observación psicológica, después de haberle hecho un lavado de estómago. Llegamos a Newark.
La sala donde se va a celebrar la exposición es muy grande. Hay un escenario donde hemos dispuesto una grada en forma de anfiteatro frente al auditorio. En ella se sentarán los representantes de las empresas, instituciones, asociaciones, religiosos y demás implicados. Delante está el atril con sus micrófonos y ante él, hay suficiente sitio para acoger a unas trescientas personas entre periodistas e invitados. A los lados del escenario hay dos enormes pantallas. La rueda de prensa empezará a las tres de la tarde, así que también hay un catering entre bambalinas para que aquellos que no hayan tenido oportunidad de comer, puedan hacerlo. Los invitados llegan pronto y ocupan los asientos más alejados y poco a poco empieza a llegar la prensa. Sabemos a ciencia cierta que dos cadenas nacionales van a conectar en directo durante su informativo de las tres. Pero aun así, entre todos los periodistas, cámaras y fotógrafos, a las tres menos diez no hay más de treinta. Vendrán. Los colaboradores empiezan a ocupar sus lugares determinados a tres minutos de la hora fijada. A las tres horas cero minutos de la tarde, hora de la costa este de USA, Susana accede al escenario abriendo el grupo a los cuatro. Detrás de ella camina Aitor, que aprovecha la ocasión para hacer una broma acerca del culo de Susana y de cómo le quedan los trajes de Aitana. Seguido a Aitor sale al escenario Aitana riendo por la broma. Yo cierro el grupo intentando poner mi mejor cara.
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La mujer que vendió el mundo. Tercera entrega de Virginia Zugasti.
De TodoUna vez más, el mundo se estrella contra Virginia. Esta vez ella, le declara su particular guerra al resto de la humanidad. Esta vez se aliará, formará un ejército invisible para obtener lo que ansía. El proyecto para el que ha nacido y ha dedicado...